El Gobierno brasileño defendió hoy una solución negociada en Bolivia ante las protestas contra la construcción de una carretera que atravesará la Amazonía boliviana y confirmó su disposición a colaborar financieramente con el proyecto por entender que atiende a todas las exigencias ambientales.
"El gobierno brasileño manifiesta su confianza en que el gobierno boliviano y diferentes sectores de la sociedad boliviana continuarán a favorecer el diálogo y la negociación en la búsqueda de un entendimiento sobre el trazado de la carretera", según un comunicado divulgado hoy por la Cancillería brasileña.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil expresó en la nota su "preocupación" con "la noticia de la ocurrencia de disturbios" el pasado domingo por las protestas contra la construcción de parte de un trecho de la carretera.
Los disturbios se produjeron el domingo, cuando el Gobierno del presidente Evo Morales dispersó a la fuerza la marcha que realizaban unos 1.500 indígenas contra un tramo de dicha carretera que dividirá en dos una reserva natural en la Amazonía.
La carretera, que según el Gobierno boliviano permitirá una conexión entre el Pacífico y el Atlántico y beneficiará a Brasil, Bolivia y Perú, será construida con un préstamo ofrecido por el banco brasileño de fomento al desarrollo.
La Cancillería brasileña dijo confiar en que ambas partes mantendrán el diálogo "tomando en cuenta la normativa interna boliviana y buenas prácticas internacionales relevantes, en beneficio del desarrollo y de la estabilidad de Bolivia".
La nota igualmente confirma la intención brasileña de financiar la carretera por considerar que ya atiende todas las exigencias ambientales y legales de Bolivia.
"El gobierno brasileño confirma que su disposición a cooperar con Bolivia en el contexto de la obra se desarrolla en el entendimiento de que se trata de un proyecto de gran importancia para la integración nacional de Bolivia y que atiende a los parámetros relativos al impacto social y ambiental previstos en la legislación boliviana", agrega la nota.
Pese a que el Gobierno boliviano negó hoy que haya fallecidos o personas desaparecidas tras la represión policial a la marcha indígena, fuentes allegadas a los indígenas aseguraron que al menos un menor murió y que hay cerca de 40 desaparecidos, lo que también fue confirmado por la Conferencia Episcopal católica de Bolivia.
El hecho motivó la renuncia de la ministra de Defensa de Bolivia, Cecilia Chacón, que alegó no compartir la decisión del gobierno de "intervenir" la marcha.
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