David Tezanos, defensor del Pueblo, se retractó ayer de las afirmaciones que hizo respecto del uso de armas de fuego que miembros de la Policía hicieron contra cooperativistas, en los bloqueos de Panduro y ahora pondera su labor y señala al sector minero como responsable de asesinato, robo y otros delitos cometidos en estado de ebriedad.
“Se ha constatado durante los días 10, 11, 22, 23, 24, y 25 de agosto el uso indiscriminado e ilegal de explosivos por parte del sector cooperativista, que inició con incitación, bloqueos de caminos y escaló con agitación mediante noticias falsas, el lanzamiento de dinamitas en hondas, consumo de alcohol, robos, destrucción de propiedad pública y privada, toma de rehenes, privaciones de libertad, secuestros, lesiones gravísimas, atentado a ductos, vejámenes, hasta un asesinato”, dio lectura de un comunicado el Defensor, que luego salió escoltado de sus subalternos negando dar una explicación sobre el cambio de discurso.
En otra parte del comunicado, Tezanos califica de “ponderable” el trabajo de los efectivos policiales a los que entre el viernes y el sábado, criticó por uso desmedido de fuerza y la utilización de armas de fuego contra los cooperativistas.
“Era inminente que dentro de 1.500 uniformados haya uno que no merezca tener el uniforme de Policía, lamentablemente sólo iba a llevar al deceso de quien estaba en calidad de rehén”, declaró el Defensor del Pueblo el viernes 26, cuando también afirmó que los disparos que la Policía realizó provocaron la ira de los cooperativistas.
Sin embargo, ayer, Tezanos se retractó y afirmó que “es ponderable que la Policía Boliviana haya desempeñado su mandato de cumplir y hacer cumplir la ley y que en gran parte del conflicto ejecutaron acciones acordes a protocolos contra disturbios, en condiciones limitadas de indumentaria, insuficiencia en equipos de protección antimotines y elementos de disuasión en situaciones de desproporcionalidad y desventaja, sufriendo varios heridos en sus filas”.
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