El Tribunal Supremo Electoral (TSE) a través de un equipo de monitoreo permanente dependiente del Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrático (SIFDE), monitorea desde hace siete meses a las redes sociales.
El propósito, identificar en el Facebook (FB) y en el Twitter contenidos políticos, temas de debate y guerra sucia. Una ciberactivista boliviana advierte que hay una línea delgada entre monitoreo y espionaje.
Informe. En una entrevista con El Día, el director nacional del SIFDE, Juan Carlos Pinto, calificó a las redes sociales como un problema universal, ya que tienen la cualidad de comunicar, pero también de ser anónimas. "Intervenimos en las redes para hacer monitoreo desde hace siete meses; contratamos personal especializado solo para interactuar en las redes que nos informan sobre los temas que están tratando, los twitters también", dijo a este medio.
El propósito –dijo Pinto- es el detectar un poco el ambiente electoral, los espacios y temas que están en debate y también de enviar algunas advertencias y recomendaciones.
Medidas. Consultado cómo actúa el SIFDE cuando identifica contenido político que daña la imagen de su adversario o desata guerra sucia, respondió que ya se enviaron señales de advertencia, pero en muchos casos no se puede ir más allá porque a veces no tiene un nombre claramente identificado o la fuente original del mensaje no corresponde al verdadero usuario. “Le advertimos que no estamos en periodo de propaganda, pero no podemos llegar a la etapa sancionatoria”, señaló.
La propaganda electoral, según el calendario oficial, comenzará a través de los medios de comunicación 30 días antes de las elecciones generales, y en ningún caso podrá difundir resultados de encuestas, ni sondeos de opinión en materia electoral.
Pero, ¿qué se hace cuando es un político el que promueve la guerra de insultos a través de las redes sociales?, respondió que el SIFDE puede recibir las denuncias y podría enviar una notificación al posible autor de los mensajes. “Pero el único problema es que puede decir que alguien usa su nombre, siempre habrá la sombra y la duda”, señaló.
A través de las redes sociales, según el entrevistado, también se difunden algunas fechas claves del calendario electoral y se informará a los ciudadanos y ciudadanas en qué mesa electoral sufragarán el 12 de octubre, día de las elecciones generales, como también los programas de los partidos y la biografía de los candidatos en carrera electoral, a fin de que la población los conozca.
Línea delgada entre monitoreo y espionaje. La ciberactivista boliviana, Eliana Quiroz, dijo que una de las funciones del TSE es monitorear la propaganda electoral que es pública, y mientras no acceda a información privada sin permiso del autor, no incurre en ninguna ilegalidad porque todo lo que se publica en los perfiles en el Facebook sin filtro de privacidad es información pública, lo mismo que en el Twitter.
Sin embargo, la experta señaló en una entrevista concedida a El Día desde Alemania, que no le parece correcto que el Órgano Electoral Plurinacional (OEP) no haya advertido de este extremo, no solo a los partidos políticos, sino también a la ciudadanía.
"Lo que me parece que está mal es que no diga que está cumpliendo esa labor (monitoreo). Me parece que debería informar a las organizaciones políticas y a los candidatos que cumplirá esa función de monitoreo de contenidos en las redes sociales, pero también a la ciudadanía", aseveró.
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