Usted se sintió aludido por el vicepresidente Álvaro García Linera cuando dijo que la Gobernación dotó de ítems en salud porque el Gobierno entrega la plata; ¿qué opina?
Es una falacia del vicepresidente; es una de las barbaridades de las que está acostumbrado a decir. Lo curioso es que no dijo el Estado, sino “porque nosotros le dimos la plata”. La corrupción empieza cuando los políticos se creen que la plata es suya. Cada vez que entrego una obra, digo (a la gente) no tienen que agradecerme, esta plata es de los bolivianos, de los cruceños. Un buen político solo tiene que administrar los recursos del pueblo. Cuando la plata es despilfarrada e invertida en palacios, castillos, avioncitos o en cultos a la personalidad, como acaba de hacer el señor García Linera, eso no beneficia al pueblo. El MAS debe contar con un mínimo de sobriedad y ética.
¿Qué diferencia hay entre la Santa Cruz que usted encontró en 2006 con la de 2019?
Lo puedo resumir en que cuando asumí funciones, Santa Cruz tenía el 47% de cobertura eléctrica, es decir había unos 7.500 kilómetros, hoy son más de 8.000 kilómetros de tendido eléctrico y estamos con el 95% de cobertura de electricidad. Cuando entramos a la Gobernación, la cobertura de agua potable era del 45%, pero hoy estamos llegando al 100%. Hemos invertido en los pueblos, incluso el propio presidente (Evo Morales) ha reconocido que somos la única gobernación que aporta con su contraparte para la (construcción) de rutas nacionales.
¿Cuál es su prioridad al final de gestión?
Creo que la gran prioridad es seguir luchando con el pacto fiscal.
¿Qué es el pacto fiscal y la federalización de la autonomía?
La autonomía no tiene que ser solo una bandera; la autonomía no sirve de nada si la gente no lo digiere, si no se beneficia. Los indicadores de un político del siglo XXI no son los discursos porque nunca prometí que íbamos a tener la trilogía luz, agua, camino, no lo prometí, lo hice porque soy conocedor de la problemática de la región. El pacto fiscal es visto como una negociación, pero es un gran acuerdo nacional porque hemos conseguido la autonomía política, democrática con elección de gobernadores, con parlamento regional, pero faltan los recursos económicos. No hay autonomía y federalismo si no existe un federalismo fiscal.
En su criterio, ¿la alianza Bolivia Dice No repetirá una buena votación con relación a la que obtuvo UD en las elecciones anteriores?
En la alianza que tuvimos en las elecciones pasadas con Unidad Nacional alcanzamos una votación del 27%; no es que seamos ambiciosos, pero la alianza Bolivia Dice No está construida con más de 50 agrupaciones, plataformas ciudadanas y partidos que no solo garantiza un buen caudal electoral en Santa Cruz, sino también en Potosí y en Beni, en este último departamento tuvieron que inhabilitar a todos nuestros candidatos porque el MAS no nos ganaba nunca. En Tarija hicimos alianza con Óscar Montes, la presidenta de la COR de El Alto también es aliada nuestra.
¿Estas alianzas suman votos o suman bulto?
Qué le parece la alianza con la COR de El Alto. Qué le parece un diputado como Wilson Santamaría que es de verdad opositor, o un Rafael Quispe que tiene liderazgo político y se ha convertido en un verdadero fenómeno en La Paz y será el próximo gobernador. Habrá más sorpresa en Sucre y en otras partes del país que están tejiendo una gran alianza con Bolivia Dice No, que es la única candidatura que está subiendo (en las encuestas) porque el MAS se ha estancado y Comunidad Ciudadana está en desplome; perdió 10 puntos, pero nadie lo dice.
¿Usted se involucrará en la campaña?
No olviden que soy el presidente de la alianza y del partido más importante de la oposición del país, que es Demócrata con 350.000 militantes de convicción y hasta fin de año llegaremos a más de 500.000. Tal vez por eso no nos ponen mucho porque hay candidatos que son funcionales, otros que nunca fueron oposición en estos 13 años, otros que son puestos por el Gobierno. Definitivamente los analistas empiezan a ver a Óscar Ortiz y Edwin Rodríguez que son candidatos que están aumentando su intención de voto en las encuestas.
Usted menciona la distribución de regalías 50-40-10 como un ejemplo en el país, pero hasta alcaldes aliados a Demócratas, como el caso de San José de Chiquitos, hicieron bloqueos, ¿cómo lo explica?
Cuando no teníamos constitucionalizadas las autonomías, el 50-40-10 fue una gestión que hice para distribuir las regalías departamentales, que eran manejadas por el gobierno departamental. La distribución se hizo en todos los municipios y en acuerdo con los alcaldes. Entregamos recursos, con base a la Ley de Participación Popular, para que los gobiernos municipales invirtieran en sus prioridades. La licitación y la ejecución de obras eran responsabilidad de los alcaldes. Fue un programa exitoso de la autonomía al andar porque hubo más de 1.200 obras. En San José hubo una respuesta importante de la gente porque siente gratitud por las obras que impulsó la Gobernación en esa población. Mucha gente no sabe que las calles pavimentadas, el colegio Unzaga de la Vega y otras fueron ejecutadas con recursos de la Gobernación.
Para la carretera bioceánica invertimos 50 millones de dólares. Recuperamos el templo de la Chiquitania, construimos el parque Santa Cruz la Vieja, pero la inversión no es solo en San José, la hacemos en todas las provincias. Por qué cree que obtuve el 60% de los votos en las provincias y por qué cree que recibí el 67% en el municipio de Santa Cruz de la Sierra. Porque la gente que es de provincias, pero vive en la capital cruceña cuando regresa a su pueblo percibe los avances. Eso le gusta a la gente.
¿Usted se ve como alcalde de Santa Cruz de la Sierra?
No me veo porque nuestra responsabilidad en este momento está en encarar la campaña nacional con Bolivia Dice No, con nuestro binomio Óscar Ortiz- Edwin Rodríguez. Si pienso en la Alcaldía nos vamos a desconcentrar, aunque he visto algunos candidatos que están en la palestra para las subnacionales con legítimo derecho, como Germaín Caballero, Herland Vaca Díez y Luis Felipe Dorado, pero todavía falta un año para las elecciones y para aguantar tanto tiempo en campaña hay que tener musculatura y dinero.
¿Usted tiene las dos?
No tengo ninguna de las dos, lo que tengo es sensatez y sentido común. Concentraremos todos los esfuerzos en la campaña nacional.
¿Cree que el 60% de los votos que dice tener en Santa Cruz se transferirán a Óscar Ortiz?
No lo sé, generalmente los votos no son transferibles porque no son cheques ni son letras en blanco porque el ciudadano elige. De lo que sí estoy convencido es que después de la gira nacional que hacen Óscar y Edwin por el país, saldrá el programa de gobierno de Bolivia Dice No. Esa es la unidad posible que estamos construyendo para esta elección. Estamos convencidos que hasta agosto nos ubicaremos segundos en la intención de voto.
Perfil
Rubén Costas nació el 6 de octubre de 1955 en Santa Cruz de la Sierra. Está casado con Sonia Vincentti. Fue el primer prefecto electo por voto popular en 2005.
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