Un grupo de autoridades de la provincia Bustillos, del departamento de Potosí, acudieron ayer a reclamar al Tribunal Supremo Electoral (TSE), pero fueron impedidos de ingresar al edificio. En protesta, los indígenas cerraron con sogas las puertas del Órgano Electoral y no permitieron la salida ni ingreso del personal ni de los vocales a las oficinas del ente electoral.
“No sabíamos que arreglaron lo de Chayanta, pero noso-tros somos de la marca Bustillos y ellos (los vocales del TSE) quieren dividir una provincia en dos; aquí hemos venido a dialogar, si no quieren escuchar a las bases, decidiremos qué hacer”, advirtió Eleuterio Torrejón, mallku mayor de los ayllus del norte de Potosí.
El vocal Ramiro Paredes explicó que para el caso de los “ajustes” en los departamentos de Chuquisaca, Potosí y La Paz, se tomaron al menos cuatro variables que permitieron la modificación de las circunscripciones. Dijo que los campesinos de Bustillos deben demostrar que tienen razones fundadas para el cambio y serán escuchados.
A los pedidos de modificación de las circunscripciones se sumaron ayer los campesinos potosinos después de que los vocales accedieran a “ajustar” ocho circunscripciones en tres departamentos, pese a que la resistencia a cambios fue exteriorizada por todos los vocales.
“Nada es definitivo, todo es relativo y se puede revisar siempre y cuando los cambios respeten la norma”, justificó el vocal Paredes cuando se consultó qué sucederá con los nuevos reclamos.
Las exigencias
Segundo Checotea Huanca, segundo mallku del ayllu Jucumani, explicó que la provincia Bustillos siempre estuvo unida con sus cuatro municipios: Llallagua, Uncía, Chayanta y Chuquihuta. Todos formaban una sola circunscripción y el TSE, con el nuevo reglamento, colocó al municipio de Llallagua en la circunscripción 38 y a los otros tres municipios en la circunscripción 39, lo que es rechazado por los dirigentes y por eso afirman que están dividiendo su territorio.
La seguridad con la que cuenta el Tribunal Supremo Electoral fue el único obstáculo que encontraron los campesinos, porque en el lugar ya no funciona el destacamento policial, como ocurrió en años anteriores. Ante la oportunidad, los campesinos potosinos decidieron cerrar el portón, situación que provocó que los vocales salieran por otras puertas y se fueran en vehículos particulares
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