Fanny Nina cuenta que cuando asumió la presidencia de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de El Alto, en 2009, se puso en marcha por las reivindicaciones y necesidades de esa ciudad, pero eso le costó el cargo.
En 2010 presentó un pliego a las autoridades con seis mandatos de las bases, entre éstos, la edificación de una planta de petroquímica (por la Agenda de Octubre) y la instalación general de servicios básicos.
Entonces, recuerda, comenzó un calvario. Afirma que por esa actitud sufrió un "golpe de Estado”, y aunque intentó retomar fue impedida de regresar a su oficina. En medio de esa crisis dirigencial se dictó el gasolinazo a finales de 2010, pero fue cuando Nina asumió el liderazgo en defensa de la "economía popular”.
Por esa acción fue amenazada en varias oportunidades y sufrió "persecución”. Por eso es que cuando el Gobierno anuló la medida, Nina dio un respiro.
No obstante, su tranquilidad fue interrumpida por un accidente "sospechoso” que la postró por semanas en una clínica. Fue cuando le dieron la asestada final. La alejaron de su cargo.
Es inmigrante, nació en la provincia Inquisivi, en un centro minero. Llegó a El Alto a los siete años y radica allí desde hace 38 años. Estudió Comunicación Social, pero por los "tiempos difíciles” no logró licenciarse. Relata que tuvo que ponerse a trabajar para cuidar a sus hermanitos.
El año pasado decidió volver a las bases. Pero la semana pasada, el 28 de abril, fue proclamada candidata a la Presidencia por Nueva Alternativa Popular (NAP), y su vida dio un giro total.
¿Cómo se gana la vida?
Lamentablemente, después de mi paso por la Fejuve busqué trabajo, con un salario. No pude encontrarlo. A los lugares que acudí me decían: "Claro, compañera Fanny, podrías trabajar, pero por ahí nos observan”. Encontré peros en el camino. Quizá me faltó visitar más lugares, pero a los que visité así me respondieron.
De modo que dije: "Dios me ha dado manos y capacidad para desenvolverme en lo que pueda, además hay que ser creativos”.
Así que trabajo haciendo un poco de todo, un poco de artesanías, me dedico a hacer trabajos para estudiantes de colegio, especialmente manualidades. También realizo asuntos de gestión, en relación siempre con grupos de mujeres, de jóvenes... Ésa es mi forma de sobrevivir, independientemente. Eso me da para poder cubrir mis servicios básicos, mi alimentación.
Siendo El Alto un "bastión” del MAS, ¿cómo se atrevió a ser contestataria al Gobierno?
La gente es mi fortaleza aquí en la tierra, porque después arriba está Dios, ante quien puedo acudir, llorar, pedir consejo. Entonces, la gente me apoyó mucho en ese tiempo. Me decían: "Hay que seguir adelante, doña Fanny, fuerza”. Claro que a veces me encontraba e incluso me han propinado golpes, pero me aguanté.
¿Cuál es la principal razón para hacer ese salto a la política?
El pueblo, también. Pero en este caso ya el pueblo boliviano, a nivel nacional. Cuando me hicieron esta invitación tuve que pensar mucho. Muy difícil tomar esta decisión porque a nivel nacional el ámbito es más grande, tiene muchas dificultades. Además como mujer, qué no dirán de mí, qué no harán por ponerme al piso. Además tomé la decisión por El Alto. Es la primera vez que El Alto tiene una candidatura presidencial, y no podía ser menos que sea una mujer.
Se refiere demasiado al pueblo, ¿qué es para usted esta categoría?
El pueblo es parte de mí. Si a mí me duele algo, me voy a atender, me voy a curar. El pueblo es para mí eso. Por eso me duele cuando veo cualquier injusticia. El pueblo es mi amigo, mi compañero, pero también es mi juez porque juzga pues mis acciones. Es mi cómplice porque cuando queremos emprender algo ahí está.
Se viene un camino bien pedregoso, ¿está preparada?
Será pedregoso y peligroso. Pero para tomar esta decisión he tenido que asumir ya los riesgos que esto conlleva. Así que está incluido todo lo peligroso, lo pedregoso, todo lo que vaya a presentarse. Vamos a estar fuertes.
Cada día además aprendemos algo y vamos a fortalecernos más, porque no estoy sola. Estoy acompañada por un equipo de personas, académicos, que nos va a apoyar con sus conocimientos científicos; compañeros campesinos, también, que desde su punto de vista, con la experiencia que ellos tienen, además transmisores de los deseos de nuestros hermanos campesinos, también van a fortalecernos. Están los jóvenes universitarios, que con su mentalidad innovadora también están apoyando este proyecto. Están la experiencia y sabiduría de nuestros compañeros y compañeras de la tercera edad. Están también las mujeres, como no podría ser menos. Esa fusión es una fortaleza muy grande.
¿Este proyecto político va a hacer alianzas con los partidos tradicionales, con el MAS?
Por el momento el objetivo es que NAP participe en las elecciones con su candidata Fanny Nina y estamos esperando determinar quién será el que acompañe. Sin embargo, no se cierra nada en cuanto a las alianzas. Pero tendrán que ser siempre las más saludables, porque el pueblo también le pone esperanzas a una determinada opción y no debemos defraudar.
Su partido está retrasado, ¿qué harán para remontar?
Sí, vamos a tener que tocar puerta por puerta, lo vamos a hacer. No tenemos los recursos que tienen otros partidos. Va a ser una carrera desigual, pero nosotros aquí estamos dispuestos a sacrificarnos, pero con mucho amor.
Una pregunta de rigor, ¿por qué quiere ser presidenta?
Porque quiero trabajar, esta vez, por todo el pueblo boliviano. Trabajé por El Alto, ahora quiero trabajar por todo el país.
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