Un grupo de asesores de Chile realiza un monitoreo de los movimientos que realizan el Canciller de Bolivia, David Choquehuanca; el agente ante La Haya, Eduardo Rodríguez Veltzé y del vocero de la demanda, Carlos Mesa, según una publicación de La Tercera.
"El objetivo es mantener informados a los integrantes de la delegación nacional (chilena) sobre los lugares que frecuentan las autoridades paceñas hasta que finalicen los alegatos en la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Esto, para evitar coincidir en los mismos sitios", explica la nota.
Agrega que esa no es la única prevención que toma la delegación del vecino país sino también el analizar a detalle un punto central de la exposición de Bolivia: las negociaciones entre ambos países en 1975 y 1976 -lideradas por Augusto Pinochet y Hugo Bánzer.
Esas conversaciones se basan en la posibilidad de otorgar a Bolivia un corredor soberano al océano Pacífico, por el norte de Arica, a cambio de un canje territorial. Las tratativas se desarrollaron a partir del Acuerdo de Charaña, que restableció las relaciones, suspendidas en 1962. Y La Paz utilizará este antecedente para sustentar sus alegatos.
Ese medio indica que esa es la principal preocupación de Chile y fue debatida el pasado domingo, durante una cena entre el canciller Heraldo Muñoz, el agente Felipe Bulnes, los parlamentarios chilenos y uno de los integrantes clave del equipo: Alberto van Klaveren, quien ejerció como agente para la demanda de Perú.
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