Esta es una estrategia de supervivencia del Movimiento Sin Miedo (MSM). Ellos están buscando darle una proyección nacional a su instrumento político. Personalmente, veo muy poca incidencia o relevancia en cuanto al respaldo electoral que podrían tener, porque la diputada Adriana Gil no es una candidata que tenga demasiados adeptos en el oriente, mucho menos en las regiones de Cochabamba o La Paz, departamentos donde el MSM pisa fuerte. Ella (Gil) no le suma votos en el oriente al MSM.
En esta coyuntura se está dando como una especie de partida de ajedrez, donde diferentes actores políticos van moviendo sus fichas para tratar de posicionarse lo mejor posible de cara a la contienda electoral de octubre. Obviamente, el MSM fue uno de los primeros en tratar de hacer estas articulaciones, pero al final, por diferentes motivos, no pudieron consolidarse las alianzas y tuvieron que ir descartando alternativas
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