La Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia anunció ayer que la Marcha por la Vida comenzará este lunes si el Gobierno no atiende favorablemente la demanda de nacionalización del 100% del yacimiento minero de Colquiri.
“No hay contrapropuesta que se pueda negociar si no es la reversión del 100% de Colquiri. De no ser así, desde el lunes entramos al planteamiento de una marcha de Colquiri a La Paz”, aseguró el secretario ejecutivo de la federación, Miguel Pérez.
En ese contexto, los asalariados se negaron ayer a retornar al diálogo con el Gobierno y con el sector cooperativista, y pusieron como condición que el dirigente Severino Estallani se reponga de la hipoglicemia que padece y por la que fue internado a las 2:00 de ayer en la clínica CEMES.
Estallani denunció que fue agredido físicamente por el cooperativista Miguel Manuel Coñoja, en la última reunión que se desarrolló entre la noche del jueves y la madrugada de ayer.
Un periodista de Página Siete constató ayer que la dirigencia de la federación llegó cerca de las 16:00 al Ministerio de Gobierno y entregó la nota en la que solicitó un cuarto intermedio en el diálogo hasta que el representante de Colquiri sea dado de alta.
“Sin la presencia de nuestro dirigente no podemos ser parte de esta mesa de diálogo”, declaró el representante Martín Mamani, quien agregó que mantendrán esa posición “hasta que se restablezca nuestro compañero”.
La madrugada del viernes se produjo un incidente entre ambos sectores de mineros en la sala de reuniones del Viceministerio de Régimen Interior. Imágenes de televisión muestran a Coñaja sacando lo que parece ser su carnet de identidad, acercarse a Estallani y darle una especie de cachetada con la mano que agarraba la presunta cédula de identidad.
Estallani relató que esquivó un primer golpe. “He sido agredido por el representante de Fedecomin, Miguel Coñaja. Cobardemente vino a agredirme con su carnet, si no hubiera esquivado hubiera perdido un ojo”, dijo a ERBOL.
No obstante, el presunto agresor rechazó los dichos de Estallani. “Si es que le hubiera dado un puñete podríamos decir que se hubiera muerto. Yo quiero decir al pueblo que en ningún momento hubo agresión”, aseguró.
Anoche, la COB lideró una marcha de teas que partió de la zona del Cementerio, recorrió las calles Pando, Montes, Potosí, Colón y Mariscal Santa Cruz hasta la sede de los mineros. En la marcha participaron unas 5.000 personas que usaron linternas, teas, velas con botellas plásticas. Se lanzaron petardos y no dinamitas.
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