Los militantes de la agrupación Unidad Nueva Esperanza (UNE) de Cartagena, que se enteraron con anticipación de la decisión del único concejal del Frente Para la Victoria (FPV), Lorenzo Flores, de aliarse con el Movimiento Al Socialismo (MAS), se congregaron en puertas del Concejo Municipal protestando porque éstas se cerraron mucho antes del inicio de la sesión convocada para ayer, dejando fuera incluso a los concejales suplentes del UNE y a los periodistas.
Luego de más de una hora de incertidumbre y tras la llegada de un contingente policial antimotines, los seguidores de Cartagena cedieron paso a los concejales y a los medios de la prensa que finalmente lograron ingresar a la sala de sesiones del Concejo.
“Lolo cabrón te espera el paredón”, “vendido al MAS” o “democracia no dictadura”, fueron algunos de los muchos estribillos que los seguidores de Cartagena le dedicaron a Flores, quien no tuvo dificultad de hacerse de la Presidencia del Concejo, una vez instalada la sesión, en un acto que los opositores consideraron “un contubernio cocinado con anterioridad”.
Con la propuesta de la bancada del MAS a favor de Flores y el apoyo de sus cinco concejales y con su mismo voto, el concejal del FPV fue elegido Presidente, dejando la Vicepresidencia para el concejal Roberto Villarroel del UNE y la Secretaría para la concejal masista Mirtha Condori.
La sesión convocada para las 16:00 logró instalarse una hora después y durante las dos horas siguientes estuvo acompañada de los estribillos y gritos de protesta desde la calle, además de la estampida de huevos y tomates contra las ventanas de la sala, petardos e incluso piedras y ladrillos, que logró ser controlada por efectivos antimotines.
Los ánimos en la sala fueron subiendo de temperatura a medida que avanzaba la sesión del Concejo, qya que luego de la posesión de su nueva directiva, su flamante Presidente propuso de inmediato que los concelajes voten por un cuarto intermedio o por declarar la sesión por tiempo y materia, para tratar una acusación formal que la Fiscalía hizo llegar el pasado sábado contra el alcalde que había juramentado horas antes, respecto a un dictamen de la Contraloría de 1998, reactivado por el ex alcalde Marcelo Galindo.
Ante la extrañeza de los concejales de UNE que cuestionaron porque se recibió la notificación de la Fiscalía en día no laborable, el Oficial Mayor, Jafeth García, informó al pleno que la Alcaldía trabajó en sábado por un instructivo del -hasta el sábado- alcalde Marcelo Galindo, que pese al pedido de la oposición de que el documento sea mostrado, éste nunca fue exhibido e incluso algunos funcionarios negaron su existencia.
El reclamo de los concejales de UNE también se extendió, porque minutos antes intentaron ingresar una nota al Concejo excusando al Alcalde Cartagena de no estar presente en la sesión, pero no encontraron a nadie que se la reciba y sólo pudieron entregarla al nuevo presidente Flores luego de instalada la nueva directiva.
Pese a todo
Entre el escándalo de la calle, los gritos y argumentaciones de concejales de UNE en la sala, tanto titulares como suplentes, que protagonizaron forcejeos con los miembros de la Policía que en medio de tanta confusión no sabían si correspondía sacar a los suplentes, a los medios o a los propios titulares, el concejal de UNE Vladimir Álvarez, pidió que se suspenda la sesión por falta de condiciones, pedido que fue totalmente ignorado, lo cual atizó aún más los ánimos de los miembros de UNE.
Alvarez, entonces, recogió sus pertenencias y se despidió de sus hasta ayer colegas, anunciando que presentará su renuncia ante lo que consideró una serie de atropellos de parte del oficialismo en su intento por evitar que Cartagena asuma la Alcaldía.
Los concejales de UNE que aceptaron esta decisión anunciaron que el lugar dejado por Alvarez será llenado por el suplente.
Huelga de hambre
Luego de que se logró que la mayoría del Concejo (MAS y FPV) votara por continuar la sesión por tiempo y materia y ante los gritos de los concejales opositores titulares y suplentes, exigiendo la suspensión de la sesión por falta de condiciones, sobrevino la suspensión de Cartagena entre el llanto de sus concejalas mujeres y la protesta, tras lo cual sobrevino que la concejala Cinthia Fernández se trepara a la mesa del curul del Presidente, anunciara la toma de la misma y el anuncio de un piquete de huelga por parte de los concejales de esa agrupación.
Cartagena fue suspendido, en el marco del artículo 36, inciso 5 de la Ley 2028 de Municipalidades que señala que al existir en contra de la autoridad auto de procesamiento ejecutoriado corresponde la suspensión temporal del ejercicio del mandato.
Pero, en el parágrafo III del mismo artículo también señala que “En la sesión de Concejo en la que se pronuncie sobre la denuncia, el Concejal involucrado, luego de usar de su derecho a la defensa, deberá abandonar el recinto de votación”.
Alcaldesa entre escándalo
Luego de la lectura de la notificación del pliego acusatorio de la Fiscalía y de la lectura de la Ley de Municipalidades en lo que corresponde a la suspensión automática del Alcalde, el Presidente del Concejo, haciendo caso omiso a los reclamos puso en consideración la suspensión del Alcalde que fue un hecho con la mayoría definida por el voto de Flores.
Inmediatamente después y desoyendo las argumentaciones de la oposición que afirmó que el Alcalde Cartagena fue elegido por el voto del pueblo y no por el Concejo, se procedió a la posesión practicamente forzada de la concejal masista Carla Lorena Pinto como la nueva alcaldesa interina.
La ley sostiene que si Cartagena es absuelto podrá retomar su cargo al frente de la Alcaldía, pero si es hallado culpable y tomando en cuenta que su suspensión se hizo durante la primera mitad del mandato, se procederá a una nueva elección.
La posesión de Pinto, como nueva alcaldesa, se dio en medio de la histeria de la concejal Fernández, que burlando la seguridad policial que a esas alturas ya se encontraba alrededor del presidente del Concejo, lo que obligó a los policías a reforzar la seguridad a su alrededor.
Finalmente, el presidente del Concejo suspendió la sesión, aclarando que Cartagena no está inhabilitado, sino simplemente suspendido. Posteriormente, los concejales masistas y el Presidente se recluyeron en una oficina a la espera de que abandonen la puerta del Concejo los seguidores de UNE, que amenazaron con ir hasta la casa de Flores para quemarla.
Luego de la lectura de la notificación del pliego acusatorio de la Fiscalía y de la lectura de la Ley de Municipalidades en lo que corresponde a la suspensión automática del Alcalde, el Presidente del Concejo, haciendo caso omiso a los reclamos puso en consideración la suspensión del Alcalde que fue un hecho con la mayoría definida por el voto de Flores.
Inmediatamente después y desoyendo las argumentaciones de la oposición que afirmó que el Alcalde Cartagena fue elegido por el voto del pueblo y no por el Concejo, se procedió a la posesión practicamente forzada de la concejal masista Carla Lorena Pinto como la nueva alcaldesa interina.
La ley sostiene que si Cartagena es absuelto podrá retomar su cargo al frente de la Alcaldía, pero si es hallado culpable y tomando en cuenta que su suspensión se hizo durante la primera mitad del mandato, se procederá a una nueva elección.
La posesión de Pinto, como nueva alcaldesa, se dio en medio de la histeria de la concejal Fernández, que burlando la seguridad policial que a esas alturas ya se encontraba alrededor del presidente del Concejo, lo que obligó a los policías a reforzar la seguridad a su alrededor.
Finalmente, el presidente del Concejo suspendió la sesión, aclarando que Cartagena no está inhabilitado, sino simplemente suspendido. Posteriormente, los concejales masistas y el Presidente se recluyeron en una oficina a la espera de que abandonen la puerta del Concejo los seguidores de UNE, que amenazaron con ir hasta la casa de Flores para quemarla.
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