El presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, destacó que fue elegido por el pueblo "con el mandato de servir al país y no para servirse del poder o a otros intereses".
En una concentración pública en esta localidad del altiplano de La Paz, cercano a la frontera con Perú, el Jefe de Estado destacó que "quien no vive para servir, no sirve para vivir".
Señaló que desde que fue elegido Presidente, en diciembre de 2005 con una votación mayoritaria, la oposición ha intentado desestabilizar su mandato y hasta derrocarle con referéndums revocatorios y hasta golpes de Estado, pero ha salido triunfante "gracias a la conciencia y el apoyo del pueblo boliviano".
Señaló que el mandato que ha recibido del pueblo es cuidar por los recursos naturales y económicos de la Patria y no regalar esos dineros a otras naciones, como pasaba con las subvenciones en los precios de los hidrocarburos.
El Mandatario explicó que la determinación del Gobierno de nivelar los precios de los combustibles líquidos, de acuerdo a las cotizaciones del mercado internacionales, tiene como fin evitar el contrabando de esos productos, lo que significaba un desangramiento permanente de la economía nacional y del dinero de los bolivianos.
"La oposición ha llamado a esa decisión como "gasolinazo", pero en realidad es una nivelación de precios, una vez que el Estado subvencionaba a los países vecinos, en especial Argentina, Brasil, Chile y Perú, donde salían los combustibles por la vía del contrabando", enfatizó.
Descartó que la medida se haya adoptado para recaudar dineros destinados al pago de los aguinaldos o de salarios, sino para ahorrar esos recursos y reinvertirlos en programas de desarrollo social en el país.
Dijo que uno de esos programas será la instalación de sistemas de riego en las provincias que permitan producir alimentos, además de otros.
Morales informó que fines de mes se reunirá con los alcaldes de todo el país para definir los programas de desarrollo que requerirán de inversiones en sus circunscripciones en base a los 380 millones de dólares que demandaban las subvenciones a los combustibles.
Explicó que Bolivia desembolsó este año 600 millones de dólares, a los que sumaron 380 millones de subvenciones para garantizar el abastecimiento local, pero parte de esos combustibles salían del país mediante el contrabando, "lo que significaba regalar los recursos de Bolivia a otras naciones".
Dijo que los contrabandistas utilizaban diversas formas de sacar el combustible de Bolivia para acumular ganancias a costa del pueblo.
"La política del Gobierno es recuperar el control estatal de los recursos naturales y no regalarlos a intereses privados extranjeros, como hacían los Gobiernos neoliberales", reiteró el Presidente.
"Con la nacionalización de los hidrocarburos se ha logrado que el Estado recupere su patrimonio y sus ganancias para invertirlos en el desarrollo nacional y por ello ha mejorado el desempeño de la economía que registrará este 2010 el quinto año de superávit", indicó.
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