En una entrevista con Efe, Exeni apeló a "un esfuerzo especial" de la clase política de Bolivia para generar un clima de participación y de confianza y avanzar con éxito en el proceso de profundización democrática que, a su juicio, vive Bolivia.
"Que nos dejen trabajar, que nos den oxígeno", fue la invocación del presidente del organismo electoral, quien cree que la democracia boliviana está viviendo "una segunda transición" de una "altísima intensidad".
Tras el acuerdo sobre la ley electoral que desató en Semana Santa una crisis política en Bolivia y que incluso llevó al presidente Evo Morales a una huelga de hambre, la CNE debe organizar los comicios presidenciales del 6 de diciembre, fecha en la que cinco regiones del país decidirán además si desean un régimen autonómico.
A ese calendario hay que añadir las elecciones departamentales y municipales previstas para el 4 de abril de 2010.
Pero el desafío de la CNE radica en las numerosas novedades respecto a anteriores votaciones, entre ellas, la elaboración de un nuevo padrón electoral "biométrico", la organización del voto de los bolivianos en el exterior y la configuración de las denominadas "circunscripciones indígenas".
La CNE tiene apenas siete meses para dotar a Bolivia de un nuevo y moderno censo, con registros informatizados de fotografías, huellas dactilares y firma de los votantes, además de sus datos personales, para eliminar cualquier posibilidad de fraude.
Para tenerlo a tiempo, un mes antes de los comicios, será necesario reempadronar al menos a 3,8 millones de bolivianos en un plazo aproximado de cien días, según las cuentas de Exeni.
Pero además, la confección del nuevo padrón requerirá de una importante inversión en tecnología y la organización de puntos de captura de datos, fijos y móviles, para llegar a todo el país.
El padrón "biométrico" le costará a Bolivia 35 millones de dólares. Una parte la financiará el Gobierno de Evo Morales -ha "sacrificado" la compra de un nuevo avión presidencial para tal fin- y para el resto se espera la cooperación internacional.
Países como Canadá, Holanda y Dinamarca ya han dado "muy buenas señales" para contribuir económicamente, según el presidente de la CNE, que espera también lograr aportaciones de España y Suecia.
Exeni destacó que la confección del padrón será un proceso "transparente" donde participarán tanto organismos internacionales, entre ellos Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos (OEA), el Centro Carter o la Unión Europea, como delegados técnicos de los partidos políticos y el Congreso boliviano.
El nuevo padrón servirá más adelante para instituir en el país un modelo único de credencial electoral y un documento único de identidad.
En cualquier caso, José Luis Exeni cree que el éxito estará, no tanto en el trabajo técnico del órgano electoral, como en la capacidad de movilización de la población para inscribirse en el nuevo registro.
Además del padrón, el 6 de diciembre, por primera vez en la historia del país los emigrantes bolivianos podrán ejercer su derecho al voto, tal y como establece la nueva Constitución.
En esta primera experiencia y, según el acuerdo de la ley electoral, el censo de votantes en el exterior no podrá superar el seis por ciento del padrón nacional, recordó Exeni.
Explicó que esta restricción se debe a la "desconfianza de los actores políticos" sobre la incidencia que puede tener el voto de los emigrantes en el resultado electoral.
Sectores de la oposición han expresado sus reticencias al voto en el exterior y a su gestión por considerar que podría favorecer la reelección de Evo Morales.
La CNE aún no ha determinado en qué países se organizará la votación pero sí estarán incluidos Argentina, España, Estados Unidos y Brasil, los principales destinos de la emigración boliviana.
Por motivos de "transparencia y seguridad", las embajadas y consulados de Bolivia no se encargarán de organizar el censo exterior y las votaciones sino que serán organismos electorales de esos países los que ayuden a la CNE en esos procesos.
Otro de los elementos novedosos para la cita del 6 de diciembre es la creación de "circunscripciones indígenas" para elegir a los siete diputados que representarán a las diferentes etnias del país.
El reto de la Corte Electoral boliviana, explicó su presidente, es delimitar qué es una circunscripción indígena sin que afecte a las tradicionales.
"Que nos dejen trabajar, que nos den oxígeno", fue la invocación del presidente del organismo electoral, quien cree que la democracia boliviana está viviendo "una segunda transición" de una "altísima intensidad".
Tras el acuerdo sobre la ley electoral que desató en Semana Santa una crisis política en Bolivia y que incluso llevó al presidente Evo Morales a una huelga de hambre, la CNE debe organizar los comicios presidenciales del 6 de diciembre, fecha en la que cinco regiones del país decidirán además si desean un régimen autonómico.
A ese calendario hay que añadir las elecciones departamentales y municipales previstas para el 4 de abril de 2010.
Pero el desafío de la CNE radica en las numerosas novedades respecto a anteriores votaciones, entre ellas, la elaboración de un nuevo padrón electoral "biométrico", la organización del voto de los bolivianos en el exterior y la configuración de las denominadas "circunscripciones indígenas".
La CNE tiene apenas siete meses para dotar a Bolivia de un nuevo y moderno censo, con registros informatizados de fotografías, huellas dactilares y firma de los votantes, además de sus datos personales, para eliminar cualquier posibilidad de fraude.
Para tenerlo a tiempo, un mes antes de los comicios, será necesario reempadronar al menos a 3,8 millones de bolivianos en un plazo aproximado de cien días, según las cuentas de Exeni.
Pero además, la confección del nuevo padrón requerirá de una importante inversión en tecnología y la organización de puntos de captura de datos, fijos y móviles, para llegar a todo el país.
El padrón "biométrico" le costará a Bolivia 35 millones de dólares. Una parte la financiará el Gobierno de Evo Morales -ha "sacrificado" la compra de un nuevo avión presidencial para tal fin- y para el resto se espera la cooperación internacional.
Países como Canadá, Holanda y Dinamarca ya han dado "muy buenas señales" para contribuir económicamente, según el presidente de la CNE, que espera también lograr aportaciones de España y Suecia.
Exeni destacó que la confección del padrón será un proceso "transparente" donde participarán tanto organismos internacionales, entre ellos Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos (OEA), el Centro Carter o la Unión Europea, como delegados técnicos de los partidos políticos y el Congreso boliviano.
El nuevo padrón servirá más adelante para instituir en el país un modelo único de credencial electoral y un documento único de identidad.
En cualquier caso, José Luis Exeni cree que el éxito estará, no tanto en el trabajo técnico del órgano electoral, como en la capacidad de movilización de la población para inscribirse en el nuevo registro.
Además del padrón, el 6 de diciembre, por primera vez en la historia del país los emigrantes bolivianos podrán ejercer su derecho al voto, tal y como establece la nueva Constitución.
En esta primera experiencia y, según el acuerdo de la ley electoral, el censo de votantes en el exterior no podrá superar el seis por ciento del padrón nacional, recordó Exeni.
Explicó que esta restricción se debe a la "desconfianza de los actores políticos" sobre la incidencia que puede tener el voto de los emigrantes en el resultado electoral.
Sectores de la oposición han expresado sus reticencias al voto en el exterior y a su gestión por considerar que podría favorecer la reelección de Evo Morales.
La CNE aún no ha determinado en qué países se organizará la votación pero sí estarán incluidos Argentina, España, Estados Unidos y Brasil, los principales destinos de la emigración boliviana.
Por motivos de "transparencia y seguridad", las embajadas y consulados de Bolivia no se encargarán de organizar el censo exterior y las votaciones sino que serán organismos electorales de esos países los que ayuden a la CNE en esos procesos.
Otro de los elementos novedosos para la cita del 6 de diciembre es la creación de "circunscripciones indígenas" para elegir a los siete diputados que representarán a las diferentes etnias del país.
El reto de la Corte Electoral boliviana, explicó su presidente, es delimitar qué es una circunscripción indígena sin que afecte a las tradicionales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario