Bolivia y Estados Unidos bajaron el tono del discurso y se encaminan a normalizar las relaciones diplomáticas. Después de ocho años de tensión, ambos gobiernos avanzan en reestructurar los lazos que tendrá como cúspide el encuentro entre los presidentes Evo Morales, de Bolivia, y Barack Obama, de Estados Unidos. La cita de alto nivel se gestiona en las legaciones diplomáticas y será anunciada por los repuestos embajadores, que se prevé sea a inicio de la próxima gestión.
El encargado de negocios de la embajada de Bolivia en Washington, Freddy Bersatti, informó a EL DEBER de que se trabaja en “asuntos de interés común” que luego serán ejecutados por los embajadores designados. La reunión entre Morales y Obama se gestiona a nivel diplomático.
“Se habla de esto y también se lo hizo cuando el canciller (David Choquehuanca) estuvo acá (en Washington en junio de 2015). Eso seguramente será anunciado cuando se produzca la reposición de embajadores, y cuando lleguemos a embajadores será el resultado de un trabajo de consenso de un paquete de temas, todo es un proceso”, detalló Bersatti en contacto telefónico con este medio.
Acuerdo marco
La Paz y Washington suscribieron el 7 de noviembre de 2011 un convenio que sentaba las bases del nuevo relacionamiento bilateral, marcado desde 2008 por una compleja situación a raíz de la mutua expulsión de embajadores y denuncias de injerencia. Primero, Morales instruyó la salida de Philip Goldberg y luego, George W. Bush correspondió con el retiro del entonces diplomático boliviano Gustavo Guzmán.
A pesar de la firma de este acuerdo solo se pudo firmar un convenio bajo esta nueva modalidad. Estados Unidos destinó $us 22 millones para programas de salud; de este monto, Bolivia administra $us 9 millones. La ejecución de esta cooperación durará hasta 2018.
Bersatti recalcó que ahora se trabaja en dos temáticas: la relación comercial y políticas de medioambiente. En el paquete de temáticas, según el diplomático boliviano, se incorporará lo relacionado con narcotráfico, respeto mutuo y cooperación para asuntos sociales. “Primero se enfoca los temas de interés común, para que luego sean ejecutados por los embajadores”, explicó.
Al respecto, el jefe de bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS) en el Senado, Pedro Montes, reconoció que la labor para mejorar las relaciones con Washington pasa por un proceso complejo. Indicó que la instancia legislativa no será un obstáculo para aprobar el nombre del nuevo embajador de Bolivia en Estados Unidos.
“Es difícil normalizar relaciones diplomáticas con un país que siempre motivó la intromisión política, entonces, ahora como nunca debemos sentar las bases de un nuevo relacionamiento”, consideró Montes.
Bajó el tono
El camino para relanzar relaciones no tiene obstáculos. Los discursos y acusaciones fuertes desaparecieron, incluso cuando Estados Unidos puso en duda la medición de cultivos de la hoja de coca en Bolivia. El presidente Evo Morales reaccionó tranquilo e instruyó a la Cancillería que solicite explicaciones a Washington.
El diputado opositor Víctor Gutiérrez, de Unidad Demócrata (UD), alentó la normalización de relaciones entre La Paz y Washington, ya que el país del norte, dijo, sería un importante aliado en el tema comercial y de lucha contra el narcotráfico.
“Apoyamos que Bolivia tenga relaciones con todos los países del mundo. En este caso, la relación con Estados Unidos es importante por el tema comercial, que puede ayudar a varios exportadores bolivianos”, destacó Gutiérrez.
El canciller David Choquehuanca afirmó que el relanzamiento de las relaciones con Washington se trabaja por canales diplomáticos y evitó establecer plazos para la reposición de embajadores.
“Respetemos los canales diplomáticos. Bolivia quiere tener las mejores relaciones con todos los países del mundo, relaciones dignas, con respeto, entonces no vemos plazos para lograr esas metas”, afirmó Choquehuanca.
Un primer acercamiento se produjo con la visita del encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos en La Paz, Peter Brennan, al presidente Evo Morales. En la cita, en Palacio Quemado, se trazaron mecanismos para mejorar las relaciones diplomáticas y lograr la reposición de embajadores.
“Hay muy buenas posibilidades de avanzar en nuestras relaciones”, admitió Brennan tras abandonar Palacio.
En febrero de 2012 se produjo la última visita a Bolivia de un alto equipo del gobierno estadounidense. El entonces subsecretario adjunto del Departamento de Estado de Estados Unidos, Kevin Whitaker, llegó a La Paz junto con autoridades para trabajar en aspectos referidos a la cooperación jurídica y económica, narcotráfico e intercambio comercial.
Brennan reconoció que en la actualidad se trabaja con Bolivia en dos temas: el intercambio comercial y políticas de medioambiente, en las que sobresale la preservación del lago Titicaca. El diplomático también evitó dar fechas para la reposición de embajadores.
Tema narcotráfico
El tema narcotráfico todavía no está en agenda, pero según Bersatti, se incluirá en el paquete temático que será debatido por el alto nivel. Ahora, La Paz pidió una explicación a Washington sobre su informe de medición de cocales.
“De dónde y cómo hacen sus mediciones de cultivos de la hoja de coca (Estados Unidos) si nunca han coordinado con nosotros, eso deben explicar, queremos saber cómo hacen la medición. Los datos verdaderos son los de la ONU”, remarcó Bersatti
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