El expresidente Carlos Mesa afirmó que los movimientos sociales no están dispuestos a cumplir la ley y que por esa razón el país está igual que en 2003, año en que vivió una convulsión social que terminó con decenas de muertos y la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada.
En entrevista con Erbol, Mesa explicó que el "gran fracaso” del proceso liderado por Morales tiene que ver con los objetivos iniciales de la Asamblea Constituyente. Recordó que la misión primordial era recuperar la alianza entre el Estado y la sociedad, la cual estaba quebrada. Sin embargo, al día siguiente de promulgarse la nueva Constitución en 2009 ya se empezó a vulnerar la ley.
"Los movimientos sociales quieren que sea la calle su escenario único de debate, de acción, de presión de discusión, de lo que debe o no debe hacerse. Y no están dispuestos a cumplir la ley y someterse a la ley. Eso quiere decir que estamos exactamente igual que el 2003”, dijo.
Para el expresidente, la sociedad no ha "estallado” porque el actual mandatario tiene un "control férreo” con sus seguidores. "Si el presidente Morales no estuviera en esta ecuación, el país entraría nuevamente en una situación de caos muy complicada porque no hemos descubierto que la ley se cumple, y la ley se acepta nos guste o no nos guste. Ese es el pacto que no existe entre Estado y sociedad, a pesar de la Constitución de 2009”, mencionó.
Mesa aclaró que otra causa que evita el estallido social es la bonanza económica. Reconoció que el gobierno de Morales hizo un buen manejo de la macroeconomía y que una situación de crisis -como las que había a finales de los años 90- no existirá por lo menos hasta 2017.
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