21 abril 2017

Exeni: “Revertimos la situación de crisis institucional en el TSE”



En julio se cumplen dos años de su gestión en el Tribunal Supremo Electoral, ¿cómo evalúa el trabajo realizado hasta ahora en comparación a como estaba cuando asumió el reto?

Como señalamos cuando asumimos esta responsabilidad, encontramos una institución en crisis con la renuncia de todos sus vocales, con algunas unidades o direcciones semi desmanteladas, muy golpeadas en su legitimidad y credibilidad, con lo que había pasado en las elecciones generales de 2014 y en la subnacional de 2015, esa fue la situación que encontramos, pero había confianza en el potencial y los recursos humanos especializados.

¿Y se logró superar la crisis institucional?
Con nuestra percepción hemos logrado revertir esa situación de crisis institucional, y no solo eso, porque primero estamos dando un salto cualitativo hacia un proceso profundo de reestructuración institucional en función a un nuevo plan estratégico institucional hasta 2021. Segundo se ha logrado revertir (la crisis), si bien no en su totalidad, al menos de buena manera la percepción ciudadana hacia el Órgano Electoral Plurinacional porque había desconfianza mayoritaria, la gente no confiaba en el Tribunal Supremo Electoral y hoy sentimos que mayoritariamente, no plenamente, hay una sensación distinta de confianza, de reconocimiento de la institucionalidad electoral y es importante. Y tercero hemos dado señales claras de transparencia, celeridad e idoneidad técnica en los procesos administrados, como en el caso del referendo constitucional del 21 de febrero de 2016, que fue un proceso muy complejo e inédito en la historia, muy próximo en cuanto a los resultados y las señales que hemos dado con los datos más rápidos de la historia, con la transmisión de actas y la logística fue importante como señal de transparencia y confianza en el proceso y en la propia institucionalidad.

¿Cuáles son las señales que se están dando respecto a la mejora del trabajo del Tribunal Supremo Electoral?
Estamos avanzando en brindar señales importantes, como la auditoría al padrón electoral, el proceso de reforma normativa, la propuesta de Ley de Organizaciones Políticas y otras. En este tiempo hemos dado varias señales que percibe la ciudadanía, y también se hicieron varias cosas internas que no son mediáticas, pero que dan cuenta de una nueva institución que avanza en dos objetivos estratégicos: uno garantizar que esto dejó de ser Corte Nacional Electoral y ahora es un Órgano del poder público con igual jerarquía que los otros órganos del poder público, porque estamos garantizando que hay un Órgano Electoral Plurinacional, y dos que se trata de un órgano que no solo hace elecciones, sino que gestiona e impulsa la democracia intercultural promoviendo procesos técnicamente impecables, participativos, pero también impulsa las otras formas de democracia, como la democracia directa y participativa a través de cabildos, consultas previas, iniciativa legislativa, revocatorias y las democracias comunitarias a través de normas y procedimientos de los pueblos indígenas.

¿Avanza la consolidación del Órgano Electoral?
Ése es nuestro empeño, consolidar un Órgano Electoral Plurinacional plural, autónomo, independiente y fuerte institucionalmente, que gestione e impulse la democracia intercultural y la reserva de un balance más amplio. Estamos bien encaminados.

¿Cuál ha sido el proceso más complicado que administró el Órgano Electoral?
En nuestra historia democrática hubo procesos complicados, todos los procesos de la transición a la democracia han sido muy difíciles. Creo que el referendo revocatorio de 2008 fue el proceso más difícil de nuestra historia democrática y me ha tocado gestionarlo en ese momento como presidente de la Corte Nacional Electoral. Era un momento de polarización y enfrentamiento de las dos bolivias y todo eso.

¿Y en esta gestión?
El referendo del 21 de febrero de 2016, más que complicado, ha sido como un termómetro para medir dos cosas: primero, la calidad técnica de la gestión de ese referendo al que hemos dado todas las señales; y segundo, el comportamiento electoral que no dependía de nosotros porque hubo dos visiones distintas respecto a una consulta, que por primera vez se hizo a la ciudadanía, aunque como ejercicio democrático ha sido fundamental porque por primera vez en nuestra historia se le ha preguntado a los ciudadanos si estaban o no de acuerdo con reformar la constitución.

¿En años anteriores no había este tipo de consultas?
Antes todas las reformas y las propias constituciones se hacían en grupo, en gabinete y congresos; y ahora, por mandato de la nueva Constitución, es la propia ciudadanía la que decide.

¿El voto de la población tiene más valor en la actualidad?
El voto de la población tiene más alcance porque hoy no solo sirve para elegir a quienes nos representen o tomen decisiones, sino para decidir directamente a través de los referendos, y ése es un salto cualitativo fundamental porque primero solo votábamos, luego pasamos a elegir y ahora a decidir. Por supuesto ahora tenemos otros mecanismos donde tampoco basta decidir, queremos tener espacios de deliberación pública, mecanismos de control social, procesos de autogobierno, de libre determinación, entonces es el proceso de ampliación de nuestra democracia.

¿Qué se busca con estos mecanismos?
Que haya diversas concepciones y prácticas democráticas, no solo la electoral o la de elegir a gobernantes y representantes, sino mecanismos de participación, de decisión, de deliberación pública, de control social de autogobierno indígena; entonces hay dos procesos: uno de ampliación de la democracia, y el segundo de asumir que estamos en una democracia de alta intensidad donde todos los momentos son momentos democráticos.

¿Cómo marcha la construcción de la Ley de Organizaciones Políticas?
Está avanzando a nivel de propuesta técnica, pero estamos priorizando el proceso de construcción plural y participativa de la Ley de Organizaciones Políticas, ya como sala plena hemos asumido una ruta crítica, avanzamos en un documento base que será de referencia para esta consulta, hemos definido una ruta metodológica y vamos a tener nueve talleres, uno en cada departamento, además de un taller nacional de cierre con la más amplia participación de actores políticos, ciudadanos, académicos, organizaciones de mujeres, de jóvenes e indígenas. Van a ser eventos muy plurales, participativos, propositivos para recoger los insumos que se presenten para hacer el trabajo técnico de elaboración de un proyecto de ley, que se presentará en el Legislativo.

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