La única alternativa para hacerle frente al Movimiento Al Socialismo (MAS), en las elecciones de diciembre de 2014, es la presencia de una oposición unida basada en un mismo proyecto político donde el líder sea escogido por el pueblo, afirmó el asambleísta de Unidad Nacional (UN) Jaime Navarro.
“Debemos trabajar sin establecer condiciones, sin imponer candidaturas, trabajar en torno a un solo proyecto y eso el electorado va a premiar y valorar, de lo contrario será seguirle el juego al MAS, plantear un proyecto funcional a los intereses del MAS”, señaló.
Por otro lado, el líder del Movimiento Sin Miedo (MSM), Juan del Granado, luego de que diera a conocer los lineamientos de su programa de gobierno aseguró que tuvo muy buena recepción en agrupaciones ciudadanas y que ya empieza a desplegarse en Cochabamba, El Alto y otros departamentos, por lo que es posible la conformación de una nueva opción política victoriosa hacia adelante.
“No nos estamos encontrando con el viejo debate de que la oposición tiene que unirse en una renovada juntucha para ver que hacemos el 2014, estamos encontrando corrientes de opinión pública, jóvenes políticos, antiguos luchadores que ven la conveniencia de forjar una renovada opción política que nos permita superar este presente trágico de traición a una enorme esperanza que significaba el MAS”, apuntó.
Aseguró que estos acercamientos no significan volver al pasado neoliberal que malogró la recuperación democrática, sin embargo afirmó que tampoco van a permitir que éste presente, de traición, de corrupción, de ineficiencia, burocracia y autoritarismo se prolongue más allá del año 2014.
En ese contexto, Navarro explicó que Juan del Granado no es creíble porque tiene una larga historia política, y que es fundamental sumar fuerzas en un proyecto nuevo, porque los que no estén dentro este esquema de oposición terminarán siendo funcionales al MAS, ya que la estrategia del oficialismo es dispersar el voto. “Para Morales lo óptimo es que en la próxima elección hayan cinco candidatos como en el Ecuador, donde el voto termina disperso y en ese escenario resulta favorecido”.
Consultado sobre las debilidades de la oposición el exsenador de Poder Democrático y Social (Podemos) Carlos Börth dijo que la corrupción característica de los últimos veinte años y el molde de la “democracia pactada” fueron fulminantes para que el sistema democrático en Bolivia, mientras el exconstituyente Jorge Lazarte resumió “lo peor que puede pasar con cualquiera, es que no se quiera ver los problemas que se tiene”.
En los años 80 y 90 el sistema político se caracterizó por una corrupción profunda, que según Börth minó la credibilidad de ese sistema político, paralelamente se implantó el modelo de libre mercado que terminó generando mayores diferencias, no resolvió los problemas de la sociedad boliviana y generó mayores diferencias y exclusión, más pobreza.
“El sistema de organizaciones políticas hacia mediados de la última década del siglo pasado se quebró. Como resultado surge el actual instrumento político, generado por las organizaciones sociales, una organización política que no termina de dibujarse ni como partido, ni como movimiento y se ha apoderado de un escenario político, tiene una centralidad tan grande que ha dejado espacios marginales para otras fuerzas políticas”, señaló.
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