29 octubre 2009

La alianza del MAS-UJC genera malestar en las filas oficialistas

La Prensa

La Prensa y Erbol.- La alianza del Movimiento Al Socialismo (MAS) con un sector de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC), “barras bravas” y ex funcionarios de la Prefectura cruceña generó malestar en las filas oficialistas. Los indígenas de tierras altas evaluarán el pacto y la delegada de Autonomías en Santa Cruz, Elena Argirakis, cuestionó el acuerdo.

El analista político Iván Mendieta y el director del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS), Leonardo Tamburini, coinciden en que la alianza del MAS con personas que formaron parte de un sector “radical y racista” sólo perjudicará la campaña del presidente Morales, quien puede perder un importante porcentaje de votos.

El Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq), afín al Gobierno, realizará una asamblea general para definir si respaldan esta alianza o la rechazan.

El dirigente Eugenio Choque rechazó los acuerdos realizados por el candidato a senador por Santa Cruz por el MAS y dirigente campesino Isaac Ávalos, y dijo que “no podemos mancharnos a título de política con gente que ha golpeado a nuestros hermanas y al hermano Evo”.

El oficialismo selló alianzas con al menos cuatro frentes de la Unión Juvenil Cruceñista; las “barras bravas” de los clubes cruceños Oriente Petrolero y Blooming; el ex director de Seguridad Ciudadana de la Prefectura cruceña Jorge Aldunate Salvatierra, y Edmundo Arias, ex integrante del cuerpo de seguridad del prefecto Rubén Costas.

El ex presidente de la UJC Ariel Rivera, quien renunció a su cargo el miércoles, respaldó ayer la reelección del presidente Evo Morales y junto con una delegación de unionistas de al menos 50 integrantes llegaron hasta la plaza 24 de Septiembre para proclamar al candidato a senador por el MAS Félix Martínez.

El acto fue rechazado con silbidos y gritos por otra fracción de unionistas y ciudadanos cruceños que se encontraban en el lugar, que fue uno de los bastiones de la lucha por la autonomía en 2008.

La delegada de Autonomías en Santa Cruz y analista política, Helena Argirakis, cuestionó la alianza política con la UJC, que fuera el grupo de choque de los cívicos cruceños y responsable de hechos violentos con tintes racistas.

La funcionaria gubernamental dijo a la radio Erbol que no se puede olvidar el pasado nefasto que protagonizaron estos grupos de choque, cuando perseguían a campesinos para golpearlos “y no simplemente para insultarlos verbalmente, sino también para tomar instituciones públicas, durante la gestión de Branko Marinkovic”.

Declaró que es partidaria de la política de cambio impulsada por el actual Gobierno, pero que no podía callar sobre su sentir por la inclusión al Movimiento Al Socialismo de ex unionistas.

Alejandro Colanzi, diputado de Unidad Nacional (UN) por Santa Cruz y cercano al MAS, dijo sentir “asco y repugnancia” porque “los demócratas no nos podemos jactar de que gente de esa calaña venga a nuestras filas, de ninguna manera. Porque así como había un cheque verde que los fomentaba en un momento y ellos ponían el puño, mañana de repente vuelvan para otra fuerza política”.

Pidió al MAS hacer un acto de conciencia y no olvidar el pasado reciente cuando unionistas, quienes ahora dicen estar con el proceso de cambio, golpeaban y amedrentaban a gente que respaldaba al Gobierno.

Por su lado, Leonardo Tamburini, director del CEJIS, sostuvo que el partido oficialista debió apostar por gente que comulga con la “no violencia, con la inclusión” y no por los radicales del pasado; “esto provocará que la población rechace la propuesta del MAS (…) sería un contrasentido que la gente vote a un partido político que hace campaña con los mismos violentos que la población rechazó el año pasado”.

Para Mendieta, la UJC es una organización “apolítica” y eso “no es garantía para un partido, nadie garantiza que no vuelvan con los cívicos”.

Costas habla de “infiltrados”

El prefecto cruceño, Rubén Costas, afirmó ayer que sus ex colaboradores que pasaron a las filas del Movimiento Al Socialismo eran infiltrados del Gobierno dentro del movimiento autonomista y pretendieron hacer ver como radicales a las autoridades cruceñas.

Según la primera autoridad, tanto los ex funcionarios prefecturales como los unionistas disidentes fueron quienes impulsaron los destrozos y saqueos de las instituciones del Estado en septiembre de 2008 y ahora pretenden incriminar a los líderes cívicos y autoridades departamentales por los hechos de violencia.

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