Aunque se abstuvo de identificar con sus nombres y apellidos por obvio temor a represalias por parte de los entornos presidenciales, la diputada cochabambina Rebeca Delgado reveló que en el seno del Gobierno existen autoridades que durante la Asamblea Constituyente fueron enemigos acérrimos de la Nueva Constitución Política del Estado y que estarían incluso incrustados en el Gabinete.
Delgado efectuó tal denuncia en el programa radial “Diálogo en Panamericana” que se difundió al medio día de este sábado. Uno de los periodistas que conduce el programa preguntó a la diputada si podía identificar a esos adversarios infiltrados en el gobierno plurinacional: “Difícil”, dijo Rebeca Delgado, al advertir que profundizar en ese tema podría generar mayores represalias a las que la parlamentaria enfrenta tras sus cuestionamientos a una posible manipulación política de la Constitución para forzar la re-elección presidencial incluyendo al vicepresidente García Linera.
“Sin embargo existe documentación al respecto”, aclaró a tiempo de sostener su denuncia la legisladora, quien fue Asambleísta en la Constituyente del 2006.
La diputada Delgado reiteró que la posición crítica que asume frente a decisiones político-partidarias del régimen que, según ella, no respetan ni el espíritu ni la letra de la nueva Constitución, responde a una conducta principista que pretende ser leal y consecuente con el proceso de cambio que “no es propiedad de unos cuantos”.
Reafirmó también que no busca congraciarse con la derecha opositora y ni favorecer a las corrientes reaccionarias, que más bien estarían infiltradas en los entornos de Evo Morales y García Linera. “Yo jamás pactaría con la oposición, mucho menos con los enemigos de la Constitución Política del Estado que nos combatieron durante la Asamblea Constituyente”, declaró, asegurando que no mantiene ningún tipo de contacto ni con Unidad Nacional, Convergencia Democrática o el MSM.
La forma frontal y valiente con que Delgado asume individualmente una lucha principista para reencauzar el proceso de la revolución boliviana desde sus fundamentos éticos, respetando la Constitución Plurinacional, viene generando una “corriente Constitucionalista” dentro del partido gobernante, de la que forman parte incluso otros legisladores que observan críticamente la derechización de un proceso manchado por una extrema permisividad con la corrupción e incluso el narcotráfico.
Personajes como el ex capitán de Ejército Juan Ramón Quintana, ex asesor de Defensa del gobierno de Hugo Bánzer Suárez (ADN), vinculado al grupo Soros y representante de la ONG Redsal, financiada por Usaid y Soros, serían, según los masistas críticos, los artífices de un retroceso reaccionario que sufre la revolución liderada por Evo Morales, al punto tal que, bajo el “padrinazgo” de Quintana y García Linera, la administración estatal del proceso habría sido virtualmente invadido por enemigos acérrimos del movimiento indígena y del propio Estado Plurinacional.
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