23 febrero 2014

La primera encuesta da la relección a Morales en la primera vuelta

Si fuera octubre, Evo Morales tendría asegurada la relección sin necesidad de alcanzar el 50% de los votos. El presidente del Estado Plurinacional acumula una intención de voto del 45,7%, situándose a más de 30 puntos de su principal perseguidor, Samuel Doria Medina (13,4%), al cual superan incluso los indecisos (19,4%). Esta es la primera instantánea tomada a todo el país cuando restan menos de ocho meses para las elecciones generales.
El pulso electoral fue medido por la empresa Tal Cual a encargo del Diario Mayor El Deber, entre el sábado 25 de enero y domingo 2 de febrero en todas las capitales de departamento y ciudades intermedias del país. Se realizaron 2.250 entrevistas repartidas según el padrón electoral, con un margen de error de hasta el 2,04%.

Alto contraste
Para analizar los datos se convocó a Gustavo Pedraza, exministro de Medioambiente; Marcelo Silva, politólogo; William Bascopé, constitucionalista; Yerko Ilijic, politólogo y Carlos Guzmán, politólogo, que conocieron los datos de Tal Cual en simultáneo en las redacciones de Santa Cruz y La Paz.
Guzmán observa un liderazgo consolidado, hasta atropellador de Evo Morales y un muy mal síntoma para la oposición. Ve en el casi 20% de indecisos un mensaje claro: no vemos alternativa posible a Evo Morales. Esto, en su opinión, podría sumarle aún más votos al defensor de la silla presidencial, ya que la ecuación parece ser “Voy por Evo o no sé por quién”.
“Sería muy trágico que los blancos y nulos terminen ganándole al segundo más votado”, señala Guzmán.
Silva apunta que, en la primera encuesta, Morales ya ha alcanzado algo importante: superar el umbral del 40%. Más allá de que se considere que el ‘voto duro’ del MAS es del 30%, alcanzar esta proporción del electorado le podría significar a Morales no necesitar una segunda vuelta para quedarse en el Palacio Quemado. La Constitución vigente señala que solo habrá segunda vuelta electoral si un postulante no alcanza el 50% más uno o no está arriba del 40% de los votos con una diferencia mayor al 10% de su principal adversario.
En este caso, Morales acumula una ventaja de más del 30% con Doria Medina. Esto, para Silva, pone un listón muy alto para la oposición: acumular en un solo candidato más del 35% de los sufragios de octubre.
Para Bascopé es clave identificar, tanto para el oficialismo como para la oposición, dónde está ese bolsón del 20% de indecisos y tratar de conquistarlos.
Le sorprende que Juan del Granado, postulante del Movimiento Sin Miedo, esté muy abajo (4,4%) y al mismo nivel que Tuto Quiroga, que ni siquiera está en campaña electoral.
Las expectativas de los Sin Miedo era estar disputándole la segunda plaza a Doria Medina, por encima del gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas (9,1%).

Camino andado
Más allá del hecho de que Morales lleva ocho años en el poder y la gente se esté acostumbrando a que él sea el presidente, los analistas apuntan a una fuerte artillería de campaña desplegada por el presidente en los últimos meses. Ese casi 46% puede ser fruto del lanzamiento del satélite Túpac Katari, del paso del Rally Dakar por territorio nacional, de la construcción del teleférico entre La Paz y El Alto o de la nominación de Santa Cruz de la Sierra como sede de la reunión G-77 + China.
Pedraza, sin embargo, apunta un dato más de proceso que de coyuntura. La popularidad de Evo Morales (cuya aceptación a su gestión de Gobierno supera el 70%) comenzó a repuntar en agosto de 2011 y no ha parado de crecer, mientras que la oposición no ha hecho más que hundirse. Cree que no ha llegado a su punto de inflexión y que los números de esta muestra pueden crecer a medida que octubre se aproxime.

Ilijic, por su parte, señala que la encuesta remarca tendencias que ya son casi históricas: el MAS parte con una base de votación de alrededor del 45%, mientras que el resto de los candidatos se disputan un espacio electoral del 30 al 35%. Esto deja un colchón de votos de entre el 20 y 25%, que más que indecisos Ilijic nombra como prudentes y susceptibles a ser conquistados electoralmente.
De este análisis le surge una interrogante: ¿se volcará el MAS a tratar de conquistar a los indecisos? Cree que para lograrlo el presidente tendrá que abandonar esa imagen de gobernante solitario, para volverse parte de un equipo más técnico. Señala también que al MAS se le hará muy complicado convencer a ese 30% que es voto duro opositor, pero que, al mismo tiempo, a los contrincantes de Evo se les dificultará sacarle utilidad a ese tercio del electorado si no abandonan su estrategia meramente presidencialista.

Correr desde atrás
Para Ilijic, los jefes de campaña opositores deberán impulsar una estrategia parlamentarista, lo cual significará aceptar severos trastornos a sus tácticas actuales. Cree que lo mejor que pueden hacer es construir programas de gestión con un fuerte énfasis regional, para llevar la discusión de segundo escalón a este estrato.
Silva advierte, sin embargo, que el 46% está alejado del 70% que pretende el Gobierno y que es peligroso que el presidente esté llegando a su techo electoral, sobre todo después de utilizar artillería de campaña de tan grueso calibre como un satélite y un teleférico.
“No sabemos con qué más va a sorprender a la población, por lo que el mayor peligro que enfrenta es que después de estar en el techo, lo único que le queda a un candidato es bajar”.
Pedraza, sin embargo, cree que la estabilidad económica, el moderamiento del discurso oficial, la cercanía al empresariado y la fuerte cohesión social de las bases del masismo son un buen basamento para pensar en la victoria electoral

Perspectivas

Una panorámica que alumbra los próximos ocho meses del país
Oficialismo y oposición tienen desafíos y tareas pendientes si quieren conquistar el sillón presidencial. Morales parte en punta, solo, pero no tan alto como esperaba.

El MAS debe conquistar a los votantes indecisos
Convencidos de que tienen la relección de Morales en el bolsillo, el oficialismo necesita que su victoria sea lo suficientemente amplia como para garantizarle gobernabilidad a Evo.

Definir una estrategia y ponerla en práctica
En las próximas semanas los opositores deberán decidir si conforman un frente mayoritario o si cada candidato va por su lado, buscando restarle poder al MAS.

FRASES

“Las de Quiroga, Gil, Untoja y Patzi son candidaturas que van a restar votos pero que no van tener mucho éxito”.
William Bascopé - Constitucionalista

“La oposición debe dejar de ser presidencialista. Para ello tendrá que cambiar de estrategia de campaña e imprimir un fuerte énfasis regional”.
Yerko Ilijic - Analista político

“Es preocupante que, como votante, solo tengás un candidato. Sería trágico que los indecisos se conviertan en votos nulos y le ganen a la primera fuerza opositora”.
Carlos Guzmán - politólogo

HAY UN TRIPLE EMPATE EN LA RESISTENCIA A LOS CANDIDATOS
Evo Morales, Rubén Costas y Juan del Granado tienen un triple empate en la resistencia a sus candidaturas. Cuando a los encuestados se les consulta ¿por cuál de estos postulantes usted no votaría nunca?, Evo Morales y Rubén Costas empatan con un 19% de resistencia y Juan del Granado le pisa los talones con un 18%.

Chuquisaca, tal vez por la matanza de La Calancha, en 2008, es el departamento que más se le resiste al presidente del Estado Plurinacional. Un 25% de los encuestados no votaría nunca por el mandatario. Santa Cruz, otrora plaza hostil para el mandatario, solo tiene una resistencia del 17% y está por debajo del rechazo que acumula el mandatario en Tarija, Cochabamba y Oruro y apenas un 1% por encima de La Paz.

Costas, por su parte, acumula desamor mientras la cota de altura de la capital de departamento se eleva. Llega hasta un 33% de rechazo en Oruro y un 30% en Potosí. No es Santa Cruz sino Tarija donde es menos rechazado (8%) y debería preocuparle que uno de los bastiones de la oposición, Beni, tenga un quinto de la población que nunca lo votaría.
Del Granado, en cambio, acumula cotas altas de molestia en Cochabamba (25%), Chuquisaca (22%), Pando y Tarija (20%).

Samuel Doria Medina, por su parte, sale bien favorecido en esta fotografía. El industrial cementero tiene un bajo índice de rechazo en todo el país, acumulando solo el 10% del ‘rencor’ del electorado. Esta cifra se repite en casi cada uno de los departamentos y solo se eleva en La Paz, donde un 14% dice que nunca votaría por él.
Incluso está por encima del probable postulante de Frente Amplio (no ha sido proclamado) está el expresidente Tuto Quiroga, que sin hacer política tiene un 15% de rechazo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario