El MAS dio por suspendido al alcalde de Sucre, Jaime Barrón (País), luego de que ayer se diera lectura a la acusación formal que pesa en su contra por la humillación de campesinos en 2008. El hecho derivó en enfrentamientos entre militantes masistas y seguidores de la autoridad edil, quienes incluso se trenzaron a golpes cerca de la sala donde sesiona el Concejo Municipal y en varios puntos de la plaza 25 de Mayo.
La sesión comenzó a las 09.16, pero la lectura de ese documento tuvo que esperar hasta las 13.15 porque, en principio, los concejales se enfrascaron en una discusión sobre si había o no seguridad para sesionar, entre otros temas.
El documento ingresó en el debate de la manera más inesperada, mediante una carta del presidente del Comité de Vigilancia, Leonardo Maturano, en la que pedía al Concejo que se pronunciara sobre esa acusación.
Los concejales de Pacto de Integración Social (País) reaccionaron descalificando esa misiva y negaron competencia al Comité de Vigilancia para oficiar como “diligenciero” del juzgado que lleva adelante ese caso.
El bloque del MAS y sus aliados defendieron las peticiones de Maturano y, al final, se impusieron en la lectura de dicha acusación, que duró 40 minutos.
En el legajo se acusa a Barrón de instigar los hechos de violencia que terminaron en vejámenes y agresiones a campesinos afines al oficialismo, en 2008.
Al concluir la lectura, el concejal Juan Villagómez (MAS) dijo que el alcalde Barrón quedaba suspendido conforme a la Ley de Municipalidades; pero el concejal Germán Gutiérrez (País) rechazó la versión y argumentó que debía aplicarse la Constitución Política del Estado antes que la Ley de Municipalidades.
La trifulca
El presidente del Concejo Municipal, Domingo Martínez, de Primero Sucre (PS), pidió sugerir nombres para reemplazar a la autoridad edil. Entonces el escándalo se apoderó de la sesión. Se oyeron gritos y golpes en las mesas.
Los concejales del MAS y sus aliados argumentaron a gritos que con la llegada y lectura de la acusación formal contra Barrón éste ya estaba suspendido automáticamente de su cargo y que ni siquiera ameritaba una votación.
La concejal Lourdes Millares (disidente del PS) golpeó la mesa y tomó la palabra por la fuerza y en medio del griterío leyó un recurso incidental de inconstitucionalidad que horas antes había sido presentado por Barrón. La concejal aseguró que ese recurso dejaba sin efecto una posible suspensión en tanto el Tribunal Constitucional no se pronuncie sobre él.
Afuera de la sala de sesiones del Concejo, los seguidores de Barrón y los masistas, que seguían la sesión plenaria, pasaron de la agresión verbal a los golpes.
En varios puntos de la plaza 25 de Mayo, los seguidores del suspendido Alcalde, entre ellos universitarios y ciudadanos de a pie, se daban de puñetes y patadas y hasta un par de mujeres llegaron a agarrarse de los cabellos. Además quemaron llantas y también se lanzaron petardos.
En esas circunstancias, la sesión del Concejo fue suspendida para el viernes. El concejal Juan Nacer (MAS) explicó que lo que corresponde es que se dé continuidad a la agenda del día y se nombre a otro Alcalde. Anunció que la sesión será convocada en otro distrito para evitar el acoso de los partidarios de Barrón.
La concejal Millares dijo que en esa sesión se debe retomar el debate sobre el recurso presentado por el Alcalde.
Los concejales también se acusaron de no haber seguido los canales para hacer llegar la acusación formal y el recurso de inconstitucionalidad.
Millares cuestionó el hecho de que no haya sido un juez competente el que remitiera el documento.
El concejal Nacer desconoció la lectura del recurso de inconstitucionalidad porque, dijo, no siguió los canales oficiales para que fuera leído en la sesión.
El abogado constitucionalista Gabriel Peláez explicó que, de haber una acusación formal y para que tenga validez, ésta debe ser remitida por un juez competente y que la sola presentación por parte del presidente del Consejo de Vigilancia no tiene valor legal.
“El juez tiene que decir: Se acusa a fulano de tal por tales delitos y se dispone el inicio de un juicio oral”.
Tampoco entiende por qué Barrón presentó un recurso incidental de inconstitucionalidad cuando todavía no existe una resolución que afecte su cargo. La sesión comenzó a las 09.16, pero la lectura de ese documento tuvo que esperar hasta las 13.15 porque, en principio, los concejales se enfrascaron en una discusión sobre si había o no seguridad para sesionar, entre otros temas.
El documento ingresó en el debate de la manera más inesperada, mediante una carta del presidente del Comité de Vigilancia, Leonardo Maturano, en la que pedía al Concejo que se pronunciara sobre esa acusación.
Los concejales de Pacto de Integración Social (País) reaccionaron descalificando esa misiva y negaron competencia al Comité de Vigilancia para oficiar como “diligenciero” del juzgado que lleva adelante ese caso.
El bloque del MAS y sus aliados defendieron las peticiones de Maturano y, al final, se impusieron en la lectura de dicha acusación, que duró 40 minutos.
En el legajo se acusa a Barrón de instigar los hechos de violencia que terminaron en vejámenes y agresiones a campesinos afines al oficialismo, en 2008.
Al concluir la lectura, el concejal Juan Villagómez (MAS) dijo que el alcalde Barrón quedaba suspendido conforme a la Ley de Municipalidades; pero el concejal Germán Gutiérrez (País) rechazó la versión y argumentó que debía aplicarse la Constitución Política del Estado antes que la Ley de Municipalidades.
La trifulca
El presidente del Concejo Municipal, Domingo Martínez, de Primero Sucre (PS), pidió sugerir nombres para reemplazar a la autoridad edil. Entonces el escándalo se apoderó de la sesión. Se oyeron gritos y golpes en las mesas.
Los concejales del MAS y sus aliados argumentaron a gritos que con la llegada y lectura de la acusación formal contra Barrón éste ya estaba suspendido automáticamente de su cargo y que ni siquiera ameritaba una votación.
La concejal Lourdes Millares (disidente del PS) golpeó la mesa y tomó la palabra por la fuerza y en medio del griterío leyó un recurso incidental de inconstitucionalidad que horas antes había sido presentado por Barrón. La concejal aseguró que ese recurso dejaba sin efecto una posible suspensión en tanto el Tribunal Constitucional no se pronuncie sobre él.
Afuera de la sala de sesiones del Concejo, los seguidores de Barrón y los masistas, que seguían la sesión plenaria, pasaron de la agresión verbal a los golpes.
En varios puntos de la plaza 25 de Mayo, los seguidores del suspendido Alcalde, entre ellos universitarios y ciudadanos de a pie, se daban de puñetes y patadas y hasta un par de mujeres llegaron a agarrarse de los cabellos. Además quemaron llantas y también se lanzaron petardos.
En esas circunstancias, la sesión del Concejo fue suspendida para el viernes. El concejal Juan Nacer (MAS) explicó que lo que corresponde es que se dé continuidad a la agenda del día y se nombre a otro Alcalde. Anunció que la sesión será convocada en otro distrito para evitar el acoso de los partidarios de Barrón.
La concejal Millares dijo que en esa sesión se debe retomar el debate sobre el recurso presentado por el Alcalde.
Los concejales también se acusaron de no haber seguido los canales para hacer llegar la acusación formal y el recurso de inconstitucionalidad.
Millares cuestionó el hecho de que no haya sido un juez competente el que remitiera el documento.
El concejal Nacer desconoció la lectura del recurso de inconstitucionalidad porque, dijo, no siguió los canales oficiales para que fuera leído en la sesión.
El abogado constitucionalista Gabriel Peláez explicó que, de haber una acusación formal y para que tenga validez, ésta debe ser remitida por un juez competente y que la sola presentación por parte del presidente del Consejo de Vigilancia no tiene valor legal.
“El juez tiene que decir: Se acusa a fulano de tal por tales delitos y se dispone el inicio de un juicio oral”.
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