Filemón Escóbar, exsenador y disidente del Movimiento Al Socialismo (MAS), hace frente a un cáncer de pulmón, pero trabaja resueltamente en un nuevo proyecto político, la Alianza por la Vida. Quiere como candidato presidencial al expresidente Carlos Mesa y tiene el objetivo el "anular", en 2020, el liderazgo del presidente Evo Morales.
"Estamos avanzando con el partido, desde marzo nos movilizaremos en las calles. Con Mesa anulamos al Evo". Revela que ya tuvo algunas conversaciones con el expresidente, aunque prefiere no hablar de esos avances, por estrategia política.
Provisto de su infaltable gorra “leninista” y del cáustico carácter que le identifica, nos recibe en su casa, acompañado de su hija Alexia, firme militante y guardiana de las ideas, la memoria y los documentos históricos (libros y recortes de periódicos) de su padre. Su casa es un enclave de modestia en un exclusivo barrio, en Tiquipaya.
EL MAS Y EVO El presidente Evo Morales ahora es su principal antagonista. "Yo construí el MAS en la línea de no repetir los errores de la izquierda tradicional, pero el Evo lo ha arruinado todo…".
A Escobar le gusta decir que él hizo al MAS y a Evo, pero asegura que se equivocó cuando “lo eligió” como candidato a diputado del trópico de Cochabamba para las elecciones de 2002.
“Liquidó (Evo) a todos los líderes indígenas de entonces, a Alejo Véliz, a Felipe Quispe, a Lino Villca, a Román Loayza. A todos nos liquida y se queda como único líder del MAS-IPSP, piensa que se quedará a gobernar 100 años...”.
Viendo el decenio de Morales en la Presidencia desde su exilio de ese partido -“me botó, el año 2004”-, en “Filipo”, su nombre de guerra, aumenta la indignación, que se refleja en sus expresiones. Después de todo no participó de ninguno de los períodos del gobierno de Evo Morales. Antes, fue senador y fue expulsado del MAS, acusado de buscar la aprobación de una ley para dar inmunidad a las tropas estadounidenses en Bolivia.
Muchas de las críticas a Evo Morales las repite desde casi el mismo día que fue expulsado del MAS. Después de una de esas, el propio Presidente respondió que fue alejado del MAS porque “su actitud era mentir, malhablado, intentar que robemos plata al pueblo y cómplice para aprobar inmunidad para tropas de EEUU”.
COMIBOL Exminero y exdirigente de la Central Obrera Boliviana (COB), a un mes de cumplir 82 años (nació en Uncía, en 1934), Filemón Escobar tiene a flor de piel toda la historia política inmediata del país. Recuerda la lucha que libró desde mediados del siglo pasado, junto a Juan Lechín Oquendo y otros dirigentes mineros para que se reconociera la cogestión obrera en la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), entre otras batallas.
Una de las cosas que no perdona a Evo Morales es “el abandono y debilitamiento” de la Comibol, durante el periodo de auge de los precios internacionales de los minerales. “No le perdono eso. Qué ha hecho el Evo en todo este tiempo, ha entregado a los delincuentes, a los cooperativistas mineros, las minas de Comibol. Hemos perdido toda la coyuntura (de los buenos precios)”, reclama.
Escóbar trabajó durante 20 años en la mina, se retiró en 1986, año de la Marcha por la Vida. Desde entonces, se dedicó a la dirigencia sindical y a la política, fue diputado por Izquierda Unida (IU) y senador por el MAS.
Recorre la historia de Bolivia como la mayoría recuerda los hitos de su vida: hijos, matrimonio, etcétera. Para Escóbar los acontecimientos sindicales están en un plano igual: movimientos mineros, victorias y derrotas, las coyunturas de los precios de los minerales, las dictaduras militares y la influencia de la guerra fría en Bolivia. Hoy, de esta, le queda cierto resentimiento con Rusia, China, Cuba, países a los que acusa de sostener el régimen de Morales, “pero pronto desaparecerán”.
Revela sus actuales sentimientos religiosos: “La alianza de Cuba y la URSS produjo la sociedad comunista en Cuba y toda la sociedad comunista es atea, a título de eso liquidaron la Iglesia, Navidad, Semana Santa, ahora están devolviendo todo” y ríe mostrando satisfacción.
En su libro “El Evangelio es la encarnación de los Derechos Humanos” precisamente hace una defensa de la Iglesia católica, ante los ataques del MAS.
NUEVA IZQUIERDA Con una posición conservadora, Escóbar dice que ya han pasado los tiempos en los que se escribía la “revolución” con mayúscula. “Estamos hablando de la nueva izquierda, ya no se debe escribir la revolución con mayúscula, no se necesita matar a nadie. Nadie tiene derecho de matar a nadie ni de hambre, ni matar a título de que estás conspirando. ¿Qué crees que hace el Evo, ahora?”.
“La ideología nuestra: ‘mira con los dos ojos y gobierna con los dos centros’, o sea, los k’aras y los indios juntos”, lo que califica como una “teoría avanzadísima”, para esta época.
“Eso de que sigue la revolución, sigue el socialismo, eso ya no hay, son chucherías”, sentencia.
Escóbar cree que el presidente Evo Morales ya no responde al principio indígena-campesino de la reciprocidad. “El Estado Plurinacional ahora busca la confrontación”.
Al ser consultado sobre dónde debe gestarse esa nueva izquierda, Filipo responde que la “gente está corrompida”, que ahora es necesario formar nuevos cuadros de jóvenes con conciencia social, para reencaminar la política boliviana.
PODER DEL AYLLU Escóbar no perdona al presidente Evo Morales el que haya “metido dinero” en las organizaciones indígenas campesinas. “Es un capitalista”, dice del Presidente indígena, declarado anticapitalista. “La salvación es la organización del ayllu, trabajar para los demás y no para el tener. La solución es aprender de la tierra. Ahora proponemos la economía de la reciprocidad, el retorno al poder del ayllu, autogobierno”.
“El 67 por ciento de la población se ha venido a las ciudades, qué ha pasado: estamos dejando de amar a la tierra, la tierra ya no es nuestra diosa, ahora es el comercio. Qué vamos a hacer, nosotros vamos a tener aquí una gran discusión para plantear y recuperar la reciprocidad, el intercambio”, explica su nueva posición política. Es admirador de Elizardo Pérez (1892-1980), el profesor paceño que difundió y defendió la organización del ayllu, la educación indígena y gestó la hoy universidad indígena de Warisata.
COCA CERO En su casa, como casi todo exminero, acullica coca, pero pregona el discurso de “coca cero”. “En Lauca Ñ, cuando Evo era candidato la primera vez, yo era el principal expositor, y les dije a los cocaleros: este compañero va ha ser presidente. Cuando se le entregue la banda presidencial, atiendan bien, esto se llama conciencia política, ustedes erradican toda la coca del trópico. Cuidado que esta hoja de coca que le está llevando al poder le corte el pescuezo a él".
Critica las megaobras que hace el gobierno de Evo Morales y llega a compararlo con Mussolini: “Al Evo le gustan las grandes obras, como El Bala (proyecto de hidroeléctrica, en La Paz), como El Batán (estadio en Cochabamba). Le gusta repartir plata en los Juegos Plurinacionales”.
“Todo con el Estado, nada fuera del Estado, para eso se ha comprado a las Fuerzas Armadas, a la COB y hasta a los medios de comunicación, está copiando el fascismo de España”, sostiene.
Filemón Escóbar es un gran lector, lo atestigua la biblioteca que rodea la entrevista. Al concluir, mientras busca algún documento, va repasando los libros y recitando de memoria versos de García Lorca y César Vallejo. Toma un volumen y dice que es una de sus novelas preferidas: “Los cuatro jinetes del Apocalipsis”, de Vicente Blasco Ibañez, sobre la génesis del nazismo y su proyección en América Latina.
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