Las leyes bolivianas le otorgan a la Fiscalía un papel muy importante en la investigación de delitos penales, corrupción y otros. Sin embargo, las carencias de personal, logística y recursos en este aparato no han sido encaradas por las autoridades de distintos gobiernos desde hace años. En el caso de Cochabamba, la última vez que el Estado compró un vehículo para la Fiscalía fue en 1963 según los archivos, confirmó el Fiscal de Distrito Camilo Medina.
Desde el año 2001, cuando 439 fiscales fueron asignados para encargarse de dirigir miles de investigaciones en el país, nunca más se aumentó un solo ítem a la Fiscalía boliviana. Asistentes, fiscales y administrativos siguen siendo la misma cantidad, aunque las poblaciones crecieron y el delito se multiplicó.
En Cochabamba existen 72 fiscales. Trece están asignados a Sustancias Controladas, cuatro a materia anticorrupción y el resto a las diferentes áreas: menores, homicidios, delitos económicos financieros, medioambiente, delitos contra la propiedad, trata y tráfico de seres humanos, en las diferentes provincias del departamento.
RECARGA Cada fiscal administra entre 300 y 1.200 causas, cuando las normas internacionales aconsejan que deberían tener un máximo de 200 causas en materia ordinaria y 50 en materia de anticorrupción. En países de Latinoamérica existe un fiscal por cada 10.000 habitantes, pero en Cochabamba, de acuerdo al Censo 2001, hay un fiscal por cada 23.000 personas. "Desde el año 2001 deberíamos ir aumentando progresivamente el número de ítemes por el crecimiento vegetativo de la sociedad. Ya tendríamos que ser 1.000 fiscales en el país, pero seguimos siendo 439", sostuvo la autoridad del Ministerio Público.
Las carencias de personal se extienden a la logística. Los fiscales deben acudir a audiencias, a inspecciones de escenas del delito, hacer notificaciones, secuestros, pero la institución no cuenta con vehículos ni recursos. La última vez que el Estado compró un carro para la Fiscalía fue en 1963. Treinta años después (en 1993 al 1998) recibió cuatro carros de donación y ese es todo su patrimonio vehicular. Sin embargo, necesitan por lo menos 10 vehículos más para poder cumplir con su trabajo.
SIN TECNOLOGÍA Las computadoras que existen en la Fiscalía son muy antiguas en software y hardware. "Ese es otro talón de Aquiles", admitió Medina. Muchos fiscales han optado por usar computadoras personales para poder avanzar en su trabajo y el seguimiento de casos.
Para paliar las carencias de personal, se firmó convenios con las universidades del Valle y de San Simón para que los universitarios de últimos años se conviertan en pasantes y apoyen a los fiscales en la sistematización de las causas. Es así que a través de la labor realizada por los pasantes se descubrió que los 72 fiscales tienen más de 11.000 causas abiertas en etapa preliminar que no avanzan porque los denunciantes no se presentaron más.
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