06 abril 2010

La ingobernabilidad amenaza a cinco alcaldes en sus concejos

La Prensa

Los alcaldes electos de La Paz, El Alto, Oruro, Cochabamba y Sucre asumirán sus cargos con el riesgo de la ingobernabilidad en sus concejos al no contar con la mayoría de representantes (6 de 11) en estos órganos legislativos, revela el análisis de los datos del conteo rápido de votos de Captura Consulting.

Además, de acuerdo con dos analistas políticos, los gobernadores opositores de Santa Cruz, Tarija y Beni tampoco tienen asegurada la gobernabilidad porque el oficialismo tendrá importante presencia rural en sus asambleas departamentales.

En la Alcaldía de la urbe de La Paz, el candidato ganador del Movimiento Sin Miedo (MSM), Luis Revilla, sólo llega a cinco concejales, al igual que su principal rival, el Movimiento Al Socialismo (MAS). Entonces, el “voto de oro” para la ansiada mayoría está en manos de Unidad Nacional (UN).

En la ciudad de El Alto, la tortilla se vuelca porque el perjudicado es el postulante victorioso del masismo, Édgar Patana, que tiene cinco concejales, mientras que sus opositores, los “sin miedo” y Unidad Nacional, tienen cada uno a tres representantes en el órgano legislativo municipal.

En Oruro, los cinco concejales de la aspirante electa del MSM, Rossío Pimentel, no le dan la mayoría en el Concejo, ya que el MAS ocupa el mismo número de curules. El que tiene la última palabra es el delegado edilicio que proviene del Movimiento Cívico San Felipe de Austria (MCSFA).

También el nuevo alcalde de la urbe cochabambina, Edwin Castellanos (MAS), la tendrá difícil: sólo alcanza a cinco concejalías, igual cifra que su contendor Unidad Nacional. La llave de la gobernabilidad está en manos del concejal del Frente Para la Victoria, el ex futbolista Julio César Baldivieso.

Por último, está el alcalde de Sucre, Jaime Barrón, de Pacto de Integración Social (PAIS), quien posee cuatro concejales, similar número que el MAS. Y la mayoría del Concejo dependerá de los pactos con los dos curules de Primero Sucre o con el único de Nueva Alternativa Ciudadana.

Incluso, según la agencia ANF, Barrón recibió ayer la primera amenaza del oficialismo a través del presidente de la Cámara de Senadores de la Asamblea Legislativa, René Martínez, quien le instó a consensuar con los concejales masistas, caso contrario, tendrá que sortear la ingobernabilidad en su gestión.

Para el analista político Carlos Cordero, el riesgo de ingobernabilidad en las cinco alcaldías en cuestión obedece a que no hay mayorías nítidas en los concejos. “Este problema será nuestro pan de cada día porque oficialistas y opositores tienen la cultura de hacer política por su lado, no hay una educación política constructiva”.

A su juicio, que cuatro de estos cinco “municipios problema” se hallen en el occidente tiene su explicación central en que los votos del MAS emigraron al oriente y a su ex aliado político el Movimiento Sin Miedo. “Esto dio un equilibrio de poder distinto del que esperaba Evo y abrió un nuevo escenario de polarización”.

El politólogo Carlos Hugo Molina explicó que la amenaza de ingobernabilidad se presenta porque “hemos llevado el mal modelo de gestión de concejos municipales al extremo de separarlos del ejecutivo local. Esto va a requerir en el corto plazo un ajuste vía reforma de la Constitución o mediante la Ley Marco de Autonomías”.

En criterio de Molina, la dificultad que asoma a la gestión de varios alcaldes también se traslada al ámbito de los gobernadores en sus asambleas departamentales; sobre todo al de los de oposición por la “sobrerrepresentación rural” que puede beneficiar al oficialismo.

Las nueve asambleas departamentales están compuestas por representantes provinciales y por territorio (nombrados de acuerdo con la votación que logra cada partido), a los cuales se suman los de pueblos indígenas regionales. Esta repartición de curules, según los analistas, permitirá que el oficialista tenga presencia importante en todas las asambleas por su “arrastre rural”.

Molina comentó: “El posicionamiento de lo rural, que es el espíritu con el cual Evo Morales y el MAS han llevado adelante este proceso de cambio, no tiene una correlación con lo que está ocurriendo con la población boliviana. El 80 por ciento de los bolivianos vive en áreas urbanas, y este porcentaje no está bien representado en asambleas departamentales”.

Tal vez esta amenaza de ingobernabilidad, según Cordero, explica que los gobernadores opositores reelectos de Tarija, Santa Cruz y Beni hayan emitido mensajes de “concordia” e inclusive abrieron las puertas al trabajo con el Presidente dejando de lado las “declaraciones radicales de hace pocos años”.

Las comunas son las de La Paz, El Alto, Oruro, Cochabamba y Sucre.

Instan a coordinación institucional

Los datos preliminares de las elecciones de este domingo muestran que en varios puntos del país hay gobernadores y alcaldes opositores entre sí, sobre todo en occidente. En La Paz, el Movimiento Al Socialismo (MAS) se hizo con la Gobernación y la Alcaldía de El Alto, pero la comuna de la urbe paceña quedó en manos del Movimiento Sin Miedo (MSM). En Oruro, el Gobernador es del masismo, aunque la Alcaldesa es de los “sin miedo”. En Potosí, el líder departamental es del oficialismo y la Alcaldía es de Alianza Social (AS). La excepción es Cochabamba, donde las dos principales autoridades son del MAS.

En Tarija, Beni y Santa Cruz, los gobernadores y alcaldes son de la oposición. En Chuquisaca, la Gobernación pertenece al oficialismo y la comuna de Sucre está en manos del opositor Jaime Barrón (APS). Por último, en suelo pandino, el Movimiento Al Socialismo (MAS) se hizo con la Alcaldía y aún lucha voto a voto la Gobernación. En los números totales, en sólo cuatro regiones los gobernadores y alcaldes son de una misma línea política. Pero, ¿cuánto puede afectar en la gestión pública de los otros cinco departamentos que sus autoridades sean de diferente tendencia? Incluso el presidente Evo Morales declaró la anterior semana que es difícil que él trabaje con “conspiradores”, en alusión a los candidatos opositores que pugnaron en las justas electorales.

Para el analista Carlos Hugo Molina, esta diferencia política no debe incidir en la coordinación entre el Gobierno nacional y los ejecutivos departamentales y municipales. “Hay una práctica habitual en todo el mundo: que las diferencias políticas no pueden bloquear ni evitar la gestión pública. Es que si ello dependiera de la ideología, ningún país desarrollaría. En Bolivia hay respaldo constitucional y legal para dejar de lado esta posibilidad. Las relaciones de este tipo no se dan desde el plano político, sino desde el punto de vista técnico y legal; hay mecanismos para que estas diferencias no perjudiquen a la ciudadanía, porque a ella no le interesan los rencores de los actores políticos”.

El politólogo Carlos Cordero, por su parte, señaló que esta “gobernabilidad vertical” dependerá del Primer Mandatario. “Esta gobernabilidad corresponde a la relación entre gobernadores y alcaldes con el Gobierno central. Es un problema que debe ser resuelto por el Presidente, porque él debe gobernar con estas nuevas autoridades que han surgido por el voto popular. Es Evo Morales el que debe estar presto a buscar el bien de todos los bolivianos, porque es la cabeza del país y tiene el mandato para buscar ello”.

Textuales

“Va a ser muy difícil que haya gobernabilidad para gobernadores y alcaldes porque en las asambleas departamentales y concejos municipales, respectivamente, no existen mayorías nítidas que apoyen la gestión pública de los ejecutivos; estas reparticiones se encuentran muy fragmentadas”.

Carlos Cordero / Politólogo

“La ingobernabilidad se debe a que hemos llevado el mal modelo de gestión de concejos municipales al extremo de separarlos del ejecutivo local, y eso se copió a las asambleas. Esto va a requerir en el corto plazo un ajuste vía reforma de la Constitución o mediante la Ley Marco de Autonomías”.

Carlos Hugo Molina / Sociólogo

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