Las autoridades Gobierno y de la Alcaldía deslindan sus responsabilidades para poner fin a una arbitrariedad que se extiende por siete años, desde que personas que se atribuyen ser víctimas de las dictaduras instalaron carpas de lona en El Prado de La Paz, frente al Ministerio de Justicia, exigiendo que el Gobierno cumpla la Resolución de las Naciones Unidas 60/147.
En el Ministerio de Justicia esperan conclusiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en tanto que en la Alcaldía se informó que sería otro atentado a los derechos humanos el retirar a esas personas.
Pasaron seis años desde que se instaló inicialmente una carpa, ahora están entre cuatro a cinco, en el principal paseo que tiene la ciudad de La Paz.
El 13 de marzo de 2012 unas dos personas instalaron una carpa en el centro paceño, para exigir que el Gobierno cumpla la Resolución de las Naciones Unidas 60/147, que obliga a los Estados a reparar los daños ocasionados por las dictaduras.
Sus demandas son seis: la constitución de la Comisión de la Verdad y la participación de sus miembros en ella, la desclasificación de los archivos de las dictaduras que tienen las FFAA, el cumplimiento de la Ley 2640, de la resolución 60/147, revisión de los expedientes de víctimas que el Ejecutivo rechazó para la compensación, y la convocatoria para presentar nuevos expedientes para quienes no lo hicieron oportunamente.
Entretanto, desde el Ministerio de Justicia se informó que “se está a la espera de las conclusiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a los informes que se le enviaron sobre el conflicto”.
ORNATO PÚBLICO
En estos seis años, los paceños que a diario transitan por El Prado ven con desagrado cómo ahora se tienen cada vez más carpas convertidas en vivienda, que atentan contra el urbanismo, que es desarrollo y prolijidad en sus espacios.
En el país hay ciento de ciudadanos que han perdido la vida por diversidad de causas políticas. Si todos sus allegados optaran por exteriorizar su dolor y protesta asentaran sus viviendas de lona en El Prado, este tendría que estar ya totalmente rodeado de esa insólita forma de supuesta protesta o de duelo.
La indiferencia del alcalde Luis Revilla por este tipo de infracción que se comete contra el espacio más céntrico de la ciudad es condenable, pues no está haciendo cumplir una de sus mayores obligaciones y responsabilidades, hacer que la ciudad de La Paz luzca ordenada, limpia y sin viviendas de lona que desluzcan su calidad, como ahora ocurre, nada menos que frente a un Ministerio de Estado.
Cabe anotar que por la presencia de esas viviendas de lona, en 2012 un cortocircuito provocado por sus precarias instalaciones de luz estuvo a punto de provocar un incendio de magnitud, afortunadamente la situación fue controlada, pero no persuadió a sus retirarse del lugar.
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