20 marzo 2011

Guillermo Aruquipa | Exsuperintendente de Hidrocarburos: «Me han querido ligar a toda costa con Santos Ramírez»

Un jugo de manzana, según afirma, es lo único que ha probado en todo el día el exsuperintendente de Hidrocarburos Guillermo Aruquipa Copa. Desde que fue acusado de tráfico de influencias, asociación delictuosa, incumplimiento de deberes y daño económico al Estado, en abril de 2009, no sale de su casa porque guarda arresto domiciliario permanente.
Encerrado en su departamento del segundo piso de un edificio de Alto San Pedro, el que un día fue viceministro de Exploración y Producción de Hidrocarburos (2006-2007) y presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) (2007-2008) disimula el hambre leyendo en su computadora portátil las últimas noticias que le llegan después de haber hecho pública una nota en la que pide trabajo y ofrece productos de Herbalife.
Al no poder abandonar su casa para buscar un trabajo, según dice, su economía se ha deprimido al punto de no contar con ingresos para vivir y durante más de un año no ha comido con regularidad. Fue en estas circunstancias que Aruquipa accedió a conversar sobre sus problemas, la presunción de inocencia que mantiene, el Gobierno y la justicia.
- ¿Cómo es un día de Guillermo Aruquipa en su arresto domiciliario?
- Para mí ha sido muy duro. Yo trabajaba mucho y dormía muy poco. A partir de la detención domiciliaria tuve que pasar de esa actividad intensa, de trabajo físico, viajes y reuniones, al sedentarismo. Eso me llevó a una depresión enorme. Los primeros meses casi me muero, tuve problemas de presión baja. En cuanto a mi alimentación, no ha sido regular por más de un año. Hubo días que no comí nada.
-¿Qué cosas se le cruzaron por la cabeza en esos tiempos?
- Pensaba en la época en que fui dirigente estudiantil, cuando discutía con mis compañeros los problemas de la justicia porque los pobres siempre terminan en las cárceles y los ricos, por más delitos que cometan, siempre se salvan. Pareciera que nada ha cambiado ahora. También recordé mi niñez, cuando a los ocho años quedé huérfano de madre y me escapé de casa porque mi padre nos golpeaba demasiado. Me llevé a mi hermano Esteban conmigo porque se lo prometí a mi madre, entonces él tenía tres años. Pasamos hambre, tuvimos que trabajar para poder comer. Sembrábamos papa en un terreno en Caranavi que nos dejó mi madre, al mismo tiempo que estudiábamos en la escuela.
-¿Se puede comparar lo que ahora le toca vivir con esa época de su vida?
- Claro que sí. Mi madre me enseñó a no robar ni un centavo de manera dura, por eso cuando se murió trabajé para vivir y poder estudiar. Éramos muy pobres, sufrimos mucho. La diferencia es que ahora no puedo trabajar y soy más fuerte. Me esforcé por salir adelante y estudiar.
- Usted publicó una nota en Facebook en la que pedía trabajo y ofrecía productos de Herbalife porque no tiene dinero ni para pagar el saldo de su departamento. ¿Es tan complicada su situación?
- Durante los primeros meses del arresto empecé a gastar los ahorros que tenía para pagar mi comida y las cuotas de mi departamento. Debo 11.000 dólares y tengo que pagar cuotas de 250 dólares por mes, porque quiero salvar mi hogar. Siempre fue mi sueño tener una casa propia para poder establecer mi propia familia. Ahora no tengo ni eso garantizado porque no puedo salir a buscar trabajo y me acusan de algo que no tienen pruebas. Pensé que iba a salir libre al no existir indicios, como establece el Código Penal, pero yan han pasado casi dos años.
- ¿Ha mejorado algo su situación desde que difundió ese pedido de ayuda a través de la Internet?
- Sí. Poco a poco, muchos vecinos, compañeros del colegio y demás me han empezado a traer comida y desde el día jueves de la semana pasada he podido comer con regularidad hasta el momento. A veces he tenido hasta dos almuerzos. He retornado a la pobreza de mi juventud. No me quejo de eso, pero me duele estar encerrado y pasando necesidades, dependiendo de la buena voluntad de los amigos.
- ¿Cómo era su vida antes de ocupar cargos públicos?
- Vivía satisfecho. Estudié dos carreras profesionales, Informática y Auditoría. Egresé de una maestría en Gestión de Organizaciones. Tenía un salario de $us 4.500 mensuales, un empleo fijo y cinco consultorías, además de la cátedra universitaria. Me faltaba cumplir un sueño que alimenté desde niño: tener una casa propia. Casi había ahorrado lo suficiente, cuando de repente, en enero de 2003, ingresé a la política. Gasté casi todos mis ahorros en campañas, apenas pude pagar la cuota inicial del departamento donde vivo y que ahora tengo problemas para pagar.
- ¿Cómo ingresa a la vida política?
- Por invitación del compañero Evo Morales, él me invitó a formar parte de la asesoría del MAS en 2003.
- ¿Se arrepiente ahora de haber ingresado a la política?
- Es como para ponerle tres cruces. Eso es algo que debería pensar bien. Me involucré por principios, porque yo no quería que nadie sufriera como yo cuando fui niño y quedé huérfano porque donde vivíamos no había atención médica (comunidad de Milla Milla). Ahora mi vida me juega una ironía. Mis compañeros de Informática de la universidad cuando me visitan me dicen: “Que tus principios arreglen el lío en el que te han metido, que tu ideología pague tus deudas”.
Eso es muy duro para mí, pero ellos igual me ayudan.
- ¿Cómo es que uno de los hombres que tuvo tanto poder en el Gobierno de Evo Morales llega a esta situación?
- Me acusan de estar involucrado en la aprobación de una resolución administrativa de septiembre de 2008, en la que la superintendencia de Hidrocarburos autorizaba la elevación de precios por el servicio de recalificación de garrafas de $us 4 a $us 7 por unidad, el mismo que la empresa Full Industry prestaba a YPFB. Eso no fue consultado a mi persona, yo no firmé esa resolución.
- ¿Cómo aparece dicha resolución de la superintendencia sin que usted esté enterado, siendo que era máximo ejecutivo de esa institución?
- Al ir hacia Cobija me accidenté antes de llegar a Porvenir, a fines de julio de 2008. Por prescripción médica debía guardar reposo durante seis meses, razón por la cual de agosto a octubre estuve trabajando desde mi domicilio. El 9 de septiembre de 2008 había sido publicada por periódico una supuesta resolución administrativa de la superintendencia. Revisando la documentación que firmé por esos días, aproximadamente 15 resoluciones, comprobé que ese documento no había pasado por mis manos. El Ministerio Público ha reconocido eso.
- Entonces, ¿con qué argumentos lo acusan?
- Después de haber sido citado a declarar en calidad de testigo por este caso, me llamaron a una segunda declaración en calidad de imputado. Renuncié a mi cargo ante el presidente Evo Morales para defenderme y respondí a las preguntas que me hicieron. Pero, acto seguido, los cuatro fiscales de la comisión me dijeron: “Tenemos que aprehenderte”, así, sin mayores pruebas o indicios.
- ¿Qué hay respecto a la suposición por la cual se lo relacionaba con el caso YPFB-Sipsa?
- Esa fue una acusación de contenido político. Me quisieron implicar con Santos Ramírez, que entonces era presidente de YPFB, en el caso Catler. Mi caso no tiene que ver con ninguna de las tres investigaciones que realiza la justicia boliviana por el caso YPFB-Sipsa. Se dijo que yo quería favorecer a esa nueva empresa aumentando el precio de recalificación de garrafas. Pero, como dije antes, no firmé dicha resolución y nada tengo que ver.
- ¿Qué relación tuvo o tiene con Santos Ramírez?
- Supuestamente, éramos amigos con Santos y habíamos crecido juntos. Eso se dijo probablemente porque mantuvimos una relación de coordinación cuando fui asesor económico de la Cámara de Diputados y oficial mayor del Senado. Me han querido ligar a toda costa con él (Santos Ramírez). Pero en algún momento, cuando regulábamos la actividad de las empresas de hidrocarburos, entre estas YPFB, Santos se enojó mucho por una declaración que hice a la prensa, dije que el desabastecimiento de GLP se debía al incumplimiento de ‘algunos’ funcionarios en las labores instruidas por la superintendencia para el abastecimiento. Él se enojó tanto que dejó de hablarme.
- Considerando lo que dice, ¿por qué cree que la justicia dictó arresto domiciliario en contra suya?
- Como yo no he robado ni un solo centavo aprovechándome de mis cargos públicos, la única explicación que encuentro es que todo esto es consecuencia de haber aceptado la invitación del señor presidente Evo Morales para ejercer el cargo de viceministro, como tercera autoridad ejecutiva del Gobierno nacional, siendo un profesional de origen aimara. De la misma forma cuando asumí la presidencia de YPFB y cuando fui nombrado superintendente.
- ¿Quiere decir que hay discriminación en el Gobierno?
- Me tienen encerrado para sentar precedente a todos los ciudadanos de extracto humilde e indígena para que nunca se atrevan a aceptar estos cargos tan importantes. Porque, por otro lado, a nivel jurídico no existe absolutamente nada que me involucre en los hechos que se investigan. A algunas personas no les gustó que un indígena tenga un cargo tan importante.
- Aceptando lo que usted dice, ¿por qué pensar que necesariamente lo sacaron de su cargo por ser indígena?
- Lupe Cajías escribió un artículo que tituló El síndrome Aruquipa. Dice que yo llegué a ejercer cargos de viceministro, presidente de YPFB y superintendente por haber pintado paredes en campaña y por ser aimara. Se desconocen mis méritos profesionales y probablemente yo tengo un mejor currículo que la autora de ese artículo. Ella no es autoridad, pero esas ideas que ponen en duda mi capacidad por ser indígena también las sentí dentro de la administración pública cuando era autoridad. Solo que nadie lo decía.
- ¿Quién podría estar interesado en sacarlo del cargo?
- No tengo referencias de quien puede ser. Pero de lo que no tengo ninguna duda es que el presidente Evo no es quien quiso que así sea. El día que fui a entregarle mi renuncia él aceptó y me dijo que debería hacer los respectivos descargos ante la justicia y de demostrarse mi inocencia debería volver a trabajar con el equipo del Gobierno.
- Se ha visto otros casos de altos funcionarios de Gobierno, identificados como indígenas y que han sido severamente sancionados por faltas cometidas y a los que inmediatamente el Gobierno les quitó su respaldo político (Félix Patzi, Abel Mamani y Santos Ramírez). ¿Usted se refiere a ese tipo de situación cuando habla de racismo?
- No. Quisiera separar cada caso de manera independiente. No puedo homogeneizar las circunstancias de otras personas acusadas y no me gustaría comentar su situación por respeto a ellas. Lo único que sé es que, tarde o temprano, saldré libre.

Perfil

Político y académico aimara
Guillermo Aruquipa Copa nació en la comunidad de Milla Milla, municipio de Palca, en 1964. Es Licenciado en Informática, egresado de Auditoría, diplomado en educación superior, especialista en Derecho Tributario y egresado de la maestría en Gestión de Organizaciones.
En 2003 ingresa a la vida política como asesor de la asociación de gremialistas del país, donde recibió una invitación del MAS.
Luego ejerce como asesor de la segunda vicepresidencia de la Cámara de Diputados de la legislatura 2003-2004. Secretario técnico de la comisión de Desarrollo Económico de Diputados en la legislatura 2004-2005, periodo en el que se hizo la nueva Ley de Hidrocarburos.
Fue oficial mayor del Senado en 2006. Ejerció como viceministro de Exploración y Producción de Hidrocarburos (2006-2007). También fue presidente a.i. de YPFB entre 2007 y 2008, y titular de la Superintendencia de Hidrocarburos 2008 -2009.

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