Este viernes el Ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado en el que manifiesta su rechazo a las disposición del Senado brasilero con relación a la ahora presidenta suspendida, Dilma Rousseff.
“El Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia, luego de conocer la decisión del Senado Brasilero que aprobó el inicio de un juicio político en contra de la Presidenta Dilma Rousseff, en base a una farsa jurídica y política, expresa su profundo rechazo a estas acciones que pretenden desestabilizar los procesos democráticos y desconocer la voluntad de los pueblos expresadas en el voto popular”, se lee en el comunicado.
Según la Cancillería este proceso de destitución presidencial, calificado por la presidenta Rousseff como un “Golpe de Estado”, se basa en la “criminalización de acciones administrativas” que no ameritan responsabilidad alguna.
“Esto demuestra una intención de dañar la democracia en un país hermano como el Brasil y desconocer los 54 millones de votos que llevaron a Dilma Rousseff a la presidencia”, continúa el documento.
En ese marco, dicha cartera de Estado hace un llamado a los Estados de la región para evaluar “el peligro que significa la debilitación de la institucionalidad de la democracia, provocada por una oposición incapaz de lograr los votos necesarios para formar un gobierno”.
Finalmente se convoca a las naciones de la región a defender la plena vigencia y preservación de la institucionalidad democrática y los valores que la sustentan, “el respeto irrestricto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, la construcción de la paz como patrimonio que hemos consagrado y defendido en la región”.
Por su parte, los países miembros del ALBA-TCP rechazaron a través de su página oficial “enérgicamente el golpe en Brasil”.
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