Las gobernaciones y Unicef se adhirieron a la Ley 214, que declara a 2012 como el año de la no violencia contra la niñez y adolescencia.
En homenaje al Día Internacional de la Familia, establecido por la Asamblea de las Naciones Unidas en 1994, un centenar de niños y niñas, albergados en los diferentes centros y hogares del Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges), protagonizaron, ayer, una masiva concentración, en el atrio de la Basílica de San Francisco, en demanda de una familia unida y frenar la violencia infantil en el país.
Simultáneamente, la red nacional de Sedeges y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) lanzaron la Campaña Nacional "Vivo mi niñez y adolescencia con buen trato", para dar cumplimiento a la Ley 214 que declara a 2012, como el año de la no violencia contra la niñez y adolescencia en todo el país. El evento contó con la presencia de autoridades departamentales y de Gestión Social de todo el país y representantes de Unicef.
La situación de los niños en el país. De acuerdo con datos de la Defensoría del Pueblo, el año pasado, en el país, siete de cada 10 niños, niñas y adolescentes sufrieron maltratos en sus hogares, escuelas y fuentes de trabajo. Asimismo, dos millones de menores se encuentran en situación de pobreza y alrededor de 6.000 viven en las calles de las ciudades.
Esta entidad, también, evidenció que 1.487 niños, niñas y adolescentes viven en los centros penitenciarios o cárceles de todo el país junto a sus padres, quienes cumplen sus sentencias.
Otro de los factores lamentables verificados por las Defensorías de la Niñez, es que en el país 130 menores viven con VIH/sida, quienes reciben el debido tratamiento.
En la ciudad de El Alto, según la responsable de las Defensorías de la Niñez y la Adolescencia, Ana María Callisaya, en 2011 se atendió 25 mil casos de violencia a los infantes.
Por otro lado, según reportes de la Unicef, a pesar de los avances de Bolivia en términos macroeconómicos, la situación de pobreza y desigualdad que afecta a los niños, niñas y adolescentes aún no se ha revertido.
Por ello señala que el 58 por ciento de ellos es pobre desde un punto de vista multidimensional; 1,7 millones (39,7 por ciento) carecen de vivienda; 1,2 millones (29,2) viven en hogares donde no hay servicios de saneamiento y 616.000 (14,4 por ciento) no tienen acceso al agua potable.
También muestra que las privaciones en educación alcanzan al 10,6 por ciento y en salud al 8,1 por ciento. Asimismo, los menores son víctimas de abandono, negligencia y peores maltratos, como explotación y violencia sexual.
6.000 niños, niñas y adolescentes viven en las calles, según un reporte del Defensor del Pueblo.
“Los servicios de Gestión Social, en todo el país, están comprometidos a continuar el trabajo de velar por los niños para que se garantice su derecho a la familia, a través del Programa de Atención Integral a la Familia”.
Cristina Rojas / DIRECTORA SEDEGES LA PAZ
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