Los comerciantes pasaron la noche en sus tiendas por temor a los saqueos, mientras los bancos cerraron sus puertas por la falta de efectivos policiales. El motín policial dejó a las ciudades sin vigilancia y las unidades militares tuvieron que patrullar las calles.
Efectivos del Ejército se encargaron del patrullaje en La Paz, Santa Cruz y Cochabamba, donde todos los servicios que prestaba la entidad verde olivo fueron suspendidos. En Sucre se mantiene la seguridad sólo para entidades financieras e instituciones estatales.
Potosí y Oruro se quedaron sin vigilancia urbana, mientras que en Beni los vecinos se organizaron para hacer vigilias.
En algunas ciudades intermedias y en zonas rurales, se cerraron las estaciones y unidades policiales. Los uniformados verde olivo en Llallagua instalaron una carpa en la plaza principal para evitar los actos delincuenciales.
La situación de incertidumbre causada por el amotinamiento de la tropa provocó que los ciudadanos tomen la iniciativa de resguardar sus propiedades.
Por ejemplo, los comerciantes de electrodomésticos de la calle Eloy Salmón y los dueños de tiendas en el mercado Huyustus decidieron pasar la noche en sus puntos de venta, ante la ola de rumores sobre saqueos que se propaló durante la tarde de ayer. La misma decisión se tomó en la La Cancha, el mercado más grande Cochabamba, y en las tiendas de Los Pozos, en Santa Cruz.
La capital valluna se quedó sin servicio de Bomberos, mientras que este cuerpo uniformado tuvo que apagar el conato de incendio en el Tribunal Disciplinario Superior de La Paz.
En Santa Cruz, los vehículos de la División de Accidentes fueron repartidos entre los distintos garajes de unidades policiales.
En Sucre, las oficinas del Comando Departamental fueron cerradas debido a que en su interior se encuentran acuartelados los efectivos policiales, mientras las esposas de suboficiales y clases mantenían una vigilia a la espera de una negociación en la sede de Gobierno. En esa capital, los bancos atendieron con normalidad.
En cambio, en La Paz, alrededor de las 10:00 de ayer, las entidades financieras comenzaron a cerrar sus puertas, luego de que más unidades de policías de base se unían al motín.
Mientras los bancos Mercantil, BNB, FIE y Ganadero optaron por cerrar sus puertas, sólo el Unión, de propiedad estatal, mantuvo la atención, aunque de manera restringida en la avenida Camacho.
La Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban) anunció que hoy se evaluará si hay las condiciones para que se vuelva a atender al público. Marcelo Montero, de Asoban, informó que los bancos atenderán siempre y cuando existan guardias.
“En la medida que las entidades tengan unos márgenes mínimos de seguridad van a abrir (hoy)”, adelantó. La posibilidad de que los cajeros automáticos se queden sin dinero provocó largas filas de clientes.
Punto de vista
waldo albarracín Ex Defensor del PuebloTiene que haber una ley de régimen disciplinario en cualquier entidad, en las Fuerzas Armadas, en la Policías, en las universidades, entre otras, pero lo importante es que la ley no muestre niveles de verticalidad, que no tenga un sentido draconeano que esté solamente para juzgar con tanta rigidez que no den alternativas de una defensa efectiva. El problema no es que cualquier institución tenga una ley de régimen disciplinario, pero la clave es que cualquier norma que regula esto sea adecuada. No está por encima de la constitución Política del Estado.
Lo que se cuestiona de esta ley es la rigidez con la que ha sido redactada y no da espacios para una defensa amplia y en esas circunstancias está destinada a la sanción antes que el esclarecimiento. Los policías critican la norma porque se trata de una ley que es rígida e iría en contra de sus derechos sin darles oportunidad de defenderse en ningún caso.
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