El problema con el que tropiezan, según José Pardo, director del Sereci, es que muchas familias no reportan la muerte de sus seres queridos a un registro civil, hecho que dificulta la depuración de estas personas de las listas de habilitados para votar.
Asimismo, mencionó que lo establecido por ley es que Sereci debe depurar del padrón electoral a todas las personas difuntas.
Según las nuevas normas (Ley N° 018 y Res. 021/2010), todas las personas difuntas son las que tienen ingresada su defunción en el registro civil, por lo tanto, el Sereci al momento de conformar el padrón, toma en cuenta esta información y ejecuta la comparación. En ese sentido, marca con un carácter respectivo a los ciudadanos que no figuren en la lista de habilitados y estén como depurados.
“Si hay un ciudadano que no se encuentra en las listas de defunciones, en la base de datos, no tenemos ninguna forma técnica de compararlo con la base de datos del padrón”, sostuvo Pardo.
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