Esto es mucho más que el gasto en proyectos educativos, productivos, salud y de riego en los que se erogó en total apenas 5.963 millones de bolivianos.
En el informe presidencial del 22 de enero, se lee que en el período 2007-2017 la iniciativa gubernamental gastó un total de 15.211 millones de bolivianos (2.182 millones de dólares) para ejecutar 8.622 proyectos.
De ese valor, 6.353 millones de bolivianos (911,4 millones de dólares) se invirtieron en 1.763 canchas, es decir un 41,7%.
Después se ubica el gasto en infraestructura educativa que alcanzó a 3.755 millones de bolivianos en la construcción de 4.185 escuelas y los 1.527 millones de bolivianos que se ejecutaron en 465 obras de salud.
Es decir que el gasto en canchas de césped, polifuncionales, frontones y otros que se financian con este programa superan a toda la inversión que se hizo por ejemplo en escuelas, postas sanitarias u obras de infraestructura vial que en total suman 6.130 millones de bolivianos.
En cantidad destacan los 737 proyectos de infraestructura social (sedes sindicales), aunque el valor es inferior a 533 millones de bolivianos (ver cuadro).
El presidente del Estado, Evo Morales el 22 de enero dijo que lamentaba mucho que algunas personas protesten públicamente contra el programa Bolivia Cambia “Quiero decirles que con el programa atendemos y resolvemos los problemas, graves problemas que tienen las alcaldías, todas, que piden que en vez de que sea un programa, Bolivia Cambia sea una política”, precisó el mandatario.
Para este año en el Presupuesto General del Estado 2018, se consigna un valor de 3.005.169.082 bolivianos que manejará la Unidad de Proyectos Especiales (UPRE), dependiente del Ministerio de la Presidencia y entidad que impulsa las obras y proyectos del programa Bolivia Cambia, Evo Cumple.
De ese monto en infraestructura educativa se espera ejecutar 1.472 millones de bolivianos, mientras que para las canchas, coliseos, graderías y otra infraestructura deportiva 702 millones de bolivianos (ver cuadro).
Para el diputado de oposición, Wilson Santamaría, el programa no beneficia a la población en sus principales necesidades.
“En 2016, hemos presentado un estudio que muestra que alrededor del 50% del presupuesto está distribuido entre casas comunales y canchas deportivas, cuando se podría haber invertido más en cubrir vacíos del sistema de salud”, indicó.
Explicó que al aprobarse el PGE 2018, la oposición solicitó que la competencia para la construcción de canchas y otras construcciones relativas al deporte sean transferidas al Ministerio de Deportes y la construcción y refacción de unidades educativas al Ministerio de Educación y el resto de proyectos a los ministerios que correspondan.
“El programa Evo Cumple se ha vuelto algo así como gastos reservados, no se hacen procesos de licitación y segundo cuando existe por ejemplo un contrato que no se puede ejecutar o por incumplimiento por parte del contratista , sólo se hace la recisión de contrato y se busca otra empresa para que continúe”, añadió.
El diputado oficialista Víctor Borda no coincide y justificó el elevado presupuesto que se consigna este año a los múltiples proyectos que se encararán,
“Las alcaldías deberían encarar este tipo de proyectos, pero no tienen la suficiente capacidad para afrontar esto, entonces el nivel central está encarando, es importante fomentar por ejemplo el deporte”, aseveró.
El investigador Diego Ayo, que realizó un análisis del programa de 2006 a 2011, sostuvo que los millonarios recursos que se manejan tienen baja ejecución y en muchos casos financiaron pequeños “elefantes blancos” como un estadio en Ivirgarzama.
“Con el gasto que se hace en canchas de fútbol, se hubiesen comprado 100 aceleradores lineales”, observó.
Añadió que los recursos no tienen fiscalización y se financian obras para que el presidente aparezca en las fotos.
Punto de vista
Álvaro del Pozo Caraffa, Analista
“La debilidad ha sido fiscalización”
La debilidad de este programa ha sido la fiscalización, es decir, el control del gasto.
Las canchas de fútbol no son prioritarias para una sociedad que demanda salud, educación y otras necesidades, pero todo este panorama se da en el contexto de un año electoral. El Gobierno está apuntando a la entrega de obras rápidas para hacer propaganda por las aspiraciones que tiene el presidente Evo Morales de ser reelecto. Si se aumenta el presupuesto es sólo para propaganda electoral.
La Contraloría debería ejercer una mayor fiscalización. Se debería concretar espacios de diálogo, socialización con las autoridades de diferentes áreas, incluso regionales para evaluar realmente qué necesidades tienen y cuáles se deben atender con prioridad.
Obras ejecutadas con problemas
Potosí El coliseo de la localidad de Chirakasa, ubicada en el municipio potosino de San Pedro de Buena Vista, sobresale con un enorme tinglado. Nunca se llena pues tiene capacidad para 1.000 personas y en el pueblo no hay tantas. En junio de 2017, cuando Página Siete visitó la zona, la obra fungía como almacén de tractores de donación. "El resto del año está cerrado”.
El Alto El mercado Campesino Santa Rosa en El Alto se construyó con 39,2 millones de bolivianos. Esta obra de tres plantas con capacidad para 506 puestos, se inauguró en septiembre de 2016 pero aún no funciona. Una reciente visita al lugar de este medio verificó que en el patio hay unos 20 puestos de venta que “cuidan espacios” aunque la mayoría no se abre.
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