Rubén Costas, gobernador cruceño y coordinador de la Concertación Unidad Demócrata que postuló esta semana al binomio Samuel Doria Medina-Ernesto Suárez, afirmó que la incorporación de Juan del Granado a la coalición opositora aseguraría una segunda vuelta en las elecciones del 12 de octubre, frente a Evo Morales, pero admitió que a estas alturas una "alianza de tres es muy difícil”.
En la entrevista dominical de Página Siete, reveló que intentó convencer "de una y mil formas” a Luis Revilla para que aceptara una candidatura que aglutinara a la oposición en su conjunto, pero señaló que el alcalde paceño no quiso por razones personales y lealtad a su partido.
"Un binomio con Lucho Revilla, un candidato joven con una gestión exitosa, y un Ernesto Suárez, joven y luchador también, que representa al oriente, podría generar simpatía y atraer a un electorado que está indeciso”, dijo al revelar detalles de sus negociaciones con ambos líderes opositores.
Página Siete - Después de la postulación del binomio Doria Medina-Ernesto Suárez, ¿cuál es el futuro político de Rubén Costas?
Como presidente de la Concertación Unidad Demócrata, haré todo lo posible y necesario para apoyar la candidatura de Samuel y Ernesto. Estoy plenamente convencido de que hoy tenemos una mayoría de bolivianos que quieren un país diferente, que están convencidos de que una mejor Bolivia es posible y que para ellos es necesario un gobierno distinto al actual, que tuvo su oportunidad para unir a los bolivianos y la perdió, porque en lugar de ser el primer gobierno de una nueva época, prefirieron continuar con los mismos errores y vicios que provocaron el derrumbe del anterior sistema de partidos.
Obviamente, sigo siendo el Gobernador de Santa Cruz y es una gran responsabilidad, soy el primer servidor público de un departamento en el que conviven y buscan salir adelante más de tres millones de bolivianos. Al mismo tiempo, me he trazado un horizonte al cual pienso dedicar los próximos años de mi vida política, consolidar al Movimiento Demócrata Social, como un proyecto verdaderamente nacional que se constituya en la gran alternativa para todos los bolivianos en el siglo XXI. Otras decisiones, sobre mi participación en futuras elecciones, las tomaré una vez concluido el actual proceso electoral, pues hoy mi prioridad es trabajar por la victoria de Samuel y Ernesto y apoyar a nuestras candidatos a senadores y diputados, ya que nos hemos trazado la meta de llevar a los mejores hombres y mujeres a la Asamblea Legislativa y disputar la mayoría en ambas Cámaras.
Página Siete - ¿Es posible pensar en otras alianzas para fortalecer la candidatura Doria Medina- Suárez?
Cuando presentamos la Concertación Unidad Demócrata en La Paz, expresé mis deseos y esperanzas de que todavía podamos incluir al Movimiento Sin Miedo (MSM) en esta Concertación. Estoy seguro que las tres organizaciones unidas, MSM, UN y Demócratas, no sólo aseguraríamos la segunda vuelta, sino que tendríamos una gran posibilidad de constituir gobierno con gobernabilidad legislativa.
Página Siete - ¿Cuál fue el elemento detonante que acercó a demócratas y Unidad Nacional?
Con Samuel hemos tenido conversaciones durante todo el 2013 y con el MSM iniciamos un proceso de diálogo político muy serio y responsable que constituyó una grata sorpresa, que estoy seguro, independientemente de lo que pase en las próximas elecciones, continuará, dadas las afinidades encontradas sobre la forma de servir al país. Hice todo lo posible para que podamos conformar una Concertación con los tres liderazgos y las tres organizaciones, lo que finalmente no se pudo hasta hoy.
Con Unidad Nacional, hemos conformado una Concertación que tiene muchos puntos positivos y complementarios, coincidencias en el diagnóstico de la situación y problemas del país, las soluciones y problemas. Hemos acordado puntos básicos como la necesidad de recuperar una democracia plena y una justicia independiente que garantice el respeto a los derechos de los ciudadanos, un compromiso para luchar contra la delincuencia, cero tolerancia al narcotráfico y priorizar la seguridad ciudadana, convertir la lucha contra la pobreza en el centro de las políticas públicas y la implementación de un modelo económico y social que asegure la igualdad de oportunidades a todos los ciudadanos. Para todo esto es imprescindible un Pacto Fiscal, que profundice y consolide a las autonomías como base de una profunda reforma estructural del Estado boliviano, que lo democratice, lo modernice y lo vuelva en un verdadero instrumento de servicio al ciudadano.
Página Siete - Usted se hizo querer antes de tomar la decisión…
El 15 de diciembre pasado, cuando realizamos nuestro congreso fundacional, el Movimiento Demócrata Social me nombró candidato y se vislumbró la necesidad de buscar una alianza. A lo largo del 2013 tuvimos permanente contacto con Samuel. Paralelamente, en determinado momento, pese a que parecía que estábamos divorciados, se produjo un acercamiento con Juan y el MSM gracias a la amistad que tengo con Lucho Revilla desde hace muchos años. Dijimos porqué no vamos a hablar si somos amigos, porqué no vamos a buscar la forma de trabajar por el país; es más, si no llegamos a una alianza, no importa, vamos a dar muestra de madurez política, nos vamos a dar la mano y vamos a seguir trabajando por Bolivia. A lo largo de este tiempo hemos buscado por todos los medios hacer esta alianza: Samuel, Juan y Rubén. Yo creo que estuvimos a punto de hacerlo, hubo una ventana, pese a las diferencias entre el MSM y UN, pero que se cerró hace una semana. Por eso que esa alianza de tres, que era la ideal, es muy difícil, yo no diría imposible, porque en política nadie sabe cuándo va a abrirse un pequeño agujero. Si esa alianza ideal ya no era posible había que buscar una alianza adecuada a las circunstancias.
Página Siete - ¿Qué ha impedido esa alianza de tres?
Nosotros dijimos: aquí hay la voluntad de ser presidente por parte de Juan, Samuel y Rubén, pero se necesita, aparte de esa voluntad, el desprendimiento, el compromiso y la generosidad para no serlo, porque no podemos ir los tres. Dijimos también que Demócratas iba a tratar de convertirse en un articulador de este sentimiento unitario del pueblo boliviano y lo hemos hecho, hemos extremado todo los esfuerzos para eso. En algún momento dijimos: si no somos ninguno de los tres, por qué no pensar en una candidatura nueva, joven, que una oriente con occidente en el imaginario. Con un electorado muy fuerte en el país, que está en La Paz y Santa Cruz, un binomio con Lucho Revilla, un candidato joven con una gestión exitosa, y un Ernesto Suárez, joven y luchador también, que representa al oriente, podría generar simpatía y atraer a un electorado que está indeciso.
Página Siete - ¿Por qué no se concretó?
Eso no se pudo hacer por Lucho. No quiso y no quiso por varias cosas que eran subsanables. No quiso también por una cuestión de disciplina partidaria, que muestra lealtad, que es valorable en política. Yo creo que el MSM y el mismo Juan inteligentemente iban a darle la opción a Lucho si él hubiese tenido la voluntad, pero hay motivos personales y cuando hay motivos personales uno no puede decir nada y hay que respetarlos y yo los respeto. Traté de convencerlo de una y mil formas. Cuando me dijo sus motivos personales, ahí sí estuve totalmente de acuerdo en que tome su decisión. Esa es una primera situación. También habrá que recordar que en algún momento Juan me dijo: si los candidatos somos vos y yo, andá vos, y yo voy a tratar de convencer a mi partido.
Página Siete – Entonces, ¿usted da por descartada la alianza de tres?
Lo que está claro es que la alianza de tres es muy difícil, y no por nosotros, que también eso quiero posesionarlo, porque hemos hecho todos los esfuerzos para buscar esa alianza y darle respuesta a esa voz del pueblo que quiere vernos unidos.
Página Siete - ¿Cuál es la ventana que se cerró y que impidió esa alianza?
En algún momento, la gente del MSM, con mucha madurez y responsabilidad, dijo: superaremos algunas situaciones y nos dieron alguna esperanza, pero otra cosas no menores entorpecieron la posibilidad y hubo una decisión muy clara, como la de Lucho en su momento, de no ir, así como también la imposibilidad de que ellos puedan formar parte de una alianza donde esté UN.
Página Siete - Una alianza con Juan suponía la ruptura con Samuel y a la inversa. Usted tenía la llave para cualquier acuerdo.
Yo no diría que teníamos la llave. Yo diría que hemos querido abrir las puertas de los tres cuartos. Se cerraron algunas, parece que definitivamente. No hemos perdido el contacto. La semana pasada he hablado con Lucho, hemos hecho algunos análisis.
Rubén Costas, líder autonomista y gobernador crítico y criticado
Rubén Costas no pierde la oportunidad de hacer alusión a su extracción campesina. Lo cierto, sin embargo, es que más que un recurso propagandístico, su condición de hombre de campo, además de su profesión de agrónomo, no sólo han sido determinantes en su carrera política, sino en su profesión y, yendo más lejos, en su formación.
Costas nació en Santa Cruz (1955). Es el mayor de cuatro hermanos y su niñez la vivió en el campo. En esa época su padre fue perseguido políticamente y dado de baja del Ejército por su lucha por la regalías del 11% para el departamento; de ahí que Rubén terminara el colegio en la escuela salesiana de Muyurina (Montero) y decidiera dedicarse al agro. Esta impronta familiar definió su convicción por los ideales cívicos, que luego impulsaron su carrera dirigencial y de presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz en el momento más alto de las luchas autonómicas.
Rubén Costas fue el primer prefecto electo de Santa Cruz a través del voto popular. Desde 2006, cuando dio inicio a su gestión, se destacó por imponer un nuevo modelo administrativo y de planificación en el departamento; a la vez que se colocó como claro opositor al gobierno del presidente Evo Morales, del cual fue siempre crítico y resultó también criticado. Ahora, después de renunciar a la candidatura presidencial se abre la puerta a su reelección.
"Santa Cruz encabeza la lucha regional con visión nacional”
Según Rubén Costas, el Gobierno ha creado el estereotipo de que Santa Cruz y sus dirigentes, querían independizarse de Bolivia. "No existe un departamento con mayor vocación integradora que Santa Cruz”, dice el Gobernador y señala que en tierra cruceña se acoge a la mayor cantidad de bolivianos que en ninguna otra región y que éstos son asimilados en la economía y la sociedad. "Ha sido la vieja fórmula de dividir para reinar que se ha exacerbado porque era más rentable que buscar un encuentro”, sostiene.
Señala que Santa Cruz abanderó la lucha por la autonomía como lo hizo en 1957 cuando se levantó "para decirle al país: mírennos, nosotros también somos bolivianos”, y conquistar el 11% de las regalías de explotación de hidrocarburos para todos los departamentos.
"Pero, no únicamente por Santa Cruz, sino con una vocación nacional, como sucedió con el tema de la autonomía, que es más que un simple modelo de administración”, dice.
Sin embargo, Costas admite que "no todo es creación de este Gobierno” sino parte de una visión centralista que es histórica. "Por eso no soy tan lapidario con este Gobierno (...) se ha encargado de destapar todos los demonios que viene de mucho antes”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario