El presidente Evo Morales afronta una rebelión en las filas del Movimiento Al Socialismo por el control de la Alcaldía municipal de Sucre. El Jefe de Estado respaldó a la alcaldesa destituida Verónica Berríos, pero la nueva autoridad edil José Santos Romero desafió a que Morales convenza a sectores sociales para alejarlo del cargo que ocupa.
El Mandatario afirmó ayer que pidió no cambiar, en ningún momento, a Berríos del puesto de alcaldesa interina de Sucre.
No obstante, el jefe departamental del MAS en Chuquisaca, Florentino Barrientos, le respondió que el gobierno municipal de Sucre es autónomo y en ese marco resolverá sus problemas de manera interna.
El Gobierno, por medio del viceministro de Coordinación Gubernamental, Wilfredo Chávez, cuestionó la determinación del Concejo Municipal de Sucre por la designación del masista Romero como nuevo alcalde. “Los interinatos deben permanecer hasta que concluya el proceso judicial o esperar las elecciones si el titular ha renunciado”, apuntó. En respuesta, el dirigente masista Florentino Barrientos manifestó que si bien se respeta la palabra del Mandatario, la solución de los conflictos internos es competencia privativa del gobierno local.
“Al Presidente hay que respetarlo porque representa a los bolivianos, pero yo creo que nuestro gobierno municipal es autónomo, nosotros no nos hemos quejado, por favor solucionemos esto, nosotros somos sucrenses y en nuestra casa tenemos la capacidad para enfrentar y resolver nuestros problemas”, enfatizó.
En contraste, el presidente del Concejo Municipal de Sucre, Domingo Martínez, a tiempo de desconocer a Santos, confirmó que continuará trabajando con Berríos, a la que reconoce como primera autoridad de Sucre.
Por su parte, Romero desafió al presidente Morales a reunirse con las organizaciones sociales de su municipio para eventualmente cambiar la decisión del Concejo Municipal.
“Si nuestro Presidente quiere que se asuma un nuevo camino, tendría que venir a hablar con todas las organizaciones sociales”, dijo la autoridad en relación a la sustitución de Verónica Berríos, quien fue depuesta presuntamente “por mandato de las organizaciones sociales”.
Santos Romero defendió su nombramiento, aunque admitió que esa acción implica una “desobediencia” hacia el líder de su partido, el presidente Morales, de quien dijo que no tiene una “información de lo que está pasando en el municipio”.
Con respaldado con la Resolución 03/11, Romero asumió sus funciones el martes, ante la resignación de Berríos, quien en junio de 2010 sustituyó al alcalde Jaime Barrón, ahora inculpado en un caso judicial.
El nuevo alcalde de Sucre sigue adelante su gestión a pesar de no contar con el apoyo del presidente Morales ni de su Gobierno. En tanto, el flamante secretario general de la Alcaldía, Mario Ugarte, afirmó que nadie viajará a La Paz para conseguir la aprobación del Órgano Ejecutivo.
“No yendo ni a rogar ni a implorar ni llorar porque creo que un revolucionario no puede hacer eso, tiene que hacer su tarea y aquí estamos para hacer nuestra tarea, la de los hombres revolucionarios que quieren trabajar con las organizaciones”.
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