16 noviembre 2009

“Yo no tengo futuro político, aspiro volver a la academia”


¿Qué rol está desempeñando en Pando?

—La tarea más importante que tenemos como Gobierno es recuperar la cualidad del Estado en el territorio de la Amazonia. Es un lugar que ha vivido a espaldas del Estado boliviano y no es una casualidad que haya perdido más de 400.000 kilómetros cuadrados en Acre y Mato Grosso. Estamos pletóricos, como ciudadanos, respecto a los recursos naturales; sin embargo, acá está la mayor riqueza del país para los próximos 100 años. Ésta es una región que tiene probablemente las mayores reservas de oro.

—Además de ministro, ¿es usted coordinador electoral de la campaña en Pando?

—Yo diría que implícitamente eso es así, desconocerlo sería menospreciar el sentido común. Cuando uno hace gestión gubernamental, uno hace política. A uno lo aprecian o lo detestan por lo bueno o malo que hace, y es obvio que la oposición tiene que detestarnos. Cuanto más a uno lo detestan, quiere decir que se está en el camino correcto.

—¿En qué consiste su trabajo acá respecto a la campaña electoral?

—La mayor responsabilidad que tengo como Ministro de la Presidencia es recuperar las capacidades estatales y territorializarlas. Ésta es la región menos estatal que tiene el país. Acá se han sobrepuesto actividades ilegales a las legales. El año pasado se han producido en Cobija 29 ajustes de cuenta, asesinatos a sangre fría en plena vía pública, y ningún medio hizo escándalo. Con la protección del sistema político del departamento se mataba como matar moscas, frente a niños. Vaya a pasear por las calles, a ver cuántos tienen papeles y a mí me acusan de haber protegido camiones. Éste era el santuario del narcotráfico, por eso los ajustes de cuenta en las narices de Leopoldo y su camarilla. El mío es un trabajo de articulación, recuerde que una de mis funciones es la de coordinar con el gabinete. Cuando llego a una comunidad, soy el portavoz del Presidente; escuchamos los pedidos de la gente: caminos, salud, ítems; tomo nota y llamo a los otros ministros para que se ejecute todo esto.

—¿Es Pando la zona más floja para la campaña del MAS?

—Yo diría la menos estatal, pero además es una región donde se ha cultivado una suerte de fidelidades prebendales, hay una cultura política que funciona sobre la base de la intimidación, del miedo, de la prebenda, y eso no sólo fue con Leopoldo, esto viene de muchos años. Hace 71 años esto no se llamaba Bolivia, era un territorio de colonias, era el patio trasero del Estado.

—Eso de recuperar el norte amazónico, ¿pasa por un triunfo del MAS?

—Yo diría que trasciende. Lo electoral es un accidente político. Lo que tenemos que construir acá es una responsabilidad de Estado. Los gobiernos podemos pasar, los alcaldes pueden pasar, son accidentes políticos transitorios. Pero no se puede dejar que un territorio carezca de Estado.

—¿Qué pasa si el MAS no gana?

—No pasa nada si no ganamos las elecciones acá, porque seguiremos recuperando las instituciones públicas, fortaleciendo a los municipios, invirtiendo en desarrollo productivo. En esta región, la economía política estaba basada en la prebenda. Acá el voto de la gente cuesta 100 ó 200 bolivianos, eso no es Estado. Mi papel es desmantelar el temor para que la gente sienta certidumbre de que aquí no sólo hay un Gobierno, sino un Estado.

—Se dice que aquí usted se juega su destino político...

—Yo no tengo futuro político. Mi mayor aspiración es volver a la academia. Soy un investigador, profesor de universidad; antes de ingresar a la arena política me dedicaba a investigar temas de seguridad.

—¿Por eso no se presentó como candidato para estas elecciones?

—No, no. Porque el Presidente me ha dado un mandato que hay que cumplirlo. Para mí el futuro político es hoy.

—¿Cuánto le está costando al Gobierno la campaña en Pando?

—No podría ser cuantificable en términos económicos, y si lo tendríamos que cuantificar, al Estado prácticamente no le cuesta nada comparando la magnitud de la tarea. Nos desplazamos en unas avionetitas de la Fuerza Aérea de la década de los 70, unos monomotores que cada vez que nos subimos la única certidumbre es cuándo partimos y a qué hora, pero nunca sabemos si vamos a aterrizar. Es una labor titánica.

—¿Será la tercera la vencida en las urnas?

—No se trata de cábalas, es un proceso. La elección es más un episodio político transitorio. Aquí lo que tenemos que construir es la raíz del Estado.

PERFIL

Juan Ramón Quintana Taborga nació el 3 de diciembre de 1959 en Aiquile, Cochabamba. Fue Oficial del Ejército Nacional. Es Licenciado en Sociología. Realizó sus estudios entre los años 1987 y 1992 en la Universidad Mayor de San Andrés y tiene una maestría en Filosofía y Ciencias Políticas.

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