El abogado Frank Campero informó que el exdictador Luis García Meza ya no puede caminar y que tiene dañadas sus vertebras por lo que anunció a ANF que, si la enfermedad empeora, pedirá que se le otorgue detención domiciliaria.
García Meza cumple una condena de 30 años sin derecho a indulto por varios delitos, entre ellos el genocidio entre el 17 de julio de 1980 y 4 de agosto de 1981. Fue detenido en marzo de 1995, en Sao Paulo, Brasil y debía cumplir condena en la cárcel de Chonchocoro, pero el 47 por ciento de los 21 años de prisión pasó en el hospital de Cossmil, según informó La Razón.
Campero manifestó que García Meza ya no puede caminar y que tiene dañadas sus vértebras. También está mal del estómago, ya no recibe alimentos y se mantiene con suero.
El abogado anunció que pedirá que su cliente se beneficie con la libertad condicional para que pase sus últimos días en su domicilio. Para ello solicitará que el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) vaya a Cossmil para verificar las enfermedades que padece García Meza.
Anunció que se acogería a la Ley 2298 de ejecución penal y supervisión que beneficia a los reclusos sin derecho a indulto a tener detención domiciliaria. La vida del exdictador se “está apagando” y los médicos le recomiendan “simplemente sobrevivir” y tratar de calmar el dolor.
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