Como el gato y el ratón. Así estuvieron las primeras damas y la prensa porque la agenda creada para ellas -dada a conocer por el equipo de protocolo de la Cancillería-, pocas veces coincidió con la vida real.
El viernes, el clima impidió el desarrollo de la agenda con normalidad, mientras que el sábado la visita al biocentro Güembé, a joyería Andrea y la foto oficial no se llevaron a cabo, pero algunas mujeres de las distintas delegaciones se fueron de shopping a Carmen Steffens en el Ventura Mall e incluso al mercado Los Pozos, donde compraron prendas.
El domingo, Fanny Jiménez, de la joyería Andrea, y su modelo, Claudia Tavel, miss Bolivia 2013, esperaron en vano a las visitas al desfile que organizaron. Algunas de ellas se encontraban en el biocentro Güembé, entre ellas la primera dama de Suazilandia, Joy Dlamini, con su delegación, la ministra de Autonomías Claudia Peña, y Lidia Gutiérrez, esposa del canciller David Choquehuanca, que hicieron de anfitrionas.
Esta última se preocupó por llevar sus mejores galas, mantilla y pollera en turquesa con café y dorado, en contraste con una cartera roja. Luego partieron a la Casa del Camba del Urubó, donde hicieron espacio para las delicias de Santa Cruz.
Mientras tanto, la presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner, que estuvo ausente del acto inaugural y de la cena de presidentes, se reivindicó en las afueras de Los Tajibos, donde se tomó una selfie que rompió con todo el protocolo
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