Autoridades y líderes de la oposición denunciaron ayer que el Gobierno inició una persecución política y judicial contra los miembros del Plan Progreso para Bolivia (PPB) con el objetivo de inhabilitar la postulación del binomio Manfred Reyes Villa-Leopoldo Fernández en las elecciones de diciembre. Los masistas negaron la acusación.
“El Gobierno está nervioso por las encuestas” y “seguramente quieren impedir a toda costa (nuestras candidaturas) como querían impedir mi visita a Leopoldo Fernández”, declaró Reyes Villa al salir del penal de San Pedro, hasta donde llegó para visitar a su acompañante de fórmula, objetivo que no consiguió pese a una espera de dos horas.
Fernández está recluido preventivamente en esa cárcel acusado de ser el autor intelectual de la muerte de una docena de campesinos en Pando. El último jueves, a 10 días de que se inicie la campaña electoral, la comisión de la Cámara de Diputados que investiga esos hechos y está controlada por el MAS, planteó un juicio penal contra el ex prefecto.
Paralelamente, la Contraloría investiga denuncias de corrupción en la gestión de Reyes Villa y en los últimos días los masistas reactivaron un juicio por presunto cobro irregular de salarios contra el vocero del ex prefecto de Cochabamba y su principal colaborador, Erick Fajardo.
Los prefectos que apoyan al principal frente de oposición con miras a las elecciones de diciembre denunciaron que el Ejecutivo persigue a sus candidatos.
“Es parte de la misma dinámica de la persecución política, de la judicialización de la política y del deseo de inhabilitar a todos los oponentes en los espacios electorales, ahí está Leopoldo Fernández, pero tampoco creo que lo va a lograr”, señaló el prefecto de Tarija y aliado de Reyes Villa, Mario Cossío.
Su homólogo del Beni, Ernesto Suárez, reformó esta posición: “Lógicamente, el Gobierno lo único que hace es amedrentar, persecución a través de la justicia, o sea ha judicializado la política. A todos a quienes pensamos diferente al Presidente, al Gobierno, se nos inician procesos”, dijo.
La prefecta de Chuquisaca, Savina Cuéllar, se sumó a las críticas y advirtió que “no tenemos miedo. Ojalá se le inhabilite (a Reyes Villa), ojalá Dios quiera, (porque ante) eso el pueblo no va a callar, el pueblo no se va a quedar con las manos cruzadas”.
En el otro frente, el vocero del MAS, Jorge Silva, respondió que Reyes Villa y Fernández no son preocupación del Ejecutivo. “Son insignificantes en este proceso electoral porque no cuentan con un mínimo respaldo de la sociedad y no porque tengan juicios, sino por sus antecedentes”, señaló.
El ministro de Defensa, Walker San Miguel, acotó que “la presencia de Leopoldo Fernández en la política nuevamente no es para que él sea vicepresidente o él vuelva a tener algún cargo, es para darle impunidad”.
“El Gobierno está nervioso por las encuestas” y “seguramente quieren impedir a toda costa (nuestras candidaturas) como querían impedir mi visita a Leopoldo Fernández”, declaró Reyes Villa al salir del penal de San Pedro, hasta donde llegó para visitar a su acompañante de fórmula, objetivo que no consiguió pese a una espera de dos horas.
Fernández está recluido preventivamente en esa cárcel acusado de ser el autor intelectual de la muerte de una docena de campesinos en Pando. El último jueves, a 10 días de que se inicie la campaña electoral, la comisión de la Cámara de Diputados que investiga esos hechos y está controlada por el MAS, planteó un juicio penal contra el ex prefecto.
Paralelamente, la Contraloría investiga denuncias de corrupción en la gestión de Reyes Villa y en los últimos días los masistas reactivaron un juicio por presunto cobro irregular de salarios contra el vocero del ex prefecto de Cochabamba y su principal colaborador, Erick Fajardo.
Los prefectos que apoyan al principal frente de oposición con miras a las elecciones de diciembre denunciaron que el Ejecutivo persigue a sus candidatos.
“Es parte de la misma dinámica de la persecución política, de la judicialización de la política y del deseo de inhabilitar a todos los oponentes en los espacios electorales, ahí está Leopoldo Fernández, pero tampoco creo que lo va a lograr”, señaló el prefecto de Tarija y aliado de Reyes Villa, Mario Cossío.
Su homólogo del Beni, Ernesto Suárez, reformó esta posición: “Lógicamente, el Gobierno lo único que hace es amedrentar, persecución a través de la justicia, o sea ha judicializado la política. A todos a quienes pensamos diferente al Presidente, al Gobierno, se nos inician procesos”, dijo.
La prefecta de Chuquisaca, Savina Cuéllar, se sumó a las críticas y advirtió que “no tenemos miedo. Ojalá se le inhabilite (a Reyes Villa), ojalá Dios quiera, (porque ante) eso el pueblo no va a callar, el pueblo no se va a quedar con las manos cruzadas”.
En el otro frente, el vocero del MAS, Jorge Silva, respondió que Reyes Villa y Fernández no son preocupación del Ejecutivo. “Son insignificantes en este proceso electoral porque no cuentan con un mínimo respaldo de la sociedad y no porque tengan juicios, sino por sus antecedentes”, señaló.
El ministro de Defensa, Walker San Miguel, acotó que “la presencia de Leopoldo Fernández en la política nuevamente no es para que él sea vicepresidente o él vuelva a tener algún cargo, es para darle impunidad”.
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