os gobiernos de Bolivia y Estados Unidos suscribieron ayer, en la capital estadounidense, un acuerdo marco que permitirá el reestablecimiento de las relaciones diplomáticas y “el pronto retorno de los embajadores” a Washington y La Paz.
La declaración conjunta, firmada por la subsecretaria de Estado de EEUU para la Democracia y Asuntos Mundiales, María Otero, y el vicecanciller boliviano, Juan Carlos Alurralde, tiene como objetivo “fortalecer y profundizar las relaciones bilaterales, con respeto por los estados soberanos y su integridad territorial; promover el desarrollo humano, económico, social y cultural de manera ambientalmente sostenible”.
Además, prevé apoyar acciones eficaces de cooperación contra la producción y tráfico ilícito de estupefacientes sobre la base de la responsabilidad compartida, mejorar la cooperación judicial y fortalecer las relaciones comerciales entre ambos países, a través del Consejo de Comercio e Inversiones.
El reestablecimiento de las relaciones diplomáticas surge tres años después de la expulsión del embajador de Estados Unidos en Bolivia, Phillip Goldberg, que fue acusado de “conspiración” por el Gobierno del presidente Evo Morales. En la Casa Blanca se aplicó la medida de reciprocidad y ordenó la salida del representante de La Paz en Washington, Gustavo Guzmán.
Consultado sobre el tema, el especialista en relaciones internacionales y también concejal por el MAS en Santa Cruz de la Sierra, Hugo Siles, dijo que desde 2010 ambos países mostraron intenciones claras para recomponer las relaciones bilaterales, prueba de ello es que Bolivia ‘nacionalizó’ la lucha contra el narcotráfico y no expulsó a la agencia de cooperación Usaid, como lo hizo en 2008 con la DEA, a pesar de que personeros del Gobierno la relacionaron con la marcha indígena en defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis).
Según Siles, con este acuerdo Bolivia saldrá fortalecida en la lucha contra el narcotráfico, en los acuerdos comerciales para acceder al Atpdea, en inversiones y con el fortalecimiento y cooperación de EEUU en el campo de la democracia. Por el lado de Estados Unidos también hay cierto interés en las inversiones y capitales vinculados a empresas de servicios petroleros, señaló Siles.
“Nunca hubo ruptura diplomática entre ambos países, porque en la embajada hay un encargado de negocios estadounidense, pero esto servirá para reactivar la cooperación entre ambos países", afirmó el portavoz del Departamento de Estado, William Ostick, en un comunicado enviado ayer desde Washington.
Desde el año 2009 se han producido varios encuentros entre comisiones diplomáticas de Bolivia y EEUU para fijar el marco para reestablecer las relaciones plenas entre ambos países.
El canciller David Choquehuanca explicó que el acuerdo debía establecer que EEUU respete las leyes de Bolivia y recoger que la cooperación económica será definida entre los dos países, y no decidida unilateralmente por Washington como, según él, ocurría en anteriores gobiernos.
Las acusaciones polémicas
- 10 de septiembre de 2008. El presidente Evo Morales declaró persona no grata al embajador de EEUU, Philip Goldberg, a quien pidió salir del país tras acusarlo de alentar la ola de protestas desatada por opositores. Un día después, el Gobierno de EEUU aplicó la reciprocidad diplomática y declaró persona no grata al embajador de Bolivia en Washington, Gustavo Guzmán.
- 2 de noviembre de 2008. Las relaciones entre Bolivia y EEUU alcanzaron otro momento crítico con la decisión del presidente Evo Morales de suspender las operaciones a la DEA, acusada de conspirar con los opositores, que, a juicio del mandatario, intentaron dar un golpe a su Gobierno en septiembre. Estados Unidos negó en un comunicado oficial estas sindicaciones.
- 10 de febrero de 2009. El presidente boliviano declaró persona no grata al segundo secretario de la embajada de EEEUU en Bolivia, Francisco Martínez, a quien acusó de ser el contacto con un supuesto agente infiltrado de la CIA en la compañía estatal YPFB.
- 23 de noviembre de 2010. En el marco de la IX Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas, el presidente Evo Morales arremetió con una serie de acusaciones contra EEUU. La embajada estadounidense lamentó la actuación del Gobierno boliviano en la cita, donde Morales aseguró que EEUU alentó y alienta procesos de desestabilización contra gobiernos democráticos y que, con la práctica del intervencionismo, no aporta a la paz en el continente.
Esta es una relación estratégica
Javier Murillo / Excanciller de Bolivia
Ese acuerdo entre Bolivia y Estados Unidos significa que se está inaugurando una nueva etapa en la relación bilateral entre ambos países.
El primer aspecto positivo de ese acuerdo es el intercambio de embajadores en Washington y en La Paz porque, efectivamente, ambas misiones han estado confiadas a funcionarios de segundo nivel, como son los encargados de negocios, y eso significa reanudar el diálogo a un nivel superior.
Eso implica modificar la calidad de las relaciones entre estos dos países y mejorarla en función de algunos entendimientos concretos.
Por lo visto, para Bolivia lo más importantes es que se respeten plenamente sus decisiones internas como país soberano y para Estados Unidos que Bolivia cumpla con algunas exigencias con la buena relación como es la lucha efectiva contra el narcotráfico.
Cualquiera sea el contenido del acuerdo macro, esto inaugura una nueva etapa, por lo que hay verlo de manera auspiciosa porque se está hablando de una buena relación con la primera potencia del mundo económico, financiero, tecnológico y militar.
Por lo tanto, es estratégico para Bolivia mantener sus relaciones con Estados Unidos.
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