En la última década en Bolivia, la crisis de los partidos políticos provocó la fuga de su militancia, debido al descrédito ante la ciudadanía. Por tal motivo y a un poco más de nueve meses de los comicios nacionales, las agrupaciones partidarias tienen el reto de conquistar adeptos leales.
Es así que hay el compromiso de la formación de cuadros y la democratización interna para la renovación de liderazgo y de esa manera, mantener militantes sostenibles en el tiempo y no de manera coyuntural.
Tres analistas coinciden que actualmente no hay militantes, sino simpatizantes del caudillo, pero sin identidad ideológica.
Militancia en la era del 'proceso de cambio'. El diputado del Movimiento Al Socialismo (MAS), Saúl Garabito, dijo que su partido, a diferencia de la oposición, tiene una militancia comprometida con el "Proceso de cambio".
"Es así que está previsto para este febrero se inscriba la nueva militancia en el país, porque hay una fuerte conciencia social para apoyar al MAS", explicó el parlamentario oficialista.
Remarcó que incluso hay el compromiso de los asambleístas nacionales para ayudar de manera incondicional al binomio Evo Morales - Álvaro García Linera.
Lo básico es la democratización interna. Para el diputado del Movimiento Sin Miedo (MSM), Fabián Yaksic, lo básico en su partido es la democratización interna.
Indicó que este proceso permite que la militancia empadronada tenga la posibilidad de una efectiva participación con la elección de sus dirigentes. A partir de ello, se proponen generar programas de capacitación e ideologización, considerando que de un tiempo a esta parte, los partidos generan una especie de reclutamiento político.
La gente exige participación. Bajo esa línea, el vocero del Movimiento Demócrata Social (MDS). José María Leyes, dijo que la gente está exigiendo participación.
"Es así que en los distintos departamentos estamos haciendo elecciones internas y posesión de directivas", remarcó.
Informó que al margen del proceso eleccionario, hay muchos ciudadanos que ya se sienten identificados al darse cuenta del fracaso de las agrupaciones ciudadanas.
Conformación de cuadros. Por su parte, el senador de Convergencia Nacional (CN) y actual jefe de Nuevo Poder Ciudadano (NPC), Germán Antelo, dijo que la única manera de mantener militancia es la conformación de cuadros políticos. El también aliado de Frente Amplio (FA), comparte la visión de que las agrupaciones fueron solamente coyunturales y afectaron a la lealtad del militante.
Por ello, mencionó que NPC en los últimos 4 años, está en la labor de formar ciudadanos con afinidad ideológica y objetivos comunes, generando utopías de una Bolivia vista de aquí a 30 años, sin pensar en el clientelismo como los que se encuentran en el poder.
Concepto debilitado. El cientista político Marcelo Silva, comentó que el concepto de militante se encuentra debilitado y esto pasa por la debacle de los partidos tradicionales en el país. "Bolivia tuvo un quiebre importante en el sistema partidario competitivo en el 2005, cuando la mayoría prácticamente desapareció del escenario político", afirmó el politólogo. En el caso del MAS, observó que se encuentra en camino a convertirse en un partido y que en la actualidad, es solamente una instancia de varios sectores sociales que le dan vida al instrumento partidario oficialista.
Lo que hay son simpatizantes. El analista Napoleón Ardaya aclaró que en la realidad actual, lo que existe en las estructuras partidarias son los simpatizantes.
Argumentó que la culpa de la fuga de militantes es por las agrupaciones ciudadanas, que provocaron la desinstitucionalización de los instrumentos de intermediación política en Bolivia. Sumado a ello, el descrédito del sistema partidario, los ciudadanos cada vez menos desean militar y prefieren analizar a quién dar su voto en cada proceso electoral.
Hace falta mayor apertura. El politólogo Romano Paz considera que falta mayor apertura en las estructuras partidarias para recuperar o conquistar militancia.
"Mayormente el ciudadano boliviano vota por simpatía con el candidato de turno y no es un apoyo directo al partido", aseveró.
Por lo tanto, dijo que tanto el oficialismo como la oposición, deben trabajar en darle más vida institucional a sus estructuras partidarias y esa es una labor que se tiene que hacer a mediano y largo plazo.
Ley de partidos políticos
Derechos y deberes del militante
Ley de partidos. Artículo 23 (Militante). Es el ciudadano en ejercicio que registra voluntariamente en un partido político. A tiempo de registrar a un militante, se hará constar, en el libro respectivo, bajo juramento o promesa solamente, que no milita en otro partido político.
Artículo 24 (Derechos de los militantes). La ley reconoce a los militantes, además de los que les fueran reconocidos por los documentos constitutivos del partido, los siguientes derechos:
I. Participar plenamente en las actividades partidarias.
II. Postular a los cargos directivos y representaciones partidarias, de acuerdo con el Estatuto Orgánico. III. Ejercer el derecho de disenso de acuerdo con su Estatuto Orgánico. IV. Recurrir de queja ante la Corte Nacional Electoral (hoy Tribunal Supremo Electoral).
V. Pedir y recibir información de acuerdo con sus estatutos sobre la administración de su patrimonio.
Artículo 25 (deberes de los militantes). Además de los establecidos en los documentos constitutivos del partido, los militantes tienen los siguientes deberes: I. Velar por la democracia interna y el cumplimiento de las normas partidarias. II. Cumplir las resoluciones internas, emanadas de sus órganos de dirección, siempre que fueran adoptadas de acuerdo con los estatutos de la organización. III. Velar por la unidad e integridad del partido.
IV. Contribuir a las finanzas del partido. V. Concurrir a las reuniones de sus organizaciones de base.
Punto de vista
"Una especie en vías de extinción"
Emilio Martínez
Analista y escritor
"Si el militante político no ha desaparecido por completo, es por lo menos una especie en vías de extinción. Lo cierto es que aquel 'cuadro' con formación ideológica que era usual encontrar tiempo atrás, hoy en día ha sido sustituido por el colaborador ocasional, muchas veces pre o postpago.
Y es que las ideas, sean liberales, socialistas, conservadoras o comunistas, han ido dejando paso a un crudo pragmatismo alimentado por las prebendas manejadas desde las cúpulas partidarias. En el Movimiento Al Socialismo, está claro que junto a grupos minoritarios todavía encandilados por la retórica izquierdista, existe una gran mayoría de adeptos en realidad atraídos por la posibilidad de obtener ventajas económicas de algún tipo, ante una jefatura que busca encarnar al Estado-Providencia, dispensador de bienes y favores. Por el lado de la oposición, las agrupaciones ciudadanas temporales formadas al calor de cada elección no facilitan la organicidad ni la mística necesarias para incubar militancia. Tal vez una hoja de ruta posible para la recuperación del concepto y la práctica de la militancia pudiera ser impulsada por la lucha de ideas, que tendría que volver a ser puesta en el centro de la escena política, como reclamaba días atrás Mario Vargas Llosa durante su visita a Santa Cruz".
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