Los alcaldes de Sucre y Quillacollo que fueron posesionados el pasado mes de enero temen ser suspendidos del cargo por las acciones en contra de ellos.
El burgomaestre de Sucre, Moisés Torres (Líder), aunque no enfrentan ningún proceso en su contra por el momento, dijo tener miedo a una posible suspensión, porque a su parecer este sería el objetivo del Movimiento Al Socialismo (MAS), para volver a obtener el poder en el municipio capital del país.
Una similar situación ocurre con el alcalde de Quillacollo, Cochabamba, Charles Becerra, aunque sobre él sí pesan cuatro procesos judiciales.
¿Acoso político? Torres afirmó sentir constantemente un "acoso político", por parte de los concejales del Movimiento al Socialismo hacia él. "Está claro cómo nos están observando, nos persiguen los pasos para saber qué hacemos y qué no estamos haciendo. Los ediles masistas me piden informe oral y escrito por todas las acciones que hacemos, inclusive en esta semana que pasó me pidieron un informe por el decomiso de mandarinas", argumentó Torres a tiempo de justificar su acción basándose en una norma municipal de esta ciudad.
Pese a las diferencias y la tensión con la que se trabaja en el Gobierno Municipal de Sucre, el alcalde dijo sentirse tranquilo porque hasta el momento no lo han enjuiciado. "No nos han denunciado de nada, porque todo lo que hemos hecho está bien. No incumplimos las normas, respetamos las leyes y simplemente estamos obedeciendo a la población beneficiándola con obras", dijo el alcalde Torres.
Sin embargo, para la presidente del Concejo Municipal, Verónica Berríos (MAS), las actitudes del alcalde no son adecuadas y que por ello piden informe al burgomaestre.
Berríos mencionó que en los siete meses que lleva como máxima autoridad municipal, Torres no ha ejecutado grandes proyectos y que solo ha refaccionado algunas obras que ya habrían sido entregadas tiempo atrás por el presidente Evo Morales.
Procesos en ascenso. En tanto, la situación es más crítica para el alcalde opositor del municipio de Quillacollo, Charles Becerra, de Unidad Nueva Esperanza (UNE), quien enfrenta cuatro procesos en su contra.
El burgomaestre es acusado por el cobro irregular de prediarios el año 2003 cuando asumía la función de director de Régimen Penitenciario. Otro proceso es por los delitos de uso indebido de influencias, concusión y contribuciones y ventajas legítimas. Referente a cobros irregulares que se realizaba a trabajadores de la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Quillacollo (Emapaq) para que se mantengan en sus puestos laborales.
El tercer y cuarto proceso en contra de Becerra, se trata sobre las designaciones ilegales, uno relacionado a un funcionario con sentencia ejecutoriada y el otro por el caso del director de la Alcaldía de Turismo.
Para Becerra esta serie de procesos en su contra, solo responden a una medida política. "Están buscando desestabilizar la gestión municipal que estoy encabezando.
El MAS es el que está detrás de todos los procesos políticos", expresó la autoridad.
Sin embargo, el presidente del Concejo, Gilmar Terrazas, días atrás mencionó que las inacciones por parte de alcalde para aclarar esta situación los hacía sospechar sobre encubrimiento a irregularidades y actos de corrupción.
Alcaldes ante posible suspensión
Moisés Torres. (Sucre).
Fue electo en diciembre.
Torres se alió con Unidad Nacional (UN), para poder ganar al MAS el sillón municipal.
Torres fue apadrinado por exautoridades opositoras de Sucre: Savina Cuéllar, Jaime Barrón y Jhon Cava.
Charles Becerra.
(Quillacollo).
Ganó las elecciones de diciembre con el 46%.
La gestión de UNE empezó en el 2005 al 2010 cuando fue suspendido Héctor Cartagena y reemplazado por Carla Pinto (MAS).
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