Bajos salarios y malas condiciones laborales fueron algunos de los motivos que derivaron en la protesta policial que ayer desbordó en violencia.
Un policía recién egresado de la Escuela Básica recibe un sueldo líquido de 1.100 bolivianos, aunque los uniformados informaron que llega a menos del mínimo nacional (1.000 bolivianos) debido a los descuentos.
Denunciaron además condiciones de trabajo infrahumanas. Medios televisivos mostraron ayer unos colchones rotos, donde descansan los uniformados cuando tienen turnos, y oficinas sin vidrios, que no protegen del frío.
Agentes dicen que pese a que realizan un trabajo importante para la seguridad y en el que arriesgan su integridad, se sienten no valorados por las autoridades.
Cientos de policías amotinados se congregaron ayer en las instalaciones de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales ( UTOP), cerca de la plaza Murillo, para pedir mejores condiciones, entre otras demandas para su sector. Además, en el transcurso del día realizaron marchas de protesta e irrumpieron en las oficinas del Tribunal Disciplinario, donde destrozaron expedientes, material de escritorio y computadoras.
Además rompieron vidrios en el Servicio de Identificación Personal y, en la tarde, del Comando General de la Policía.
Reclamos
En las afueras de la UTOP, algunos agentes informaron que después de dos años de estudios en la Escuela Básica reciben 1.100 bolivianos de sueldo, pero se reduce a 950 por los aportes a los fondos de jubilación, al seguro médico y otros descuentos.
Cada cuatro a cinco años pueden ascender y en cada grado tienen un incremento de 35 a 50 bolivianos. “No nos alcanza nuestro salario para nada y nosotros tenemos que pagar por el equipo que usamos”, contó uno de los amotinados vestido de civil.
Durante su carrera, los policías de base pueden ascender hasta siete grados y optar a ser suboficial mayor, con un salario aproximado de Bs 1.345. A este monto se suman los incrementos por antigüedad. El sueldo -dijeron algunos- no supera los 2.000 bolivianos.
Los agentes exigen que sus salarios se nivelen al de los militares. Un sargento inicial de las Fuerzas Armadas percibe 1.500 bolivianos como ingreso líquido.
También reclaman porque deben comprar sus equipos. “Nosotros tenemos que pagar las manillas (esposas), chalecos y si bien nos dan la tela para los uniformes, corremos con los gastos de confección”, afirmó otro efectivo.
En las unidades operativas policiales -de la 1 a la 5 que existen entre La Paz y El Alto-, los uniformados cumplen turnos de 24 horas.
Diariamente reciben 4,50 bolivianos para su alimentación. “Eso nos debe alcanzar para el desayuno, almuerzo y cena, y no es suficiente. El prediario que reciben los reclusos (nueve bolivianos) es el doble que el nuestro y no es justo”, se quejó otro policía. Con el dinero organizan una olla común.
También reclaman por el trato desigual con oficiales, que tienen “mejores alimentos”. La diferencia también está en los ambientes donde deben descansar. “En una habitación de siete por cuatro metros estamos amontonados 30 policías. Hay catres de dos y hasta tres pisos. Esas camas debemos compartirlas hasta con otros dos compañeros”, dijo uno de ellos.
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