Militares y ministros, en entredicho; en eso derivó el conflicto. El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, reveló ayer que el 80% del presupuesto de Defensa y de las Fuerzas Armadas (FFAA) se va a salarios de los militares, y puntualizó que el 45% se lo lleva los oficiales y el 55%, los sargentos y suboficiales.
Los uniformados de baja graduación, que se movilizan desde hace más de tres semanas y amenazan con radicalizar sus protestas esta semana, respondieron que se debe tomar en cuenta que los sargentos y suboficiales conforman el 70% del personal militar y los oficiales llegan al 30%, es decir, para ellos la desigualdad se comprueba con esos porcentajes.
“Sobre el tema salarial, ellos dicen que los discriminan. Desde el año 2000 al 2005 las FFAA no recibieron más incremento que el 3%. Entre 2006 y 2014, en las FFAA se otorgó un incremento mayúsculo. Para dar un ejemplo respecto al crecimiento del presupuesto del sector de defensa y de las FFAA, casi el 80% del presupuesto de las FFAA y del Ministerio de Defensa se va a salarios, a sueldos”, explicó Quintana a medios estatales. Vale decir, la gran mayoría de los recursos de Defensa, una de las carteras que más percibe del Ejecutivo, va para el gasto.
“Cuando llegamos al Gobierno, su presupuesto era de Bs 1.176 millones. Hoy asciende a 2.177 millones, casi el 100% de incremento, y en términos del presupuesto de defensa, de 1.535 millones a Bs 4.150 millones, 170%”, complementó.
Un suboficial, que prefirió no identificarse, explicó que “los suboficiales y sargentos conforman el 70% del personal de las FFAA. Usted se da cuenta de que no es justa la comparación”.
Otro sostuvo que “ellos (los oficiales) son 3.000, nosotros 10.000 (una relación de tres suboficiales por cada oficial). Pero el problema es la distribución desigual. Los oficiales tienen un bono de diplomado, altos estudios, maestría, y otros que no nos llegan. Nosotros tenemos dos bonos, el de diplomado y el jerárquico, y son mínimos”.
Quintana aseveró que en los últimos años, el Gobierno aplicó una escala salarial inversamente proporcional en las FFAA, y eso beneficia a sargentos y suboficiales. “En 2009, el aumento para un general de fuerza era de 4% y para un sargento, de 26%. Esto, para corregir las asimetrías, fue una decisión de shock, porque había una disparidad muy fuerte. En 2012, 1% para un general de fuerza, y 8% para un sargento inicial”, acotó.
Otro suboficial consultado señaló que “el incremento inversamente proporcional no nos conviene. Primero porque al llegar al máximo grado no aspiramos a ganar más de Bs 8.000. Un general gana más de Bs 15.000. Además, nosotros ascendemos, y a medida de que lo hacemos, nuestro ingreso se reduce. Esta opción será buena para una persona que se quedará 30 años en un mismo puesto”. El otro complementó que “los generales aceptaron aumentarse solo el 4% en 2009, porque si accedían al incremento del 26% iban a ganar más que el ministro de Defensa o tal vez que el presidente Evo Morales”.
Para hoy se anuncia la masificación de la huelga de hambre con más familiares y sectores sociales, y para mañana una marcha masiva. La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, acusó a los manifestantes de estar con la oposición política
ANÁLISIS
No es correcto ese presupuesto para salarios
Samuel Montaño - ANALISTA
No es correcto que el 80% del presupuesto de la Defensa se vaya a salarios. Dentro de las FFAA, en los últimos años, se ha creado una serie de cargos jerárquicos, y comandos, para mí, con la finalidad de comer más presupuesto. Por ejemplo, no entiendo para qué crear un Comando de Seguridad Aérea para cumplir la Ley de Control Aéreo, aprobada recién.
Se supone que esa misión la tiene la Fuerza Aérea. Lo crearon para generar un nuevo general y coronel que se hagan cargo de este emprendimiento, y eso es más presupuesto.
No es correcto que el 80% del presupuesto vaya a sueldos porque aumenta el número de oficiales, no puede ser que unas FFAA tengan 40.000 hombres, 10.000 oficiales y, digamos 3.000 oficiales; aunque yo creo que no pasan de 700 en este momento.
La tendencia mundial es que las FFAA se reduzcan, tanto en cantidad de oficiales como de tropa. Más que por cuestiones de presupuesto, es para atender la profesionalización. El Ejército de Chile, el de Colombia, que tuvo problemas con las FARC y otras guerrillas, eliminaron mandos ociosos y optimizaron esta lucha. Se debería usar ese dinero en equipamiento y otros temas de inversión estratégica para el área
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