29 mayo 2016

La Paz colapsa con marchas por indiferencia de Gobierno


LA IMAGEN MUESTRA LA AVENIDA MARISCAL SANTA CRUZ PARALIZADA, SIN TRÁNSITO DE VEHÍCULOS CON UNA MARCHA QUE SE ACERCA POR EL CARRIL DE SUBIDA. OCURRIÓ EL PASADO MIÉRCOLES.

Estruendosos petardos, estallidos de dinamitas, silbidos, gritos de protestas, gasificaciones, fuertes chorros de agua, se ven casi a diario en la urbe paceña por parte de diferentes grupos sociales que marchan y protestan con un fin: hacer escuchar su voz al Gobierno de Evo Morales.

Este fenómeno político y social no pasa desapercibido e incluso trasciende fuera del país, donde medios de renombre destacan los permanentes conflictos sociales de Bolivia.

En el afán de conocer el análisis de expertos, EL DIARIO consultó con el analista político Jorge Lazarte, quien dijo que las movilizaciones sociales reflejan el debilitamiento interno y externo del actual Gobierno.

“La ciudad de La Paz es una urbe particular, no sólo por el clima cambiante que puede tener en un día, sino también porque de ser una ciudad tranquila en fin de semana, pasa a ser caótica y complicada durante los días hábiles de la semana”, expuso Lazarte.

“En las últimas semanas, se registró más de una movilización a diario por parte de diferentes sectores con demandas que van dirigida al Gobierno central, a la Alcaldía o a la Gobernación.

MOVILIZADOS

Desde hace semanas, las personas con discapacidad que llegaron marchando desde Cochabamba se apostaron en el atrio de la iglesia de San Francisco y luego se dirigieron hasta la calle Junín, cerca de la plaza Murillo.

La demanda que tienen es un bono de 500 bolivianos para el sector. El Gobierno no quiso dialogar sobre el monto económico, pero si sobre oportunidades de trabajo. Asimismo, logró debilitar la protesta porque se reunió con determinados sectores que aceptaron las ofertas del Gobierno. Sin embargo, ante el descontento de los movilizados que no lograron entrevistarse con el presidente Evo Morales, como reiteradamente le solicitan, la movilización persiste, sufriendo represiones y una impresionante indiferencia oficial ante gente desvalida.

Por este conflicto, la plaza Murillo permanece cerrada y con resguardo policial permanente, incluyendo la instalación de alambradas para impedir el paso de personas, no sólo de las movilizadas, sino de propietarios y empleados de una diversidad de negocios que existen en su entorno.

Otro sector movilizado es de los fabriles, quienes se encuentran en estado de emergencia tras la firma del Decreto Supremo 2765, que establece el cierre de la Empresa Nacional de Textiles (Enatex), como efecto de lo cual quedaron sin trabajo por lo menos 950 personas, lo que determina que no tengan ingresos para sustentar a sus familias.

El pasado18 de mayo, durante la protesta del sector, un trabajador fabril perdió una mano a causa de la manipulación de un cartucho de dinamita; esto sucedió cerca a la unidad educativa María Auxiliadora, de la zona de Villa Fátima.

Otro sector en conflicto es el de los gremiales, quienes mediante marchas de protesta diarias piden la modificación de disposiciones que les afectan del Código Tributario.

Otro grupo de este mismo sector realizó marchas de protesta en rechazo de nuevas autorizaciones que deben obtenerse para el asentamientos de puestos de callejeros de venta, por parte de la Municipalidad de La Paz, aunque las autoridades de la comuna desmintieron ello.

Esta y otras marchas más se registraron en el centro paceño, dejando a la urbe congestionada en el transporte vehicular y con mucha gente desesperada por llegar hasta sus destinos en sus tiempos habituales.

ANÁLISIS

Al respecto, Lazarte considera que en los últimos años el Gobierno acostumbró a distintos sectores de la población a mantener una relación “clientelar”, es decir, que apoyen al régimen para que acceda a las peticiones que le formulan, generalmente por temas salariales y laborales.

“Las movilizaciones durante un tiempo fueron de apoyo ideológico y político al Gobierno, pero ahora el apoyo cada vez dependen más de lo que el Gobierno está dispuesto a dar (…) El Gobierno está en una situación de disminución de recursos (…) Estos sectores sociales se habituaron a esta relación clientelar, entonces cada sector está pidiendo su parte en una torta que ya no es tan grande como antes”, declaró el destacado analista a EL DIARIO.

Indicó también que el Gobierno pasa por un momento político muy complicado, puesto que después del referéndum de febrero, el Estado se empezó a debilitar interna y externamente, dando lugar a que algunos de los seguidores del Movimiento Al Socialismo (MAS) sean quienes marchan en las calles.

RENUNCIA

En el ampliado de la Central Obrera Boliviana (COB), realizado el pasado 25 de mayo, las bases determinaron solicitar al presidente Morales la renuncia de al menos cinco ministros de su gabinete, porque los consideran responsables del cierre de la empresa Enatex.

La COB pide la destitución de los ministros de Economía, de Planificación, de Salud, de Trabajo y Desarrollo Productivo.

También exigieron la abrogatoria del Decreto Supremo 2765, que autoriza el cierre y el despido de los trabajadores de Enatex, además de la restitución inmediata a sus puestos de trabajo a los que han sido despedidos.

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