Es el principal sospechoso de los asesinatos porque tenía en su poder un arma calibre 33.
Luego de un intenso rastrillaje realizado por la Policía, en el camino Entre Ríos de la ciudad de Tarija, ayer fue detenido un coronel del Ejército como presunto autor de la muerte de dos policías que cumplían su labor. El vehículo en el que se encontraba el acusado presentaba impactos de bala.
Gastón Mustaf, el abogado de las víctimas, Israel Miranda y Mario Rafael Vega Ortega, señaló que existen bastantes indicios para imputar al militar (cuyo nombre está en reserva) que fue aprehendido como el presunto autor de la muerte de los uniformados. “Se trata de un miembro del Ejército que fue encontrado con un arma de fuego calibre 33”.
El hecho. El crimen ocurrió alrededor de las 21.30 del viernes, en inmediaciones del barrio San Jorge II, cuando se dio la primera versión de que dos antisociales habían disparado a quemarropa a los cabos Israel Miranda y Mario Rafael Vega Ortega, dependientes de la Estación Policial Integral (EPI) del barrio Senac, quienes perdieron la vida en la ambulancia que los transportaba a un centro de salud.
El coronel Wálter Villarpando, responsable del operativo, informó que los dos cabos realizaban el patrullaje cuando atendieron la llamada de unos vecinos, quienes denunciaron la extraña presencia de un vehículo en inmediaciones del mercado Abasto y que era conducido, supuestamente, por antisociales.
Cuando los oficiales se acercaron al motorizado para pedir la identificación y la licencia al conductor, una de las personas dentro del vehículo disparó a quemarropa a los efectivos. Uno de ellos falleció por un impacto de bala en el cráneo, el otro, por una herida en la yugular. Los autores se dieron a la fuga.
Señaló que la institución verde olivo se encuentra de luto, pero también aseguró que se realiza un operativo exhaustivo para capturar a los responsables.
Los familiares de las víctimas relataron cómo fueron las últimas horas de vida de los cabos de Policía. La esposa del cabo Miranda dijo que éste se despidió de los miembros de su familia para ir a trabajar a las 07.30. “Sólo vino un ratito a la casa y se fue apurado porque tenía que trabajar”.
Por su lado, la madre de Miranda señaló que su hijo era el sostén de la familia. Acongojada, pidió justicia para que los autores sean enviados a la cárcel.
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