Los enfermos de diferentes centros hospitalarios de Miraflores vivieron un calvario, porque tuvieron que constituirse a los recintos electorales para obtener una certificación de impedimento, ni su estado de gravidez pudo evitar que los convalecientes tuvieran prioridad en la fila.
“Un calvario” fue el término que utilizaron los enfermos internados que tuvieron que constituirse a los recintos más cercanos a su centro hospitalario. Sujetando sus sueros y la poca fuerza de sus cuerpos cerca de un centenar de personas hospitalizadas buscaban una respuesta.
Dora Gonzales, Max Chalco, Bertha Ramírez, Elizabeth Zapata, María Quispe, Alejandro Quenta, entre otros, fueron algunas personas que tuvieron contacto con EL DIARIO y expresaron su protesta a la jornada electoral que se vivió ayer.
Los internos del Hospital Obrero, Materno Infantil, Hospital de la Mujer y Hospital de Clínicas no tuvieron la posibilidad de emitir su voto, menos tener una boleta de tránsito por su impedimento, este hecho les obligó a salir de los nosocomios para acudir hasta la unidad educativa más cercana para obtener un documento de impedimento.
En las unidades educativas tuvieron que esperar por varias horas para iniciar el trámite de un certificado. “Vayan o manden a sus familiares a que saquen un certificado o si quieren hagan la fila”, les decían en una mesa del Colegio Hugo Dávila.
“En estas condiciones tenemos que venir a buscar un certificado de sufragio, no es posible que el Tribunal Supremo Electoral no haya pensado en los cientos de enfermos que no podemos movilizarnos”, denunció Roger Márquez.
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