La Paz hizo 55 barrios de verdad en 7 años

La inversión en cada barrio, en promedio, es de medio millón de dólares.

E n la periferia de la ciudad de La Paz, 55 barrios y una comunidad rural gozan de las obras de remodelación que promueve la mejora de la calidad de vida de sus habitantes.
Toda una transformación. El coordinador del programa Barrios y Comunidades de Verdad del municipio paceño, Juan Carlos Ribero, señaló que las obras permitieron cambiar la fisonomía de algunos puntos en las laderas de la ciudad, donde había senderos pendientes, vías oscuras o basurales, en lugares o “zonas que ya tienen graderías, casas comunales, parques, plazas, vías vehiculares y campos deportivos, por lo que es alto el impacto del Programa”.
El objetivo es anular la marginalidad urbana y rural en zonas y comunidades deprimidas.
“Barrios de Verdad se ha convertido en uno de nuestros proyectos más exitosos, como Banco, en Bolivia, tanto así que incluso hemos tenido la oportunidad de promover este ejemplo en otros países”, explicó Pamela Cox, vicepresidenta del Banco Mundial (BM), entidad que financia la transformación de 22 barrios.
También el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) financia la construcción de 21 barrios de verdad a través de créditos.
La ejecución de cada proyecto demandó una inversión equivalente a medio millón de dólares, monto hasta 40 veces superior al presupuesto anual al que accede cada junta vecinal.
Hacia los 200 barrios. El Programa informó que actualmente otras 21 zonas se encuentran en plena intervención y se iniciará obras en otros 24 barrios con fondos del BM.
Además, se aprobaron obras para otros 36 barrios, para los que se buscan fondos, y se prevé convocar a un nuevo concurso.

8 alcaldes de Guatemala llegarán a La Paz para visitar los barrios transformados con el fin de replicar la iniciativa.

El programa también mejora las condiciones sanitarias de las familias (duchas, inodoros y lavanderías) y les entrega catastros y folios reales.

“La transformación de cada zona trae consigo mucha satisfacción para la comunidad, ya que de transitar por senderos peligrosos o pendientes, la comunidad accede a vivir en zonas más seguras”.
Juan Carlos Ribero / COORDINADOR DEL PROGRAMA