El embajador de Alemania, Philipp Schauer, reveló que más de 90 millones de dólares de la cooperación alemana en Bolivia no pueden ser desembolsados debido a los papeleos y la lentitud excesiva en los trámites para la ejecución de estos recursos.
El diplomático, quien está finalizando una gestión de cuatro años como embajador en Bolivia, conversó ayer con Página Siete sobre la situación de la cooperación alemana y la relación con el Estado boliviano.
¿Qué acciones puede destacar de su gestión como embajador?
El trabajo más importante que tenemos aquí en Bolivia es la cooperación económica y así yo estuve durante tres negociaciones bilaterales, aunque uno se hizo en Alemania y hemos fijado los montos de alrededor de 30 millones de euros (40 millones de dólares) para cada año en diversos proyectos.
¿Cuáles son las prioridades de la cooperación alemana en Bolivia para esta gestión?
Es una cooperación a largo plazo y los proyectos muchas veces son complicados; en la cooperación técnica generalmente dura como diez años, mientras la cooperación financiera es un poco menos, quizás a veces porque hay que preparar un proyecto, hacer los estudios, firmar los contratos, la licitación y luego la construcción, porque la cooperación financiera muchas veces tiene que ver con la construcción, entonces hay muchas prioridades.
Si se habla de (proyecto) nuevo, la prioridad es Sucre, agua potable para Sucre, y en segundo lugar agua potable para zonas periurbanas, es casi seguro en Santa Cruz. Las ciudades han crecido mucho y así hay que prever más agua para estas grandes ciudades, sobre todo para las zonas nuevas periurbanas.
¿En los últimos meses hubo ajustes a la cooperación?
En la cooperación estamos trabajando bien, pero hemos visto que se ha vuelto cada año más difícil por la burocracia y también por asuntos aduaneros del IVA, del SIN (Servicio de Impuestos Nacionales); entonces, estamos con muchas trabas burocráticas que sí están haciendo difícil el trabajo y que están interviniendo también en la implementación (de los proyectos), así que no se puede gastar o invertir tanto dinero debido a esos procesos lentos y difíciles.
¿Qué opina de la susceptibilidad del Gobierno especialmente con la cooperación de Estados Unidos? ¿Pasa lo mismo con Alemania?
En lo general anda bien y nos han expresado muchas veces que dan prioridad a nuestra cooperación los ministerios técnicos, el Ministerio de Planificación, el canciller, el Vicepresidente y el Presidente; pero en lo práctico sí se ve que hay muchas trabas burocráticas que tienen que ver con que aquí hay miedo de firmar cosas que no son muy comunes. (Los temores) salen por ejemplo del código aduanero, como es nuestra situación con acuerdos bilaterales con privilegios diplomáticos, y así no es siempre fácil implementar la cooperación. Obviamente si hay trabas, uno a veces tiene la impresión de que no está tan bienvenida la ayuda, pero creo que es más bien un problema interno de organización, quizás también faltan señales positivas por parte de los niveles altos para que los funcionarios tengan la idea de que sí hay que apoyar un poco más estos procesos (de cooperación).
¿Existen cifras?
En estas negociaciones bilaterales se han asignado 35 millones de euros ($us 45 millones) para estos dos próximos años, pero a eso se añaden programas regionales y todavía hay mucho dinero que no se ha ejecutado que, como nosotros decimos, (están) en pay plan (plan de pago). Las asignaciones son una cosa y lo que se va a gastar es otra cosa, pero depende de estos procesos burocráticos. Hay más de 70 millones de euros ($us 90 millones) que no se han implementado.
¿Estos recursos están paralizados, si vale el término, por la burocracia a la que hace referencia?
Exacto.
¿A cuánto alcanza la cooperación alemana en Bolivia?
Normalmente son alrededor de 30 millones de euros que estamos invirtiendo aquí en Bolivia en el proceso de cambio, eso varía porque depende de los progresos de los proyectos. Si un proyecto grande de agua está a punto de construirse y se construye hay un flujo mayor que si sólo estamos en una fase de preparación; hay la parte que negociamos con el Gobierno, pero también hay proyectos regionales a veces que salen un poco de este marco, y también hay apoyo a las ONG que se hace directamente de Alemania, entonces en general (la cooperación) es alrededor de 30 millones euros cada año.
Perfil Nació el 12 de julio de 1958 en Estocolmo, Suecia. Está casado y tiene tres hijos. Estudió derecho en Alemania y entró en el servicio diplomático en 1987. Trabajó en Caracas, Venezuela; Mali, Londres, Albania y otros países. En 2009 asumió su primer cargo como embajador en La Paz, Bolivia.
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