16 octubre 2011

#judiciales2011 Bolivia vive 29 años de democracia y un ejercicio constante de voto directo por nuevas autoridades

A menos de una semana de las inéditas elecciones judiciales, y con opiniones encontradas respecto de éstas, se recuerdan 29 años de democracia consecutivos en el país. Son casi tres décadas en las que la historia muestra cómo, hasta en crisis más complejas, el sistema de la democracia siempre prevaleció.

Tras la sucesión de regímenes totalitarios desde los años 60 y numerosas llamadas a elecciones con desenlaces truncados, vinieron tres comicios (1978, 1979 y 1980) que evidenciaron el deseo de restituir la democracia en el país.

Fueron los comicios del 29 de junio de 1980 —convocados por la presidenta interina Lydia Gueiler Tejada y llevados a cabo bajo mucha tensión, a pesar de la “sugerencia” de los militares de postergarlos— los que iniciaron la era democrática, a pesar de que sus resultados (que daban la victoria al líder de la Unidad Democrática Popular (UDP), Hernán Siles Zuazo, con 38,7%) no se consumaron en el Congreso Nacional, pues el 17 de julio de ese año el entonces comandante del Ejército, Luis García Meza, dio uno de los más descarnados golpes militares.

No fue sino el 10 de octubre de 1982 que se posesionó a Siles Zuazo como presidente, luego de haberse reconocido la elección de 1980. No obstante, la maniobra favorecía al Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y a Acción Democrática Nacionalista (ADN), pues les aseguraba una no despreciable cantidad de escaños parlamentarios que en caso de realizarse una nueva elección probablemente no conseguirían. Si bien Siles Zuazo era presidente, no tenía la mayoría en el Congreso, lo que empantanó su gobierno. A consecuencia de la desbordada hiperinflación, el Presidente decidió llamar a elecciones adelantadas, a un año del final de su mandato constitucional.

‘Congresismo’. Este período se caracterizó en que los presidentes que no obtenían mayoría absoluta eran designados en Congreso después de las elecciones. Se llamó la etapa de la democracia pactada. Esa modalidad sería aplicada en cada una de las posteriores elecciones que vendrían hasta la que ganó con mayoría absoluta Evo Morales el 2005.

Los resultados de los comicios de 1985 señalaron al exdictador Hugo Banzer Suárez (ADN) como ganador, con un 32,8%; sin embargo, el Congreso impidió su propósito y concedió la función a Víctor Paz Estenssoro (MNR) —segundo, con el 30,2% de los votos— y se formó la coalición “Pacto por la Democracia”, que unificaba al MNR, entonces dividido en MNR-V (Vanguardia) y MNR-I (de Izquierda) y atraía los votos del Partido Demócrata Cristiano (PDC). Fue el primer período democrático que cumplió todo su mandato.

1989. “Los últimos serán los primeros”. De manera irrisoria, esta máxima del cristianismo encaja perfectamente con lo sucedido en los comicios de 1989. Una vez más, el Congreso optó por quien no fue ganador, sino el tercero, Jaime Paz Zamora, del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), con 21,9% de votos, elegido con apoyo de ADN, el “Acuerdo Patriótico”.

La Corte Nacional Electoral fue duramente cuestionada por la escandalosa anulación de mesas por parte de la “banda de los cuatro”, sobre todo en Oruro. El traslado de urnas conllevó un “misterioso” cambio de resultados. El MNR había ganado la elección en Oruro y apareció segundo. En La Paz, Víctor Hugo Cárdenas (MRTKL) y Róger Cortez (PS-1) ganaron una diputación que luego les fue negada.

La denominada “banda de los cuatro”, en alusión a los cuatro sucesores del autor del Libro rojo, Mao Tse Tung, era liderada por el entonces presidente de la Corte Nacional Electoral, Mauro Cuéllar, y los vocales Jorge Torrico Arguedas, Edmundo Araúz (ADN), Róger Pando (MIR); los restantes tres vocales eran del MNR.

Reforma. A partir de 1991 se reformuló la configuración de las cortes del país —a raíz de los hechos ocurridos en la última elección— en busca de institucionalizar un organismo que sea independiente. Este período, que se extendió hasta el 2010 (cuando se crea el Órgano Electoral Plurinacional), fue llamado de los “notables”, porque se decidió que los vocales serían personalidades académicas que no pertenezcan a ningún partido político.

En 1993 se celebraron las últimas elecciones generales de “un sólo voto”. En los comicios posteriores se votó por una representación uninominal. La elección favoreció a Gonzalo Sánchez de Lozada (35,7% de votos) y a su aliado, el Movimiento Revolucionario Túpac Katari de Liberación (MRTKL) de Víctor Hugo Cárdenas. Ya en el Congreso, el Movimiento Bolivia Libre (MBL) y Unidad Cívica Solidaridad (UCS) se unieron a la coalición “Pacto por la Gobernabilidad”.

A partir de las elecciones de 1997 los bolivianos escogen, además, a sus diputados por circunscripciones uninominales. De 130 diputados, la mitad fue elegida por voto directo.

Los comicios de 1997 dieron la victoria a Banzer. Su fórmula —ADN y Nueva Fuerza Republicana (NFR)— obtuvo el 22,3% de los votos, pero para consolidarse como presidente se conformó el pacto “Compromiso por Bolivia”, que sumó al MIR, UCS y Conciencia de Patria (Condepa). Para muchos, esta elección manchó la democracia boliviana al poner en evidencia una amnesia histórica, al hacer presidente al exdictador.

En los comicios del 2002 comenzó el ascenso estrepitoso del Movimiento Al Socialismo (MAS). Si bien fue Sánchez de Lozada quien fue elegido presidente, el MAS obtuvo el segundo lugar, y permitió al Congreso una nueva configuración nunca antes vista con la presencia de indígenas. Goni fue posesionado gracias a su alianza con el MIR y la UCS, aunque ADN también votó por él sin llegar a formar, inicialmente, parte de la coalición oficialista. El acuerdo se llamó “Plan Bolivia”. Su gobierno desembocó en una crisis democrática que fue resuelta institucionalmente el 2003.

Mayoría. Las elecciones del 2005 culminaron con un resultado inusitado: uno de los candidatos obtuvo la mayoría absoluta de los votos, y, como si eso fuese poco en tanto novedad, tal aspirante a presidente era de origen indígena. Evo Morales fue electo directamente, lo que marcó el fin del “congresismo” presidencial, con un abrumador 53,7% de votos.

Con el nuevo régimen, el país vivió una serie de cambios estructurales a partir de elecciones nacionales y regionales.

Tras la Asamblea Constituyente, se aprobó la reelección presidencial y se acortó un año el gobierno de Morales iniciado el 2006. Ya en el conteo de votos de la elección del 2009, el líder cocalero consolidó su mayoría, ampliada de manera indiscutible al 64,2% de la preferencia.

Evolución. Desde 1982, el sistema democrático boliviano no se mantuvo estático. Independientemente del Gobierno de turno, la tendencia marcada de su desarrollo apunta a una paulatina diversificación de lo que los ciudadanos pueden elegir. Todo comenzó con las elecciones de concejales municipales en las capitales de departamentos en 1985, quienes, a su vez, elegían al alcalde en sesión de Concejo.

Desde el 2004, los gobiernos comenzaron a realizar consultas y elecciones nuevas. Primero con el referéndum sobre los hidrocarburos en el período de Carlos Mesa. Después vino la elección directa de prefectos (gobernadores), luego de representantes para la Asamblea Constituyente (2006), seguida por un referéndum revocatorio del Presidente, Vicepresidente y prefectos; posteriormente otro para la aprobación de la nueva Constitución (2009) y, por último, lo que en seis días se realizará el país para elegir autoridades del Órgano Judicial y del Tribunal Constitucional, una elección nunca antes vista (en ningún lugar del mundo se eligen autoridades judiciales por voto directo).

Cuando al final del domingo 16 se conozcan los resultados, el país sabrá que las próximas elecciones serán el 2014.

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