“Tengo 72 años y debería estar preocupándome por la herencia que dejo y no por la que debería haber recibido”, inicia la conferencia de prensa Ramiro Víctor Paz Cerruto, hijo del cuatro veces presidente electo de Bolivia, Víctor Paz Estenssoro. Sin embargo, a Paz Cerruto, después de 12 años en Tarija en los que ha pasado de ser un renombrado analista y consultor, (en cuya hoja de vida se cuentan algunas de las empresas e instituciones más importantes del continente como el Banco Interamericano, Naciones Unidas, Banco Mundial, etc.), a residir en un hostal, le quedan fuerzas para seguir reclamando justicia a la Justicia. “Ya no es por mí, es porque mucho se habla de seguridad jurídica y sin embargo no hay nada. Sin ninguna pretensión y sin que merezca ningún trato excepcional, si esto le pasa al hijo de una persona tan relevante como Víctor Paz, qué puede esperar un ciudadano común y corriente”, señala retando a la Justicia. Doce años después, Paz Cerruto aportó nuevas pruebas que avalan su versión de que el testamento de su padre fue adulterado.
Un pleito cargado de irregularidades
Cuando falleció Paz Estenssoro, su hijo Ramiro vivía en Indonesia donde se refugió a trabajar para las Naciones Unidas después de un trance personal, y reconoce que se enteró de la noticia por la prensa. Hoy sigue luchando porque se esclarezcan los últimos días de su padre.
El caso de la herencia de Víctor Paz Estenssoro (1907 – 2001) data ya de doce años. El 28 de marzo de 2002 Ramiro Paz convocó a su primera conferencia para anunciar que impugnaba el testamento, pero hasta ahora se han sucedido una serie de irregularidades. “A los pocos meses de presentar la demanda, el juzgado declaró cerrado el Expediente Judicial Testamentario, pese a que el Código Civil, en sus artículos 1502 y 1233 declara la materia sucesoria como imprescriptible”, señala.
En el testamento impugnado, del 14 de enero de 1999, se hace referencia exclusivamente a una finca de tres hectáreas en el fundo San Luis de la provincia Cercado.
Ramiro Paz esgrime fundamentalmente cinco irregularidades en el proceso, la primera es que el Testamento sólo hace referencia a una de sus propiedades y de la que además no se ha presentado el título de propiedad (signado en el mismo Testamento). El segundo es que la masa hereditaria comprendía otras propiedades en Tarija, Tariquía, Santa Cruz y Buenos Aires (acreditadas a través de diferentes documentos en propiedad de Paz Cerruto) pero que no fueron incluidas. La tercera es que “se presume perdido el sobre que contenía el testamento y el acta de entrega al notario del sobre pertinente”. Ocurre lo mismo con el comprobante de depósito del sobre en el Banco Nacional de Bolivia. Por último, tampoco hay evidencia del inventario que era obligación del Albacea Manuel Bass Werner ni se ha realizado por orden judicial.
Justicia
Ramiro Paz reiteró que su demanda es fundamentalmente por comprobar la justicia que se ejerce en Bolivia, motivo por el cual volverán a reiterar en el Tribunal correspondiente que se tomen las medidas oportunas.
Los datos:
- Ramiro Paz Cerruto, hijo de Víctor Paz Estenssoro, suma pruebas para impugnar el testamento.
- La primera impugnación se produjo hace doce años y la Justicia intentó archivar el caso en pocos meses.
- Paz Cerruto señala hasta seis irregularidades que se produjeron en relación al testimonio.
Consultora certifica firma falsa
REDACCIÓN CENTRAL/EL NACIONAL
Después de varios años de parálisis, en 2011 el caso se volvió a mover ante el intento de llevar a cabo un proceso de usucapión sobre el fundo de San Luis de la viuda de Paz, María Teresa Cortez y cuatro de sus hijas, a la que Paz puso freno. En julio de 2013, Paz logró que la Norton International Security, consultora especializada en la verificación forense de firmas sobre documentos, accediera a analizar su caso. Para ello aportó cuatro firmas. Una de 1955 y otra de 1996, cuando Víctor Paz se encontraba bien de salud, otras dos que sustentan el conflicto. La tercera es del acta de entrega del testamento cerrado y la cuarta del propio testamento. Ambas se realizaron el mismo día, el 14 de enero de 1999.
De acuerdo al informe de la Norton, “las muestras analizadas muestran el requerimiento de firmeza e intención. Sin embargo, cuestionamos seriamente la muestra 4 (la del Testamento), que lleva la misma fecha que la muestra 3. Esto hace probable que haya sido fijada por alguien que no fue el sujeto. En esta muestra 4, también hemos detectado trazos temblorosos inusuales que han dado impresión inducida de que la firma refleja la avanzada edad del sujeto. Asimismo, existe la fuerte posibilidad de falsificación por el uso de diferentes lapiceros en la muestra 3 y 4 durante un periodo de pocas horas en el mismo día. Es muy probable que fuera dibujada por otra persona que el sujeto”.
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