La legisladora del Movimiento Al Socialismo (MAS) y secretaria de la Asamblea Departamental de Tarija, Bertha Aramayo, denunció que sufre amenazas de sus colegas afectados por el descuento de un día de haberes por no asistir a una sesión que se debía realizar el 10 de abril. La ausencia dolió en el corazón del MAS, ya que en la misma estaba previsto otorgar la máxima distinción departamental al presidente Evo Morales. Al mismo tiempo, el impasse calienta las elecciones para renovar la mesa directiva del Legislativo, que debe concretarse hasta fin de mes.
“Hemos descontado de un día que la directiva ha llamado a sesión (…) Los asambleístas aquí hacen una serie de amenazas. Nos acusan de abuso de autoridades por descontarles cuando ellos no han asistido a la sesión del 10 de abril”, precisó Aramayo.
La representante del Movimiento Al Socialismo (MAS) agregó que los legisladores afectados pertenecen a todas las tiendas políticas y no sólo a la oposición.
Entre los que “hacen aseveraciones en su contra”, identificó a María Lourdes Vaca, Paul Mendoza, Vicente López, Osvaldo Ferreira, Mery Polo y Zulema Saracho, e indicó que “no se unen para hacer una ley o una resolución pero si para pedir su sueldo”
No quisieron homenajear a Evo
En su defensa, la asambleísta de Camino al Cambio, Mery Polo, indicó que no asistió a esa sesión porque la misma estaba convocada para realizar un homenaje al presidente Evo Morales.
“Convocan a sesión para una declaratoria de homenaje al Presidente del Estado Plurinacional que se realizó en el pleno de la Asamblea, entonces esa inasistencia dio un mensaje”, dijo la opositora.
Sin embargo, Aramayo afirmó que la sesión no se concretó por falta de quórum, algo que fue utilizado también por Polo para indicar que si no se instaló sesión nadie faltó a trabajar, ya que sería incoherente.
Dolor en el MAS
Lo cierto es que la sesión “dolió” en el interior del Movimiento Al Socialismo (MAS) ya que estaba previsto un gran homenaje al presidente Evo Morales que no pudo ser concretado por la falta de legisladores, incluyendo los propios y los de la alianza con el PAN. Cabe señalar que con 16 asambleístas ya se puede llevar adelante la sesión y que la última directiva fue electa con 17 votos.
Este detalle fue considerado un borrón más en la gestión de Fortunato Llanos, cuya legislatura está pasando sin pena ni gloria desde que en agosto de 2014 se remitiera el Estatuto Departamental al Tribunal Constitucional. Con todo, Llanos es el principal candidato para repetir en la Directiva del legislativo en la próxima renovación, si es que los pactos del año pasado no fallan.
Torres apuesta por recuperar la Asamblea
En las elecciones de 2013, la alianza Camino al Cambio – MNR voló por los aires ya que cada uno de los partidos presentó sus propios candidatos por separado, por lo que la alianza PAN – MAS logró todos los cargos a través de una reedición de la alianza que ya sacó del cargo al gobernador electo, Mario Cossío. La alianza entre CC-MNR ya se había venido deteriorando en los meses anteriores, precisamente por criterios divergentes sobre lo que el Gobernador debería haber hecho. MNR defendía que debía renunciar para facilitar elecciones mientras que CC apostaba por apegarse a la legalidad. Cuando los tribunales le dieron la razón, miembros del MNR como William Fernández, Paul Mendoza y Normando Choque permitieron remitir a Sucre un recurso interpuesto por Lino Condori que impedía tratar el tema de la reposición y en la práctica dio un año más en el cargo al interino Lino Condori.
El asambleísta Jhonny Torres, líder del MNR, señaló en entrevista con radio Fides su optimismo sobre las opciones de recuperar la Asamblea. “Si como dice Zambrana hay dos indígenas con nosotros, más dos díscolos del PAN, más nosotros que somos once, un voto vale oro”.
El apunte
Un año sin ética en el Legislativo
Tras cuatro años de gestión en la Asamblea Legislativa Departamental, las autoridades han sido incapaces de dotarse de un reglamento de ética que regule sus comportamientos en el hemiciclo. Ausencias injustificadas, gastos inexplicables e incluso peleas indecorosas dejan en entredicho la honorabilidad de los electos, sin embargo, todos estos actos quedan sin sanción.
La aprobación del código de ética no es una prioridad para los legisladores, ya que cada vez que el tema ha ingresado al pleno ha sido devuelto a las comisiones alegando cuestiones tan peregrinas como la indefensión y lo atentatorio contra la libertad de los asambleístas.
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