La decisión del presidente Evo Morales de convocar al embajador de Bolivia en Brasil, José Kinn, tras la decisión del Senado de su país de destituir a Dilma Rousseff de la Presidencia, fue criticada por el canciller brasileño, José Serra, quien afirmó que se dio un “tiro en el pie” por asumir esa postura.
La oposición boliviana censuró también la determinación de Morales, afirmando que proyecta una mala imagen del país en el exterior. Igual medida aplicó Ecuador y Venezuela rompió relaciones diplomáticas.
RECHAZO
Durante su reciente visita a China, Serra respondió al rechazo que expresaron las presidencias de estos tres países, además de Uruguay, respecto a la decisión del Senado brasileño de alejar a Dilma del poder.
Según el Jornal O’Globo, el Canciller brasileño dijo tener la certeza de que las relaciones entre su país y Uruguay irán de la mejor manera, pero no tiene esa seguridad respecto a Venezuela, Ecuador y Bolivia, quienes, a su parecer, se dieron “un tiro en sus propios pies”.
Tras la destitución de Rousseff, Morales anunció llamó al embajador Kinn para analizar medidas. Maduro y Correa dijeron que retirarán a sus representantes diplomáticos, mientras que la Presidencia de Uruguay calificó de injusta la salida de Dilma.
MADUREZ
En ese contexto, el Ministro de Relaciones Exteriores de Brasil expresó su esperanza en que los países que rechazaron las determinaciones de su Parlamento aprendan de esa experiencia.
“(Que esos países) tengan la madurez suficiente para incluso aprender de la experiencia democrática brasileña”, afirmó.
El diplomático brasileño destacó que no hubo reacciones similares de países de “gran peso” fuera de Latinoamérica y que, por el contrario, tiene una “larga lista” de pedidos de audiencias.
MALA IMAGEN
Para la diputada de Unidad Demócrata (UD) Jimena Costa el convocar al embajador Kinn es una “vergüenza internacional”, porque la destitución de Rousseft es legítima, es un tema interno, además que está en la Constitución Política del Brasil.
“Esta acción del Gobierno puede dañar las relaciones con Brasil, es como si se estuvieran entrometiendo en las decisiones políticas de ese Gobierno, ahora a la cabeza del presidente Temer. Además, este recurso se aplicó con anteriores mandatarios porque se encontraron irregularidades en sus gestiones”, afirmó la legisladora.
UNIÓN SOCIALISTA
En tanto, el oficialismo aseguró que la decisión de convocar a Kinn no afecta en nada las relaciones con Brasil, además que se debe tomar en cuenta la línea socialista que comparten Morales y Rousseff.
El diputado Movimiento al Socialismo Víctor Borda aseguró que este hecho no pone en riesgo las relaciones con Brasil y tampoco la venta del gas al país vecino, porque lo último no tiene relación con el informe que brindará el embajador Kinn, sobre la situación de Roussef. En ese sentido, dijo que es atinada la decisión de Moralesm porque debe analizarse la situación del vecino país, después de la destitución de Rousseff
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